– ¿Qué fue lo más difícil que tuvieron que enfrentar cuando comenzaron a funcionar como cooperativa?
– Cambiar la cabeza. De ser empleados pasamos a tener algo propio, a tener sentido de pertenencia de las cosas. Y defender el edificio. Muchos no entendían y decían que estábamos usurpando. En ningún momento fuimos usurpadores, sino que fuimos defensores de un derecho que tenemos todos los tresarroyenses, de tener un sanatorio. Al tiempo que defendíamos nuestra fuente de trabajo después de la estafa que nos habían hecho. En paralelo a eso, enfrentar la expropiación, pelear con nuestros pocos recursos, ver cómo podíamos empezar a trabajar con todas las trabas de papelerío que teníamos que resolver. Sumado a la necesidad de conformar un equipo cooperativo. Se ha trabajado bien y lo importante de esto es sentir el trabajo cooperativo. Es hermoso, es trabajar en un equipo.
– ¿Qué recuerdos tenés del primer año?
– Que fue crítico. Tratamos de ayudar a las compañeras que tenían la necesidad urgente de comer, y el resto que hacía cualquier cosa afuera para juntar un peso, se la bancaba para poder mantener esto. Pero ahí fue donde se puso a prueba el equipo y la calidad humana. Si no hubiéramos sido así, esto se cerraba y hoy era una tapera. Ahí se demostró el equipo, y se demostró que se puede trabajar en cooperativa.
– ¿Cuántos son los que hoy integran Policoop?
– Hoy estamos trabajando 12 personas. Cuando conformamos la cooperativa éramos 38, pero muchos por necesidades urgentes económicas tuvieron que retirarse y quedamos ocho. Después se incorporaron cuatro más. Y por lo que bregamos es que cuando se abra la internación podamos volver a estar todos juntos.
– ¿Están satisfechos con lo hecho hasta ahora?
– Policoop empezó en octubre de 2014, y si bien teníamos una idea de hacia donde íbamos, había que sumar médicos, especialidades, servicios, lograr habilitaciones… Nunca pensé que en menos de tres años íbamos a estar viviendo este presente. No pensábamos que íbamos a tener una guardia, los consultorios totalmente ocupados por médicos, contar con área de pediatría, con un neumonólogo pediátrico que viene de La Plata, traumatología pediátrica, el proyecto de cirugía, con un equipo de primer nivel de Olavarría. A partir del lunes comenzamos con el servicio de psicología. Y hay que seguir gestionando y trabajando, a mi esto me apasiona, entré a trabajar a los 21 años, hoy tengo 44…
– ¿Cuál es el desafío inmediato?
– Conseguir la habilitación para la internación. Y no creo que estemos cerca… En cuanto a las instalaciones no estamos lejos, pero la traba está en el papelerío de la expropiación. Estamos viajando mucho a La Plata, Laura Aprile nos consiguió una reunión con Ana Talco, la directora de Fiscalización Sanitaria de la provincia, y estamos haciendo las gestiones. El Hospital Pirovano está lleno, están internando gente en el geriátrico, entonces no entendemos porqué no podemos estar internando pacientes acá. No se está entendiendo desde el Ministerio de Salud la real demanda que hay en Tres Arroyos.
– ¿Cuántas cooperativas de salud hay a nivel país?
– Muy pocas. Hay una en Berisso y otra en Neuquén. Nosotros nos contactamos cuando arrancamos con el proyecto de Policoop. Y no era fácil, pero acá estamos.
– ¿Cuántos asociados tiene Policoop hoy?
– Hoy tenemos un caudal de 540 personas. Es un número importante, porque a la campaña de socios no le dimos mucha difusión porque teníamos miedo de recibir una demanda a la que no pudiéramos responder. Estamos trabajando bien, estamos cerrando un convenio con la farmacia del Sindicato de Empleados de Comercio, estamos hablando con los gremios para que la gente cuando venga a la guardia no tenga que pagar el famoso plus médico, y para que los asociados de las obras sociales no tengan que pagar nada arriba del bono.
– ¿Cómo fue la respuesta de la comunidad en todo este proceso?
– Todo esto se logró con aportes de trabajo, empezamos con los primeros corderos móviles, que me acuerdo que algunos nos decían que no podíamos ir con la ambulancia. Al principio había una urna para que la gente que se venía a atender pusiera a voluntad. Tenemos la comisión de amigos. Nuestros famosos tés. El radioteatro que Karina Arias hizo en el Mulazzi… Recibimos mucho apoyo y hoy a veces nos da vergüenza que nos aporten. Y nosotros como cooperativa tenemos que devolver lo que nos dio la comunidad. Hemos hecho alguna campaña de salud, y ahora vamos a repetirlo. La idea es elegir algún barrio y hacerla.