PRENSA MINISTERIO DE AGROINDUSTRIA DE LA NACION
En un procedimiento realizado a instancias del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Nación, la Patrulla Rural de Coronel Dorrego procedió al secuestro de 600 bolsas de harina que eran transportadas en un camión con destino a Mendoza.
La mercadería en cuestión estaba interdicta y pertenecía a un molino que fuera clausurado a principios del mes pasado, ubicado en el Sector Industrial Planificado.
No obstante, personal que se encontraba trabajando en la investigación del caso, confiaron que pese a la clausura el molino seguía operando, y que el propietario de la firma habría violado los precintos y fajas de seguridad que habían sido colocadas al momento de la clausura.
De acuerdo a datos suministrados por fuentes intervinientes, se detectaron distintas irregularidades en los envases, como que las bolsas de harina no tenían fecha de elaboración ni de vencimiento.
En la segunda semana de junio, la subsecretaría de Control Comercial Agropecuario del Ministerio de Agroindustria de la Nación había procedido a la clausura del molino al constatarse diversas irregularidades en cuanto a registros y habilitaciones, como así también la existencia de una fábrica clandestina de panificados y el lugar de elaboración en condiciones sanitarias deplorables.
De acuerdo a lo informado luego del operativo de clausura, personal actuante en el caso pudo observar que dentro del lugar funcionaba una fábrica de pan rallado sin habilitación, en la cual se “elaboraban galletas con harina proveniente del molino, en condiciones sanitarias deplorables, y luego eran transformadas en pan rallado que se embolsaba y comercializaba en bolsas de 20 kilos”, las cuales “poseían sellos y rótulos apócrifos, por lo que se procedió al decomiso del total de la mercadería y a la posterior clausura del establecimiento”.
Por otra parte se informó que el molino carecía de la matrícula del Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial, como así tampoco contaba con documentación de amparo de la mercadería hallada en el depósito, y “las harinas que se comercializaban no contaban con ninguna de las certificaciones provinciales y nacionales, establecidas en el código alimentario”, de acuerdo al informe.
Luego de la última intervención, fuentes del Ministerio de Agroindustria confiaron que se procedería a realizar “la denuncia penal” correspondiente debido a “los problemas e impedimentos con los que el operador intentó intimidar al personal actuante”, ya que el propietario habría negado el ingreso al predio de los inspectores, motivo por el cual de acudió en apoyo de la fuerza policial.
Formaron parte del operativo la Subsecretaría de Control Comercial Agropecuario, la oficina de Alimentos del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de Coronel Dorrego.