El Rompehielos ARA Almirante Irízar zarpó ayer desde el astillero estatal Tandanor, donde se lo reconstruyó y modernizó desde 2011 para ampliar sus capacidades, hacia la Base Naval de Puerto Belgrano, donde se le realizarán tareas de carenado para sus pruebas a mar abierto.
La despedida del Irízar, que regresará a Tandanor para las pruebas finales de aceptación de puerto y de mar, contó con la presencia del ministro de Defensa, Julio Martínez; el secretario de Asuntos Militares, Angel Tello, y el presidente del astillero, Jorge Arosa.
El Irízar había vuelto a navegar en abril pasado, a diez años del incendio en alta mar que casi lo destruye, para realizar un primer ajuste de la planta propulsora, navegando en el Río de la Plata.
Multipropósito
Un incendio afectó el 10 de abril del 2007 al Irízar cuando regresaba de la campaña antártica con 296 tripulantes a bordo; el fuego se originó en los generadores eléctricos cerca de las 22 y dejó fuera de servicio cerca del 80 por ciento del barco.
El rediseño fue planeado para que el rompehielos pase de ser un buque logístico a uno multipropósito en el que tengan preponderancia las tareas científicas, se optimice su capacidad de asistencia en las campañas antárticas y tenga todas las herramientas necesarias para tareas de búsqueda y rescate en el Atlántico Sur.
El contrato con Tandanor para la recuperación del buque se firmó en 2009, un año después se aprobó el proyecto de ingeniería y ya demandó 1.200.000 horas/hombre a los 200 trabajadores asignados. (Télam).