“Por ahí es cierto que hay una prensa que se dedica a descubrir pobres”. La frase fue pronunciada por el intendente Carlos Sánchez en declaraciones realizadas a LU24, luego de recibir en La Plata el premio de Ciudad Creativa, otorgado por el Ministerio de Cultura de la Nación.
No menciona a LA VOZ DEL PUEBLO, pero hace referencia sin dudas a las entrevistas, artículos y fotografías publicados por este diario en forma reciente sobre la deuda social. Evidentemente le molestaron, aunque se trata de material periodístico que se circunscribe básicamente a testimonios sobre la situación en la que se encuentran familias con necesidades. Como complemento, en la edición del último domingo se incluyó también la columna sobre el tema de una licenciada en Psicología -que se publica regularmente- y un análisis de las respuestas que debe brindar el Estado.
Su primera reacción defensiva en referencia a la pobreza tuvo lugar el domingo pasado, cuando declaró al mismo medio que “no es ético exponer a quienes la padecen”. Este diario se hizo eco y así se dio a conocer, de diversos mensajes que recibió a través de las redes sociales planteando carencias elementales como falta de frazadas, un caño para instalar una estufa en una casa sin calefacción, un colchón, chapas en una vivienda que sufrió la voladura del techo, pañales, entre otras. Actuó como nexo, publicó el pedido de las familias y también realizó una recorrida para conversar con quienes están requiriendo apoyo.
Muchos tresarroyenses colaboraron y permitieron que los hogares pudieran afrontar el frío, cuenten con más ropa, alimentos y otros elementos fundamentales. En las notas se evitó mostrar la cara de los chicos y en todos los casos, las fotografías tomadas tuvieron el consentimiento de los entrevistados. LA VOZ DEL PUEBLO tiene absoluta tranquilidad por la manera en que procedió, está dispuesto a aportar en todo lo que pueda como medio de comunicación y algunas de las familias volvieron a ponerse en contacto con distintas inquietudes.
No hay un descubrimiento de pobres, como irónicamente señala Carlos Sánchez. Sí una descripción de la dura realidad que padecen tresarroyenses, que seguramente no es nueva, pero emergió con mayor claridad ante los pedidos realizados en jornadas de frío y lluvia.
Una de las preguntas interesantes es saber por qué motivo vecinos con necesidades recurren a las redes sociales o a LA VOZ DEL PUEBLO, en vez de requerir ayuda al municipio. ¿Cuál es la razón que los lleva a buscar otro interlocutor?.
Al intendente parece importarle más confrontar con el diario, que hacer referencia a las viviendas precarias que carecen de baño o cuyo piso, sin material, se convierte en barro cada vez que hay precipitaciones de cierta importancia.
Utiliza de una manera muy poco feliz la ironía -quiere hacer lo que en el barrio se conoce como una cargada-, cuando se está hablando de un tema sensible y que involucra a familias que se encuentran en una situación muy vulnerable. Pone el foco en intentar descalificar un trabajo periodístico, que en ningún momento presenta una afirmación que pueda resultar ofensiva hacia su persona o sus funcionarios.
En forma reciente, el INDEC dio a conocer el ingreso promedio de los empleados del país. Los funcionarios tienen salarios varias veces superiores y lo mínimo que se puede pretender es que, antes de atacar a un medio, se ocupen de intervenir para responder a la urgencia de vecinos.
0-0-0-0
No tiene sentido enumerar antecedentes sobre informes referidos a la pobreza. Son numerosos y están a disposición en el archivo de este medio. Abarcan desde enfoques nacionales (como la visita en 2016 al Observatorio de la Deuda Social de la UCA y al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación), hasta análisis de alcance local y regional.
Dentro de la diversidad de artículos que atraviesan los casi 115 años de historia de LA VOZ DEL PUEBLO, un párrafo de una columna de opinión publicada en junio de 2009 constituye un resumen claro y una toma de posición: “Es una realidad que nos pertenece. Tan compleja, como propia. Hasta la acción en apariencia más insignificante, desde el lugar que cada uno ocupa, puede ser un pequeño aporte en la búsqueda de equidad. Queda la mayor responsabilidad para los representantes -en cargos ejecutivos y como legisladores o como concejales- de los vecinos que no la están pasando bien”.
0-0-0-0
El intendente plantea una dimensión ética acerca de la exposición de casos de pobreza. Pero ser pobre no es un motivo para sentir vergüenza u ocultarse. Tampoco es una palabra que estigmatice a quien se encuentra en tal condición. Son dignos, les hace falta ayuda y además merecen ser destinatarios de políticas de inclusión, que contribuyan en garantizar condiciones de vida indispensables para el desarrollo personal y familiar.
Hablar de ética implica introducir una característica que tiene que aplicarse en la función pública y también en la actividad privada. Siempre. Al igual que la ley, cuyo alcance es más restringido porque abarca únicamente las conductas reguladas. Este diario ya ha hecho observaciones sobre el incumplimiento de la publicación de decretos que establece la Ley Orgánica de las Municipalidades. No está de más recordarlo.
Sánchez debería advertir que no le hace daño al diario, sino que se trata de una actitud que lo empequeñece y lo degrada. Prevalece el enojo, cuando lo importante es atenuar el drama de los hogares que padecen carencias básicas.