Llegó a nuestra redacción con la canción dedicada a Once Corazones, que hoy cumple 60 años. “Al equipo de Indio Rico”, se llama el tema que escribió a la entidad donde jugó y con la que tiene una relación muy especial. Se llama Maximiliano Alfredo Alberca y compartió su historia con LA VOZ DEL PUEBLO.
Nació en Coronel Dorrego en 1984. Recordó que “mis padres trabajaban en el campo y a medida que pasaban los años, por distintas razones iban cambiando de lugar y nosotros con mi hermano conocimos nuevas escuelas rurales de esta zona. Pero siempre en contacto con Indio Rico, ya que los fines de semana cuando se podía íbamos de paseo al pueblo”.
Subraya que “a Indio Rico lo llevo en el corazón vaya donde vaya. Mis abuelos lo vieron nacer y es el lugar donde nació mi papa”, dijo.
Siempre tenía la ilusión de aprender a tocar la guitarra y a cantar. En este sentido, indicó que “tenía una guitarrita pequeña y en los eventos familiares cantaba alguna milonga, con pocos conocimientos ya que viviendo en el campo en esos años todo era más difícil para llegar a la ciudad a estudiar música”.
La adolescencia transcurrió entre sus vivencias en Indio Rico, con las inferiores de Once Corazones, su paso por la Escuela 8 de la localidad y su posterior finalización en la zona rural de Tres Arroyos. Indica que “concurrí a la Escuela 38 de Paraje San Juan y terminé mis estudios secundarios en la Escuela Agropecuaria”.
Un quiebre en su vida
Al terminar el secundario, en 2002, comenzó a trabajar en diferentes empresas pero en sus ratos libres “siempre los ocupaba con mi fiel compañera la guitarra. Pero yo creo que hubo un antes y un después en mi vida al sobrevivir a un terrible accidente cuando viajaba en colectivo hacia la ciudad de Temperley, en el año 2008. Murieron varias personas, entre ellas el reconocido Freddy Wolfram. Seguramente mucha gente recuerda ese accidente. Después de salvar mi vida alguien de algún lugar me dio esa fuerza para que comience clases de guitarra y canto y así poder plasmar mis sentimientos y mis vivencias en letras, que con el tiempo se transformaron en canciones”.
Guitarra y canto
Su oportunidad con la música vino de la mano de Jorge Herrera, quien le enseñó los secretos de la guitarra además de acompañarlo en diferentes eventos solidarios, festivales folclóricos de la ciudad y la zona. Junto a él, en 2012, tuvo su primera experiencia de subir al escenario mayor de la Fiesta Provincial del Trigo, donde cantó su canción “Mi corazón te extraña”.
Dos años más tarde, en el mismo escenario, presentó el tema en homenaje a la Fiesta que llamó “Llegó la Fiesta del Trigo”. En 2014 también organizó su primer festival folclórico en Indio Rico. “Para mi fue una noche inolvidable que vivirá por siempre en mi corazón”, destaca.
Tiempo más tarde surgieron otras canciones como “A mis padres” y “Mi dulce flor”, letra que -comenta- “le regalé al amor de mi vida Florencia, que hoy ya es mi señora. Le escribí seis temas a Indio Rico y con mucho sacrificio logró algo que para mí es muy importante, como grabar la edición especial que titulé Canciones de mi pueblo”.
Para Once
El mencionado trabajo incluye la canción dedicada a Once Corazones. Relata que en su infancia, después de ir a la escuela y hacer los deberes, “nos esperaba la pelota hasta que se hacía de noche, junto a mi hermano Luciano (Toto) y algunos muchachos que trabajaban en el campo”.
En el año 2000 pudieron vestir la camiseta azul y blanca en las divisiones inferiores. Destaca que “fue una época muy linda, pasan los años pero nunca nos olvidamos de esos tiempos”.
Su pasión por el fútbol la pudo expresar a través de la canción. “La titulé Al equipo de Indio Rico. En 2011 la escribí en un papel que todavía conservo y tuve la suerte de presentarla en público el 9 de julio del año siguiente en el cumpleaños del club, donde le entregué la letra en mano al presidente, doctor Gustavo Fernández. Fue un momento de mucha emoción. Tuve la suerte de grabarla y en 2013, festejando uno de los campeonatos de Once, le obsequié un disco con la canción a cada uno de los integrantes del plantel y del cuerpo técnico”, señala.
El trabajo discográfico cuenta además con el relato del gol del ascenso a la Primera División. Maximiliano dice que “fue allá por 1993. Buscando, lo conseguí en un cassette TDK, gentileza de Gustavo DAnnunzio, uno de los integrantes de ese plantel glorioso”.
El cantautor indica que “cada vez que tengo la suerte de pisar el escenario del Club Once con mi guitarra en mano es como pisar el césped de nuestra cancha con la azul y blanca. Y cada vez que termino de cantar la canción se comienzan a escuchar esos aplausos sinceros llenos de pasión de toda nuestra gente maravillosa hincha de Once y para mí eso es como meter un gol en Primera en el Vicente Passanante y ver toda la gente gritando Dale Once…! Dale Once…! Sí, siento que gracias a Dios mi sueño se cumplió, de esa forma yo también jugué en Primera”.
Entre otras apreciaciones, valora que “gane o pierda nuestro equipo, toda la gente de Indio Rico siempre tuvo una gran disciplina que verdaderamente es para resaltar en estos tiempos. Gracias a Dios la mayoría de la gente de nuestro pueblo nunca perdió los principios, los valores, la humildad y la educación”.
Hizo referencia a la posibilidad que tuvo de colaborar con la comisión en la organización de festivales folclóricos y puso de manifiesto que “meses atrás recibí una alegría muy grande cuando me enteré que mi canción va a formar parte del libro del 60° aniversario de Once. Es un verdadero orgullo para mí, como haber salido campeón jugando alguna vez con la azul y blanca”.
Escucha los partidos por FM Aborígen 105.3 y cuando puede va a la cancha en familia para alentar al equipo. Desea “que siempre perdure esa unión” en el club y que “esta humilde letra siga de moda. Que nuestra hinchada la cante en la cancha y de esa forma permitirle también a los niños conocerla y conocer parte de la historia de Once Corazones y a las personas mayores de que no olviden jamás todo lo vivido y ni hablar de la maravillosa década dorada llena de copas”.
Gratitud
En el cierre de la entrevista, Maximiliano agradece a sus padres Nélida y Atilio “por hacerme hincha de Once y porque siempre me ayudaron en todos mis sueños”. De similar manera, incluye “a mi hermano, por compartir la misma pasión de jugar a la pelota y defender la azul y blanca; a mi mujer Florencia, que me acompaña en cada presentación; al amigo Hugo Fernández por difundir esta canción y todas mis canciones por FM Aborigen 105.3, a Don Alberto López por darme la oportunidad de contarle estas vivencias y poder cristalizarlas en el libro de Once Corazones, a LA VOZ DEL PUEBLO que siempre me abre las puertas”.
Se define como “un humilde cantor de pueblo que le gusta escribir canciones, a partir de vivencias que nacen en el corazón. Todo lo que intento hacer es con mucho sacrificio, a pulmón”. En los 60 años de Once Corazones, su letra y su música estarán presentes.