Mucha fricción y poco juego se vio ayer en la cancha de ACDC, donde Unión ofició de local y logró un triunfo muy valioso para casi olvidarse de una tabla y, por que no, empezar a soñar con la otra.
El Nacional jugó mejor en el primer tiempo, nuevamente sustentando su juego en su eficaz mediocampo, comandado por Granero y con Caballero y Macías como socios. A los 14 Pose tuvo el primero en un mano a mano, pero un manotazo de Moreno mandó la pelota al corner. En la jugada siguiente fue Caballero quien llegó solo pero definió mal.
El Tatengue salió a jugar el complemento con otra mentalidad y tomó la posesión desde los primeros minutos, pero el decano se cerró bien y no llegaba con claridad. Hasta que a los 11, en una segunda jugada, le quedó alta a Diego Rivera, que con una volea de media vuelta fusiló a Flores.
A partir del gol de Unión el partido se empezó a calentar, ya que los locales jugaron con la desesperación del rival y Stornini, que había estado involucrado en cada uno de los tumultos, se fue expulsado a los 28. A partir de la expulsión y de los cambios que hizo Córdoba, El Nacional empujó y estuvo a punto de empatarlo, pero el travesaño y la buena tarea de los centrales tatengues se lo impidieron.