Si se establece una comparación entre el resultado de las PASO de este año y lo que ocurrió en 2013, el Movimiento Vecinal perdió 4958 votos. La lista encabezada por Francisco Aramberri obtuvo 7201, mientras que en 2013 la nómina que llevó en primer lugar a Luis Aramberri recibió 12.159.
Parece ser el parámetro a tener en cuenta, porque se trata de una elección similar. La caída es mucho más pronunciada si se analiza la reducción de votos que tuvo el oficialismo con respecto a 2015, cuando Carlos Sánchez logró ser electo para su cuarto mandato. En las PASO de hace dos años, el MV sumó 14.952 votos y en las generales, el total ascendió a 16.083. Más del doble de los sufragios que alcanzó en la magra cosecha del domingo 13 del corriente mes.
El primer antecedente del actual sistema de primarias abiertas corresponde a 2011, cuando se puso en práctica la llamada “ley de reforma electoral”. Por entonces, el vecinalismo concentró la atención de la política local cuando dirimió sus diferencias internas en las PASO: Carlos Sánchez venció a Juan Manuel Furmento por 14.541 a 3830 votos, con un total entre ambas listas de 18.371. En las generales, el actual intendente logró 17.670.
Participación
En Tres Arroyos hay 51.815 electores e intervinieron en las PASO el 72,97 por ciento. Es un nivel de asistencia que se ubicó levemente por debajo del promedio nacional, que -de acuerdo a información del Ministerio del Interior- fue de aproximadamente el 74 por ciento.
Las cifras oficiales muestran que en las primarias votan una menor cantidad de ciudadanos. Según consigna Chequeado, sitio de Internet que trabaja en “la verificación del discurso público”, la brecha entre las dos elecciones se amplía cada vez más. En 2015, votaron en las generales 6,2 por ciento más de electores que en las PASO.
En nuestro distrito, se registraron 35.047 votos positivos en las primarias de 2015 y esta cantidad creció a 37.222 en las generales. Hace dos semanas, el número fue sensiblemente menor: 34.693. Si se reitera el comportamiento electoral que se produjo desde 2011 y todo indica que así sucederá, en octubre intervendrá un mayor número de vecinos; son votos adicionales que tienen importancia porque en octubre se pondrán en juego nueve lugares -la mitad- del Concejo Deliberante. Cambiemos, 1País y Unidad Ciudadana intentarán fortalecer y mejorar una posición que le garantiza bancas, mientras que el vecinalismo buscará la mayor recuperación posible.
Antecedentes
En las tres experiencias anteriores con este sistema, no se evidenciaron cambios significativos en la ubicación de los candidatos entre una y otra elección.
En 2011, Nicolás Ambrosius del Frente para la Victoria obtuvo 2802 votos más en las generales y consolidó un claro segundo lugar, detrás de Carlos Sánchez.
Dos años más tarde, la lista encabezada por Luis Aramberri pudo incorporar 2403 sufragios y esto le permitió que sean electos cinco concejales, luego de un resultado en las PASO que no había terminado de conformar al MV. El Frente Renovador finalizó segundo y cerca en tercer lugar FpV-PJ; se cambió el orden en estos dos puestos, pero no se trató de una modificación esencial.
En 2015, en ambos comicios se impuso el MV, segundo fue Cambiemos, tercero el FpV-PJ y cuarto Una.
Hasta ahora, la decisión de los ciudadanos no fue sustancialmente distinta entre la primera y la segunda jornada de elecciones. Sí consolidó algunas fuerzas, le puso un techo a otras, pero no alteró de manera notoria los posicionamientos. Por esta razón, el escenario es especialmente difícil para el oficialismo, tercero con 419 votos menos que 1País y a 3749 de distancia de Cambiemos.
Sin internas
Como ya se ha consignado, ningún partido o coalición en Tres Arroyos definió sus candidatos a través de las PASO. Este sistema únicamente llevó a que quedaran en el camino tres propuestas que no alcanzaron el piso de 1,5 por ciento de los votos válidos, mínimo exigido para poder ser parte de las generales. Se trata de Unión Federal, Partido Socialista y Encuentro Popular.
En consecuencia, a nivel local seis listas estarán sobre la mesa del cuarto oscuro el domingo 22 de octubre: Cambiemos, 1País, Movimiento Vecinal, Unidad Ciudadana, Frente de Izquierda y Cumplir.
En las tres PASO anteriores sí se concretaron internas. En 2011, el candidato del vecinalismo se eligió entre Sánchez y Furmento. En 2013, Augusto De Benedetto venció a Benicio Arias en el FpV-PJ; y María Marta Naveyra a Alejandro Massa y Antonio Festa, en el Frente Progresista Cívico y Social. En 2015, Martín Goizueta triunfó sobre Ricardo Fernández en el FpV-PJ e Ignacio Aizpitarte hizo lo propio ante Matías Cirone en el Frente de Izquierda.
Alto impacto
¿Para qué sirven las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias? En la medida en que no son utilizadas para establecer los candidatos, pierden su sentido. No tienen incidencia en la composición que tendrán las listas en octubre y únicamente obran como un filtro para las fuerzas minoritarias que no llegan al 1,5 por ciento.
Sin embargo, surge una paradoja: pese a que a priori están devaluadas y en la práctica no generan cambios concretos en la oferta electoral, tienen un impacto político muy fuerte.
A nivel nacional, los resultados le han otorgado cierta tranquilidad a la gestión de Cambiemos por el avance en provincias importantes, pese a la derrota ajustada en Santa Fe ante el kirchnerismo y a que Cristina se terminó imponiendo por poco a Esteban Bullrich en Buenos Aires. En el ámbito local, sacudieron la estructura del gobierno vecinalista, incrédulo primero y totalmente sorprendido después por la tercera posición que lo alejó de una condición de hegemonía que -con la excepción de 2001, en tiempos del “que se vayan todos”- mantenía desde 1995.