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El vínculo entre Argentina y Holanda en la radio y la TV

Al ingresar a la redacción de LA VOZ DEL PUEBLO, los tres lucen un saco naranja. Es el color que identifica a Holanda, su país, pero que a su vez les otorga una identidad. No quedan dudas de que forman parte de un equipo. Ellos son André Das, Wouter Joustra y Mike Rubinovitz, a quienes acompaña -como no podía ser de otra manera- la referente de la colectividad holandesa en Tres Arroyos, la cónsul Ida van Mastrigt.

André y Wouter conducen desde diciembre de 2015 el programa de radio “La Hora Naranja”, un magazine semanal que se emite por Internet todos los miércoles a las 15. Mike es el productor, quien trabaja en la generación de contenidos. Residen desde hace años en Argentina y mediante esta iniciativa, han generado un espacio que refleja el vínculo entre ambas naciones. Un vínculo que tiene una amplia historia, pero también un presente muy interesante.

El espíritu del programa queda en claro al observar a Wouter, quien se muestra informal y sonriente. “Somos muy amateurs, pero con buena onda. Siempre digo dos monos locos”, dice con muy buen humor. Y recuerda que la primera vez que salieron al aire, el 2 de diciembre de 2015, “fue una risa total”. Antes de agregar más apreciaciones, deja en claro que “la idea fue de él, pero…” necesitaba un compañero. André argumenta que “estar solo en el estudio, hablas contra el micrófono. Es bueno tener a alguien que le pone energía y mucha alegría”.

Los destinatarios son muchos. Holandeses que residen en Argentina, argentinos que viven en Holanda, inmigrantes y sus descendientes, argentinos que trabajan en una empresa o tienen algún interés particular en los Países Bajos, entre otros. André recuerda los orígenes. “Trabajé muchos años como gerente de la Cámara de Comercio Argentino-Holandesa, después para varias multinacionales y abrí por mi cuenta ahora. Soy también presidente de la Asociación Holandesa en Argentina. Teníamos una revista impresa que distribuíamos entre los socios que son los holandeses que viven en Argentina, era el único medio en idioma original todavía de todas las colectividades que hay en el país, no lo pudimos sostener en el tiempo por un tema de costos, distribución y contenido, porque al final eramos una o dos personas que teníamos que escribir todos los artículos”, explica.

Por esta razón, se orientaron a medios digitales, “surgió la idea de conectar a la comunidad de ambos países a nivel mundial, en una escala más grande”. Es así que cuentan con seguidores, por supuesto, de los dos países, pero también de Uruguay, Brasil, Chile, Perú, Francia, Alemania, España e incluso China o Australia, por citar algunos de los lugares. “En Facebook llegamos a más de 15.000 personas que interactúan por mes”, destaca.

Menciona un dato curioso. “Después de Buenos Aires, tenemos la mayor cantidad de seguidores en la provincia de Córdoba”, señala. ¿Tres Arroyos? Está entre el séptimo y el octavo lugar, pero confían en que después de las grabaciones que van a realizar hasta el lunes habrá “más fans” en nuestro distrito.

 

Un nuevo paso

En octubre, van a cumplir cien programas de radio. La consolidación de este espacio los llevó además a incursionar en televisión a través de un canal de YouTube, con “En El Camino Naranja”.

La finalidad es “ir en busca de historias de holandeses en Argentina”. Hicieron ya dos programas: en una colonia holandesa ubicada en Bella Vista, provincia de Corrientes, y en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, donde se desarrolla la Fiesta Nacional del Queso. André explica que la inmigración que se radicó en Bella Vista tuvo inicio a fines del siglo XIX, “en la época de 1880”, al igual que sucedió en la zona de Tres Arroyos; “todavía hay intendentes con apellido holandés y muchas familias. Realmente es interesante, filmamos, entrevistamos, en nuestro canal de YouTube pueden verlo”. Relata además que “en Los Toldos visitamos las queserías y los tambos”.

Pronuncia palabras que lo definen y los definen. Que sirven para entender, en buena medida, la repercusión de lo que hacen. “Lo hacemos a nuestro estilo con humor, con alegría. No somos historiadores ni periodistas, pero tenemos estas ganas y entusiasmo de descubrir y conocer. La gente lo recibe muy bien”, afirma.

 

En el corazón

La presencia de holandeses en la Capital Federal no es menor, pero en muchos casos obedece a pasantías, intercambio de estudiantes y al interés por aprender español o tango. “Gente con ganas de radicarse como hicimos nosotros no hay tantos”, puntualiza André, que tiene el conocimiento que le aporta los doce años que tiene como presidente de la Asociación Holandesa.

Tenemos el grupo de holandeses de siempre que décadas viven acá, vinieron de chicos o jóvenes y la gente de 20 ó 30 que llegan por un tiempo. Nos falta el grupo de 30 a 45 con ganas de radicarse, quedarse unos años”, observa.

Dice que hay entre 2500 y 3000 pasaportes registrados en la embajada, pero son más las personas de Holanda o descendientes en nuestro país porque “no todos se registran o tienen la nacionalidad”.

Más allá de la documentación, se refiere a la relación que no se pierde. “En Bella Vista ninguno tiene pasaporte, pero sienten una conexión -comenta-. A través del programa de televisión volvimos a llevarlos a su país de origen, a pensar en el abuelo o en el bisabuelo. Es darles una puerta para conectar con sus orígenes y lo aprecian mucho, todavía lo sienten. Aunque no tengan el papel de la nacionalidad, está en el corazón”.

 

La anfitriona

Llegaron el viernes y van a permanecer hasta mañana en nuestra ciudad. “Ida nos invitó, está la Fiesta de las Colectividades, el Día del Inmigrante. Los holandeses son una colectividad importante, van a tener su stand, su presencia. Vamos a estar en el evento, a hacer entrevista en instituciones relacionadas con los holandeses”, sostienen.

Wouter habla de “el futuro” y en este sentido, hace referencia a “el molino que van a incorporar aquí enfrente”, en el predio de la Terminal de Ómnibus.

Con orgullo, Ida indica que “necesitamos dos o tres días para mostrar todo lo que tenemos, el cementerio y el hogar junto a los daneses, la cooperativa, la planta de silos, la iglesia, el colegio, el consulado”. Suspira Wouter, el más histriónico de los tres, tras lo cual reflexiona nuevamente sonriendo: “ya estamos cansados antes de empezar…”.

Del diario, se llevan imágenes que pronto van a estar “En El Camino Naranja”. Son especialmente de la rotativa, el eslabón final de cada jornada de trabajo, donde termina de nacer una nueva edición. Se despiden con una promesa: “el domingo compramos el diario”. Estrechan la mano en un saludo y parten para continuar con una visita intensa que los conecta con muchas y valiosas historias.

 

Una elección 

André, Wouter y Mike eligieron radicarse en Argentina, donde desarrollan sus actividades particulares.

“Vine en 1999, hace poco menos de 20 años”, explica André. Por su parte, Wouter vive en el país desde 2005, si bien recuerda que “vine la primera vez en la década del 80. Hicimos el gasoducto de Loma La Lata-Buenos Aires, 1200 kilómetros de 30 pulgadas de gas, estuve un año y medio”. Mike trabaja en el negocio de los cueros.

Ida van Mastrigt subraya que “es muy interesante escucharlos” y recomienda tener en cuenta los programas. Es una palabra autorizada.

 

Para contactarse 

“La Hora Naranja” y “En el Camino Naranja” tienen sus canales de YouTube. Además en Facebook hay que ingresar en lahoranaranja, en Internet la dirección de la página es www.lahoranaranja.com y por mail, se puede escribir a [email protected].

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