A Christian “Toti” Grimstrup le resultó muy difícil ocultar su malestar con Roberto Fabiano. El descontento del empresario gastronómico nació a partir de las declaraciones que el concejal de Cambiemos hiciera recientemente en torno al deficiente estado que observó en el ex Samoa.
“Se hizo política berreta”, apuntó el titular de Parador Uno, que aseguró que los cuestionamientos recibidos lo afectaron “comercialmente”. El responsable del balneario salió al cruce del edil macrista, sobre quien dijo que utilizó a su parador “para pegarle al municipio”.
Pero, más allá de detenerse en responderle al concejal de Cambiemos, el empresario sostuvo que en “abril o mayo” comenzarán a ejecutarse las obras que, definitivamente, lleven a Parador Uno a convertirse en un balneario renovado y moderno. “Ya está firmado el contrato y la idea es que el proyecto esté listo en 2019”, adelantó el empresario.
Las formas
Visiblemente molesto por los cuestionamientos recibidos desde Cambiemos, Grimstrup subrayó que el concejal, el pasado viernes, pasó por las afueras del parador, pero que nunca ingresó al lugar para verificar las condiciones de sus instalaciones.
“Lo de Fabiano no lo entiendo. Lo vi pasar, me saludó pero en ningún momento entró al parador. Creo que tendría que haber venido a hablar conmigo e interiorizarse sobre cómo está la situación”, indicó a LA VOZ DEL PUEBLO.
El titular de Parador Uno no titubeó cuando dijo: “Es muy fácil pegar. Y me extraña que esa actitud venga de Cambiemos. Es un partido que voté a nivel nacional y provincial. Yo voté un cambio, pero parece que seguimos con la política berreta de pegarnos palos a nosotros para pegarle al municipio”.

Grimstrup se mostró molesto con la manera empleada por Fabiano para hacer referencia al estado del parador. “Empezar a criticar en el inicio de plena temporada, cuando al parador le metemos un montón de horas y la peleamos día a día, es injusto. Tendría que haber venido a hablar conmigo antes de salir por LA VOZ DEL PUEBLO. La forma que utilizó no me gustó. Es fácil pegarle al que arriesga, invierte y labura. Me llamó para charlar, pero ya no sirve. A los palos ya me los tiró”, sostuvo el empresario en torno a los cuestionamientos del concejal macrista.
Y agregó: “Hay otras maneras de hacer política. Creo que hay que presentar propuestas y no criticar. Lo de Peto Fabiano me extrañó. El está en un espacio que pretende generar un cambio pero con nosotros hizo política berreta. Vemos que somos el fusible de Cambiemos para pegarle al municipio. Esa política no sirve”.
En abril
Grimstrup sostuvo que el pasado lunes acercó a la Municipalidad una copia del contrato que él rubricó con Viviendas Roca. Se trata de la empresa encargada de ejecutar la primera etapa en la construcción de un parador moderno, y sustentado bajo las condiciones que indican el pliego licitatorio.
Según afirmó, los trabajos comenzarán en “abril o mayo”, es decir, una vez finalizada la actual temporada. El concesionario es consciente del retraso en el inicio de la obra. Y al respecto, dijo: “El municipio está al tanto porque nos intimó en dos oportunidades. Nosotros le contestamos. Solicitamos una prórroga pero no tuvimos respuestas”.
Grimstrup se hizo cargo del ex Samoa luego de una controversial licitación. Fue a mediados de 2016 y tras el retiro del proyecto presentado en ese entonces por la familia Rivera, que era una de las partes oferentes. “La obra está proyectada para que comience en abril. No es por poner excusa, pero tuvimos muchos problemas para poder abrir la temporada pasada. Tuvimos que invertir en algo que tenemos que demoler y podríamos haber optado por no abrir”, describió el empresario, dando a conocer que el estado en el que recibió el parador de su anterior titular lo obligó a cambiar los planes originales.
Por eso todavía ronda en su cabeza lo que tuvo que afrontar a fines de 2016, cuando el cambio de mando estuvo lejos de ser el esperado por el empresario. “Nos pasaron un montón de cosas. Al predio lo entregaron el 27 de noviembre de 2016 y recién pudimos abrir el 7 de enero de 2017. Nos perdimos todo diciembre y los primeros diez días de enero. Mucha gente pensó que estaba cerrado”, recordó.
Al consultarlo por los motivos que lo llevaron a incumplir con los plazos de obra, tal cual lo indica el contrato que firmó con el municipio, el empresario fue más preciso y agregó: “El costo de inversión que tuvimos el año pasado fue mayor del esperado. Hicimos a nuevo las instalaciones eléctricas y de gas. En la parte eléctrica, no había planos. En realidad, el lugar no tiene planos”, admitió.
“La parte de agua -agregó- la hicimos en abril o mayo, después de la temporada. No son excusas, pero fue un costo muy alto el que tuvimos que afrontar en cosas que no esperábamos. Además, la temporada pasada no fue buena”, aseguró.

En sus apreciaciones, dejó en claro que “reconozco que no hicimos las obras exigidas en el acuerdo, pero pedimos prórroga y no tuvimos respuesta. Todo lleva un proceso. Hoy, los costos son muy altos”. “Ya firmamos el contrato con la empresa que hará el proyecto. La primera parte comienza en abril y la idea es terminar todo en 2018 para que en 2019 esté listo. Hay muchos vaivenes económicos que a lo mejor pueden retrasar los tiempos, pero la idea está”, manifestó.
Por otro lado, hizo alusión a las apreciaciones que a este diario hiciera días pasados el secretario de Desarrollo Económico. “Hubo comentarios de -Carlos- Bayúgar que me parecieron desafortunados. Por ejemplo, dijo que yo compré un restaurante y que por ese motivo había desatendido el parador. Está equivocado. Yo me desprendí de dos negocios para enfocarnos en esto. Se habla por hablar”, replicó enfáticamente el empresario.
A los políticos
Antes del cierre, Grimstrup, sin dar nombres concretos, le apuntó sin piedad al sector político de Tres Arroyos. “Nuestro objetivo es brindar servicio. Como dijo Fabiano ¿Parador Uno es el parador más feo? Sí, es el parador más feo. ¿A alguien le gusta tener el lugar o el auto más feo? No, por lo menos a mí no. Es más, me perjudica económicamente”.
Y agregó: “La parte estética está fea, no lo voy a discutir. Pero nosotros apostamos al servicio. Todo lo que se armó fue una cuestión política, más allá de que no cumplimos con los plazos de la obra. Lo reconozco”.
“Yo me voy a comprometer con la sociedad, con el turista y no con los políticos. Los políticos van y vienen. Nosotros arriesgamos e invertimos. El político lo único que arriesga es el voto. Está sentado y, en lugar de proponer o ayudar, critica. Esa es la política fácil”, disparó con dureza.
Brito dice que es el dueño
Durante la entrevista, Grimstrup admitió que Luis Brito, anterior concesionario del parador -lugar conocido en su momento como Samoa-, “sigue insistiendo en cobrarnos un alquiler por el salón comedor”, sobre el cual “dice que es el dueño”.
“Nunca presentó planos”, dijo el actual titular del parador, quien agregó: “En su momento me quiso cobrar 5000 pesos por el medidor eléctrico. Son cosas que las planteé en la Municipalidad para que las solucionen”. Posteriormente, dijo “la última vez que me quiso cobrar el alquiler del salón comedor fue en octubre. Ese es un tema que debe arreglar la Municipalidad con Brito”.