| Secciones
| Clasificados
El photoshop no hace milagros, pero ayuda a que la foto sea publicable. Fuera de foco, garabateada por todos lados, rota y hasta con las caras de dos de sus protagonistas imposibles de recuperar, la imagen tomada en algún mes de 1970 en el club Curupaytí, en Hurlingham, tiene un valor inestimable: es el único testimonio fotográfico de Los Indios, el primer equipo de rugby que dio Tres Arroyos.
Tampoco hay notas periodísticas que hablen de aquellos chicos, ni de su entrenador, ni de sus viajes, ni de sus logros, ni de la amistad forjada y ni de cómo marcó a cada uno de ellos esa efímera experiencia que en el mejor de los casos, duró dos años.
El equipo. Parados de izquierda a derecha: Juan Carlos “Pichi” Azzarri (entrenador), José Carrera, “Palito” Porfilio, Ricardo “Fideo” Rodrigo, Gustavo “Tachuela” Correa, “Tita” Rolandi, Carlos Alvarez, Alberto Byrne, Mariano Liébana, Tristán Briano (colaborador). Sentados: Alberto Jauri, Jorge “Pocho” Senra, Carlos “Mono” Bianchi, Jorge “Curupa” Grappassono, Jorge Correa, Juan Carlos Occhionero y Horacio Serafini. Faltan en la foto: “Cachi” Errazti, Alberto Rossi, Emilio Ciancaglini y “Gringo” Palena
La estadística que no tiene registro en los papeles formales pero va de boca en boca dice que el precursor de Los Indios fue Jorge Grapassono, alumno del Colegio Jesús Adolescente y fanático del rugby, y quien le propuso a Juan Carlos Azzarri que los entrenara, que Pichi conformó el equipo con chicos de 17 y 18 años, en su mayoría pertenecientes al colegio de padres, que en 1970 disputaron partidos amistosos con el único fin de jugar y que en 1971 compitieron en el torneo de la Unión del Rugby del Sur.
Que a esa cuarta división que inició la aventura rugbística tresarroyense -hasta ese momento se había ensayado algún partido entre amigos pero nunca se había formado un equipo con proyección de club-, le siguió la conformación de una sexta división que ganó un campeonato.
El gran DT
A Pichi Azzarri algunos lo dan como el responsable de la creación del equipo, aunque él nunca se hizo cargo de todo el mérito. “No fue tan arbitraria ni tan propia la decisión”, dijo a LA VOZ DEL PUEBLO una década atrás el ex profesor de Instrucción Cívica.
“Enterados de que yo había jugado, un grupo de alumnos me propuso que les enseñara”, indicó el escribano que se había criado en el barrio porteño de Belgrano y quien jugara de wing en Belgrano Athletic hasta los 21 años. “Durante muchísimo tiempo fui compañero de Guillermo Mc Cormick, el subcapitán del seleccionado argentino que le ganó a Sudáfrica, el día que lo bautizaron Los Pumas”, recordó en aquella oportunidad.
“Hubo que enseñarles desde lo más básico del juego y también del espíritu del rugby, que aquel tiempo era severamente amateur. Y lo aprendieron muy bien. Había chicos con muchas condiciones. Pero lo más importante es que se formó un grupo que supo asimilar la ética, la moral y el comportamiento caballeroso de un jugador de rugby”, explicó en una larga charla con el diario.
En 1970, José Carrera cursaba el 4° año en el Colegio Jesús Adolescente y hasta entonces jamás había tocado una pelota ovalada. Pero fue uno de los que se interesó en ese deporte, al que abrazó con cariño y dedicación. A casi 50 años del nacimiento de Los Indios, el hoy veterinario lo primero que destaca de aquella época es que Azzarri “además de enseñarnos a jugar nos transmitió el espíritu del rugby, que es mucho más que un juego y que el tercer tiempo es su verdadera esencia”.
La vida de Los Indios fue corta. A nueve meses de su formación se produjo la primera sangría, porque en 1971 la camada de los alumnos que el año anterior cursaron quinto año dejaron Tres Arroyos para concurrir a la universidad.
Al año siguiente ocurrió lo mismo con lo que quedaba de la base del equipo, y una temporada después se produjo el desmembramiento total. Coincidió además con la ida de Pichi Azzarri, quien fuera electo diputado.
“Fue una experiencia muy linda y muy exitosa desde lo humano, y lamentablemente corta”, sintetizó el escribano hace una década. “Yo no esperaba ganar campeonatos, quería incorporarlos al rugby y si bien no muchos siguieron jugando, quedaron afectivamente vinculados al deporte”, concluyó satisfecho el ex DT.
Pasaron 48 años, los primeros Indios nunca se volvieron a juntar como tales. Y pese a que una foto es apenas el testimonio material que queda de aquellos tiempos, el espíritu de ese equipo sigue vivo. Así lo indican los testimonios de quienes integraron aquel equipo. No hay dudas de que Pichi hizo un buen trabajo.
Fuera del rugby
Azzarri además de ejercer su profesión de escribano fue profesor de Instrucción Cívica e incursionó apasionadamente en la política, en la Unión Cívica Radical. Durante la presidencia de Raúl Alfonsín llegó a ocupar un lugar en el equipo de gobierno, como interventor en lo que fuera la Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina -SOMISA-.
En la década del 70 fue diputado nacional, presidió el Comité de la Provincia de Buenos Aires de la UCR y varias veces candidato a cargos partidarios en el comité Enrique Betolaza.
Escribano de profesión, político por convicción y rugbier por pasión. Así sería un arbitrario y apretadísimo recuerdo de Pichi Azzarri, quien falleció el último jueves en Buenos Aires.
