“Hace cinco meses que hice el primer reclamo”, asegura un vecino de Estrada al 500. Una pérdida en un caño madre, frente a un domicilio a pocos metros de la esquina de esa calle y Sadi Carnot, hace que el agua escurra de forma continua e ininterrumpida hasta la boca de tormenta ubicada a menos de 20 metros.
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El problema no es solo la pérdida, “que ya generó que se pierdan millones de litros de agua”, como asegura el vecino, sino que la boca de tormenta se encuentra obstruida, primero por basura y ahora también por hojas. Según su testimonio, el olor que el agua estancada y los desechos en descomposición generan provocó la llegada de roedores, que por las noches salen de allí e ingresan a los techos de las viviendas.
Visiblemente cansado de la situación y de reclamar en la Municipalidad, resalta el hecho de que en las facturas de agua, desde el municipio solicitan a los vecinos “cuidar el agua”.