Munai es esbelto, lleva traje a rayas, un enorme ojo curioso decora su alargada cara, debajo la sonrisa que recuperó al llegar al planeta de las flores. Es un bichito de luz que vive solito en una luna cuarto creciente y no puede ser feliz porque tiene en el centro de su pecho un enorme corazón amarillo que debería encenderse, pero…nunca se prende.
Munai quiere encontrar a alguien que lo ayude y solucione su problema. Quiere que su pecho se ilumine, ¡es un bichito de luz!
Un día, mientras se balanceaba solitario en su luna, vio a lo lejos un círculo de muchos colores, un planeta multicolor que lo atrajo, entonces como se sentía solo decide saltar hacia ese lugar tan colorido. Al llegar, encuentra miles de casas flores, decide golpear la puerta de una y entrar. Sube por la escalera caracol hacia una terraza en la que encuentra un bichito como él.
A partir de ese instante, acompañado por su nuevo amigo, recorre aquel planeta tan particular y tan diferente a su luna cuarto creciente. Conoce a una bichita de luz a la que ayuda y es después de un episodio muy especial cuando Munai enciende por primera vez su luz. Otro recorrido lo lleva a la flor escuela en la que hay bichitos de todos colores, bien diferentes unos a otros. Allí vive varias experiencias por las que se prende una y otra vez su luz y la de sus nuevos amiguitos. Cada vez que hay amor ocurre la maravilla que ilumina su amarillo corazón.
Munai no quiere volver a su luna porque descubrió que su luz se reparó en ese mundo florido. “Munai comprendió gracias a sus amigos qué debía hacer para ser feliz, no necesita a nadie que repare su luz porque ha descubierto el secreto para encenderla, ¿Ustedes ya lo descubrieron?”.
Esa es la pregunta que la autora del libro deja flotando para que cada niño o adulto que lea la historia de Munai y la responda en su corazón.
El libro
Ivone Verkuyl es maestra de plástica y en sus clases es habitual que a partir de un dibujo imaginario se arme un relato. “Siempre les digo a mis alumnos que piensen en algún bichito con la forma que quieran darle, que se pregunten de dónde viene y agreguen todos los detalles que salgan de su imaginación. Algunas veces trabajamos con figuras geométricas y las usamos para inventar esos bichitos y agregarles una historia”, cuenta la artista plástica y docente la motivación que nace en el aula y ella decide plasmar en un libro.
“Un día hice un dibujo imaginario que después llevé en tridimensión”, dice Ivone y corre a traer a su bichito de luz para que salude y sea parte de la entrevista. El nombre del bichito suena musical, “tiene una vibración especial y además escrito con ‘y’ griega significa amor -en quechua-”, expresa Ivone.
Munai se abraza con Ivone, sonríe y tiene la luz bien encendida. Parece que le gusta estar en la nota para invitar a todos los niños y sus familias que quieran compartir su historia el 20 de abril a las 19.30 horas en el Auditorio Padre Manyanet.
Ese día, el planeta de las flores que encontró Munai para vivir, va a estar en el hall de entrada del Auditorio Manyanet. También estará esperando a todos aquellos que quieran dejar un mensaje en el que se comprometan a hacer una buena acción.
Munai les ofrecerá un papelito blanco para que la escriban, y una vez que la depositen en una bolsita de buenos deseos, podrán tocar su pecho y seguramente la luz del amor se encenderá.
“El trabajo en el aula me inspiró para escribir el libro, algunas veces llegan niños tristes y buscamos junto a los otros niños que se sienta bien y en armonía con el grupo. Es un sueño mío, quería probar hacer algo que los niños disfruten desde otro lugar”, dice.
En tanto, menciona que “hoy en día se puede enseñar en base al currículum, pero tenemos que estar atentos a los chicos que muchas veces no tienen lápices u hojas o se quejan porque otro no les presta los útiles, por eso decidí poner mi granito de arena”, explica Ivone aquello que hizo cobrar vida a Munai, quien descubrió el secreto de su luz realizando acciones lindas. “Los chicos pueden sentir lo mismo que el bichito ayudando, prestando, escuchando”, agrega.
La presentación
La artista plástica trabaja en varias escuelas del distrito, en Cascallares , hace 19 años en el Colegio Jesús Adolescente, en la Escuela N° 13, en la 5 y en la 1. También lo hace en el Paraje La Josefina, donde Munai visitó a los chicos e hizo la clase de plástica con ellos.
“Lo más lindo fue que a lo largo del proceso del libro, al igual que Munai, encontré el secreto de la luz”, revela emocionada la docente.
Mucha gente se acercó a medida que se enteraba de que Ivone estaba escribiendo un libro que quería editar. “Compañeros de trabajo que se ofrecieron a ser parte activa en la presentación del libro, como Carolina Pérez o los profesores de música Soledad Diez y Ezequiel Suárez, que van a hacer una canción compuesta por ellos y será su regalo para todos los que lleguen el 20 de abril al Manyanet a conocer a Munai”, cuenta.
Y además agrega: “Una compañera de escuela rural que con mucho amor me ayudó a redondear el texto del cuento leerá un fragmento del libro en la presentación”.
Para Ivone, todo lo que se generó a través de Munai fue también la búsqueda de esa luz, como encontrar la editorial para el libro. “Me ayudó en eso Natalia Balul, y así me contacté con La Luna y el Gato -dos personas maravillosas- que entendieron que soy una maestra de plástica que quiere compartir su sueño y ayudar a los niños”, destaca.
¡Hay que animarse a encontrar el secreto que haga brillar nuestra luz interior! Munai puede ayudarlos.