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El verano demandó una intensa labor preventiva de los Guardavidas

El jefe del Cuerpo de Guardavidas de Claromecó, Germán Castro confeccionó un pormenorizado informe con todas las estadísticas de la pasada temporada 2017-2018. Al igual que como hizo el año pasado, Castro detalló todas y cada una de las acciones que llevó a cabo el personal a su cargo en cada uno de los puestos de la playa. 

Del análisis de dicho material se desprenden muchas conclusiones, quedando demostrado -por ejemplo- la gran cantidad de días de playa que tuvo el verano, confirmando que el clima fue un factor determinante de la temporada. 
También queda en evidencia que el mar no estuvo en las mejores condiciones, y estos dos puntos sumados hicieron que el trabajo preventivo fuera muy intenso.

El mar 
Desgranando el informe, puede observarse que la bandera que más flameó durante el verano fue la de Mar Peligroso, 132 veces, lo que hace un total del 56,15%. Es decir, de los cuatro meses que trabajaron los Guardavidas, más de la mitad de los días tuvieron, al menos en un tramo, mar peligroso. 
La bandera de Mar Dudoso fue colocada en 72 oportunidades, un 30,64%, y en contraposición, la bandera celeste que indica Mar Bueno sólo pudo ser expuesta en 17 ocasiones, 7,23%, y la bandera que indica tormenta flameó cinco veces.
En total, los guardavidas realizaron 20.056 intervenciones, de las cuales 14.424 fueron prevenciones. 
En materia de salvatajes, se establece un código numérico que indica la gravedad o peligrosidad y características del mismo. El Código 1 representa un rescate sencillo, el 2 y el 3 son acciones complejas, y el Código 4 es cuando la víctima necesita además primeros auxilios. 
El Código 6 de guardavidas significa niño extraviado en la playa. Otros ítems del informe indican sobre traslados de víctimas, picaduras de aguas vivas e insectos, intervenciones náuticas con embarcaciones, y acciones con kayaks, kite surf, y tablas de surf.
 
Intervenciones 
Un ejemplo, el balneario donde más prevenciones hubo que hacer fue Borneo, marcando que allí hubo un canal importante durante la temporada. Después vienen Parador 1 y Posta del Faro. Otro dato de relevancia que se desprende del escrito es la gran cantidad de gente que se da cita desde la Bajada de Dunamar en adelante. 
En pocos metros se produce cada verano un conglomerado de público extraordinario, e incluso peligroso, donde este verano hubo un accidente que por fortuna no pasó a mayores. Allí hubo 766 intervenciones de Guardavidas, y fuera de la zona de baño de Claromecó 605.  

Germán Castro

Una temporada con muchas horas en la playa

En diálogo con LA VOZ DEL PUEBLO, Germán Castro analizó los puntos principales del informe sobre el accionar de los Guardavidas en el verano. 
Explicó que “este año a la estadística le sumamos los datos del informe diario sobre rayos UV que brindamos durante todo el verano, y también la temperatura del agua. Datos que por ahí son menores comparándolos con los salvatajes, pero marcan el lugar donde estamos parados. Por ejemplo, el tema de los rayos UV es un servicio más que quisimos darle al turista, para tomar conciencia del peligro que representa exponerse sin protección al sol en horarios pico. Nosotros mismos tuvimos que tomar conciencia y cuidarnos mucho más, yo llegué a Buenos Aires y me decían que estaba muy blanco, es porque nos protegimos del sol con cremas y con vestimenta”. 
Respecto de las banderas indicativas del mar, Castro destacó que “en comparación con la estadística del año pasado, este verano el mar estuvo más benévolo que el año pasado, lo que marca la diferencia es la cantidad de días que se pudo disfrutar de la playa. Por eso tuvimos más trabajo en prevenciones, fueron muchas horas en la playa. Esto hizo que nosotros estemos mucho más tiempo, no tanto en el agua sino en la arena. En total hubo alrededor de 30 salvatajes menos que el año pasado”. 
Un caso especial 
El jefe de Guardavidas recordó que “si bien tenemos una zona de playa limitada, en realidad acudimos a cualquier emergencia que haya en toda la extensión. Todo eso se ve reflejado en las acciones que hemos hecho”. 
Castro hizo puntual referencia a un rescate complejo que hubo el domingo 7 de enero en la mañana, en la Zona Recreativa, concretamente en el puesto denominado Plumas Verdes. 
El salvataje se fue complejizando conforme avanzó, ya que se debió rescatar a las víctimas iniciales, pero también a varias personas que acudieron para ayudar. Fue cuando comenzó la bajamar y se produjo el arrastre hacia adentro, que se denomina “resaca”.
“Manteca” Castro aseveró al respecto que “en mi carrera como guardavidas recuerdo no muchos salvatajes de esas características, tal vez dos o tres más. Comenzamos yendo a buscar a dos personas y terminamos sacando a nueve. El operativo en este caso se vio reflejado al máximo, fue un rescate de riesgo, con un mar muy peligroso. En pocos minutos tuvimos que resolver todo, y minutos después tuvimos una intervención en la zona de los baños, por el mismo motivo, el comienzo de la bajamar y la `resaca´. En esos momentos de media bajante hay una masa de agua moviéndose, y ahí se genera el peligro”. 
Agregó el titular de los servidores públicos de playa que “por estos motivos también fue que generamos una charla con el público en la Escuela 11. Ahí mostramos el video de ese salvataje y explicamos las características del mar de Claromecó, siempre con el objetivo de prevenir”. 
Respecto de las picaduras, Guardavidas tuvo 425 intervenciones. Expresó Castro que “no se trata sólo de aguas vivas, también hubo abejas, de hecho tuvimos que hacer un traslado por ese motivo. Aguas vivas hubo muy pocas este año”. 
En Dunamar 
Sobre el punto de las intervenciones fuera de la zona de baño, y específicamente en Dunamar, el jefe señaló que “realmente es un tema complicado ese lugar. Se está pensando en tomar algunas medidas, porque baja una gran cantidad de gente. No podemos pretender que todo ese público vaya a la zona de baño porque no entraría, y también pasa para el otro lado, en Claromecó, pero es una zona más amplia. En la zona de la bajada de Dunamar se junta mucha gente, a nosotros se nos complica trabajar ahí. Si nosotros tenemos un campo visual accesible, podemos adelantarnos a los hechos, en cambio si no vemos nada, actuamos directamente sobre la emergencia. Hay veces que no se puede pasar por ese sector, o tenemos que bajar la velocidad al mínimo, ojalá que la temporada que viene se pueda reglamentar y ordenar. Este año hubo un accidente, que pudo haber sido grave. También se generan discusiones y peleas por la pasada, y hay veces que nos llaman a nosotros para intervenir. Se ha llegado al punto que se han visto zanjas o lomos de burro hechos con arena, para evitar el paso de otros vehículos, y eso también puede generar accidentes”. 
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