Señora directora:
Se acercan las elecciones y ya aparecen otra vez gallos viejos y desplumados que empiezan a cacarear, pero no tienen huevos para poner.
A quien me refiero. A muchos, que no hicieron nada bueno desde sus lugares y ahora dicen que Macri hace todo mal.
Hay un señor por aquí, que en lugar de ayudar a la policía a cortarle las alas a los delincuentes, o perseguir a los corruptos para que dejen de serlo, o ayudar a la gente joven a que trabaje y estudie, con lo que cobra como diputado, seguro que pronto va a empezar como hace un par de años a recorrer escuelas y regalar banderitas de cuarta tratando de hacer politiquería barata entre los crédulos. Banderas que al primer viento oeste se deshilachaban, como su programa.
Este señor es el que salió hace algunos días otra vez en una página entera en nuestro diario queriendo enseñar cómo hay que hacer ¡Por favor! Es el que se metió “no sé cómo” hace unos años en el Colegio Holandés, plantó un mastilito y colgó una bandera. Llevó un fotógrafo particular. Publicó una nota sin autorización. Hubo un disgusto tremendo. La comisión directiva se enteró por el diario. Gran indignación en toda la comunidad educativa. Los padres enojados. Yo como ex directivo durante muchos años, como loco redacté una carta virulenta y quise radicar una denuncia con una demanda de mil pesos por día de clase desde que el Colegio Holandés se fundó en Tres Arroyos en 1943-44 por querer dar a entender que nunca se había izado la bandera patria, cuando desde esa fecha y antes en el campo, se izó todos los días de clases.
Con buen tino la comisión directiva logró convencerme de que no lo haga. ¡Para no mezclar politiquería rastrera con los colegios! En la foto adjunta se puede apreciar lo que sucedió: No hay autoridades de la comisión directiva y ¿dicen que los recibimos? ¿Y los 700 alumnos dónde están?
Por favor, funcionarios que viven de nuestros impuestos, políticos, politiqueros, politiqueritos, politicuchos, traten de que los gremialistas que organizan paros no se queden con el dinero de los agremiados, que cuando tienen que ir al médico o comprar un medicamento se enteran que no le cubren nada sus mutuales.
Que controlen a los comerciantes e intermediarios a que no re-re-re marquen los precios. Que controlen a los grandes híper, a los grandes industriales y comerciantes de todo tipo que venden producciones primarias a 100, 200, 500 por ciento sobre el valor que cobra un productor, que generalmente vende su producción ya con flete pago. O sea puesto en Buenos Aires, o en puerto o en molino.
Argentinos, a las cosas.
Dejar de cacarear y poner algún huevo fértil. No se hace patria cacareando, hay que trabajar y producir.
En lugar de copiar a Venezuela o Cuba, miremos Canadá, Australia, Oceanía, Islandia, Japón, Europa.
Pedro Arnoldo Ouwerkerk
81 años de edad. Jubilado con 59 años de aportes y todavía aportando por estar en actividad
