Juan Francisco Ongarini es un tresarroyense que vive y trabaja en La Plata. Tiene 30 años y habitaba el departamento 3 del minicomplejo edilicio que el viernes por la noche fue arrasado por un incendio en el que, afortunadamente, no se registraron víctimas.
La mamá de Juan Francisco, Sonia Rybner, amablemente atendió la requisitoria de este diario anoche, entre el alivio y la alegría por el buen estado de salud con que su hijo atravesó el siniestro, en una noche que dejó sin casa a los moradores del lugar.
Parecía un viernes más, seguramente con programas de esparcimiento tras las obligaciones laborales de la semana, o con la sola idea de dedicar el cierre de esa jornada al descanso. Pero alrededor de las tres de la madrugada, una gata, perteneciente a Juan Francisco, dio la primera voz de alarma, determinante para los moradores del departamento 3 se despertaran y entendieran que algo -o todo- estaba mal en el edificio de la calle 40, entre 11 y 12.
El incendio había comenzado en la vivienda del fondo, la 4, y hasta allí fueron a avisar que el fuego había comenzado a devorarlo todo, pero no había nadie.
Según informes oficiales y el posterior peritaje de rigor, un problema eléctrico en el dormitorio de ese inmueble había dado lugar al siniestro, que se propagó de inmediato al 3, al 2, y al 1.
Según informes oficiales y el posterior peritaje de rigor, un problema eléctrico en el dormitorio de ese inmueble había dado lugar al siniestro, que se propagó de inmediato al 3, al 2, y al 1.
Así quedó el patio de uno de los departamentos
Las llamas pasaron a través del cielorraso, por el entretecho, dado que sólo hasta allí llegaban las paredes.
Llamaron a los bomberos, que según los propios damnificados y testigos consultados por el diario El Día tardaron “como una hora” en llegar.
Llamaron a los bomberos, que según los propios damnificados y testigos consultados por el diario El Día tardaron “como una hora” en llegar.
“Los chicos sintieron el humo, salieron y llamaron a los Bomberos, pero tardaron como una hora. Después, no podían entrar al departamento que estaba vacío, que fue donde empezó todo”, le contó Juan Manuel Vicente, vecino y propietario de un comercio en la misma cuadra al matutino platense, que destacó además que tal situación también fue expuesta por uno de los damnificados, quien apuntó que los bomberos apagaron el fuego y unas horas más tarde, alrededor de las 7 de la mañana fueron convocados nuevamente porque “había reaparecido debajo de una cama”.
Los Bomberos
También una fuente de ese cuerpo que estuvo cerca de la actuación indicó a El Día que “normalmente se responde en tiempo. Es extraño que se mencione una demora de una hora. En un incendio de estas características, en ese tiempo se hubiera consumido el edificio entero”. La fuente apuntó que se presentaron dos autobombas, con una decena de bomberos.
Las llamas demandaron una tarea de alrededor de 40 minutos.
Según señalaron los vecinos y confirmó la fuente del cuerpo de bomberos de la Policía, el fuego se propagó desde uno de los departamentos hacia el resto del PH a través del cielorraso. “El problema es que las paredes divisorias entre las viviendas llegan hasta el cielorraso y de ahí hasta la cubierta de chapa es todo lo mismo. Carecen de lo que se denomina muro cortafuego, entonces las llamas corrieron por allí y eso hizo que se afectara todo”, apuntó el especialista consultado.
Según señalaron los vecinos y confirmó la fuente del cuerpo de bomberos de la Policía, el fuego se propagó desde uno de los departamentos hacia el resto del PH a través del cielorraso. “El problema es que las paredes divisorias entre las viviendas llegan hasta el cielorraso y de ahí hasta la cubierta de chapa es todo lo mismo. Carecen de lo que se denomina muro cortafuego, entonces las llamas corrieron por allí y eso hizo que se afectara todo”, apuntó el especialista consultado.
Tal como se indicó en el barrio, los Bomberos de la Policía debieron volver a la escena, pero la fuente consultada en ese cuerpo aclaró que “no hubo un nuevo foco, si no que aparecieron vapores del agua que se utilizó. No obstante eso, ante la menor duda siempre se vuelve a movilizar una autobomba”.
Pero en medio de las causas y los detalles del siniestro, las pérdidas resultaron totales.
“Fue tremendo lo que sucedió y lo peor de todo es que el chico del departamento donde empezó el fuego no estaba en su casa y recién se enteró a la mañana, cuando vino a mi negocio y le conté yo”, lamentó Vicente.
“Fue tremendo lo que sucedió y lo peor de todo es que el chico del departamento donde empezó el fuego no estaba en su casa y recién se enteró a la mañana, cuando vino a mi negocio y le conté yo”, lamentó Vicente.
La cuota dolorosa la dio la pérdida del gato de uno de los habitantes del lugar y la atención veterinaria que demandó la gata de Juan Francisco, quien, recuerda su mamá, vivía desde hace tres años en el complejo. “Pero por suerte Juan Francisco está bien. Hablé con él enseguida, estaba impactado por lo sucedido, pero en La Plata también están algunos de mis sobrinos que lo ayudan y lo contienen para que pueda superar todo esto”, comentó Sonia Rybner, en el final del diálogo con este diario.