Los cantos que retumbaban en el vestuario fueron la fiel muestra de lo valioso e importante que fue el triunfo que obtuvo ayer el Tatengue ante Independencia. Con goles de Plaza y Tanno, Unión le dijo adiós al descenso y se aseguró estar un año más en la máxima divisional.
Pero no fue un partido sencillo para los dirigidos por Viana Beledo.
Porque en una cancha difícil y con una lluvia constante, debieron luchar para convertir e incluso para generar situaciones.
El primer tiempo fue chato. El juego se centralizó y los arqueros tuviera poca participación; recién a los 20 minutos un tiro libre de Auzmendi pasó cerca en lo que fue la primera aproximación al arco. Independencia comenzó a escalar en el campo de juego y tuvo un par de chances con Auzmendi y Gijsberts, respectivamente, mientras que para el Tatengue la única chance llegó a los 34, cuando Cejas fue al fondo y metió un centro para Plaza que, de volea, la tiró por arriba.
El primer tiempo fue chato. El juego se centralizó y los arqueros tuviera poca participación; recién a los 20 minutos un tiro libre de Auzmendi pasó cerca en lo que fue la primera aproximación al arco. Independencia comenzó a escalar en el campo de juego y tuvo un par de chances con Auzmendi y Gijsberts, respectivamente, mientras que para el Tatengue la única chance llegó a los 34, cuando Cejas fue al fondo y metió un centro para Plaza que, de volea, la tiró por arriba.
En el complemento, en la primera que atacó, Unión lastimó. Nuevamente un centro desde la derecha llegó al área y Plaza, que venía de atrás, lo remató al palo más lejano del arquero. El Ventarrón no encontraba respuestas y su jugada más clara fue un lejano remate de Cancina que casi se “cuela” por arriba de Ferretti.
El partido comenzó a trabarse nuevamente y así se desarrolló hasta los 40 minutos, cuando Tanno tomó el balón desde lejos y lo clavó por arriba de Ocaña. Gol, festejo y salvación para Unión, que se queda en Primera.