Los Tribunales de Bahía Blanca son sede de un nuevo juicio por un resonante homicidio que tuvo lugar en Coronel Pringles.
Maximiliano Saúl Castillo y Jonathan Pablo Morales están en el banquillo, acusados por el homicidio en ocasión de robo de Abel Contreras, de 71 años, un hecho que, como el crimen del adolescente Federico Margiotta, por sus características conmocionó y llegó a movilizar a la vecina ciudad.
Y a pocos días de la condena a prisión perpetua de Jorge Fabrizio y Pedro Martínez, los imputados por este último caso, ayer comenzó el debate oral y público sobre el homicidio en ocasión de robo de Contreras, registrado el 12 de enero del año pasado, en horas de la madrugada, y por el que son sometidos a juicio por jurados Castillo y Pablo Morales, ambos acusados por el grave delito.
Cabe destacar que el doctor Ricardo Gutiérrez, del Tribunal en lo Criminal Nº 1, es el juez técnico de la audiencia. Por su parte, el fiscal es Jorge Viego, mientras que Leandro Aparicio representa a los particulares damnificados y Pablo Radivoy y Maximiliano De Mira actúan en calidad de defensores de Castillo y Morales, respectivamente.
Hechos
En la investigación quedó acreditado que ambos fueron coautores del crimen de Contreras, cuando entraron a robar en su vivienda de Francia 1745, de Coronel Pringles, y lo golpearon causándole lesiones que el provocaron la muerte.
La víctima, con traumatismos en distintas partes del cuerpo, una fractura costal, contusión pulmonar y hematomas, falleció algunos días después en un hospital de Bahía Blanca.
La víctima, con traumatismos en distintas partes del cuerpo, una fractura costal, contusión pulmonar y hematomas, falleció algunos días después en un hospital de Bahía Blanca.
Según se estableció, los delincuentes escaparon con un teléfono celular, una cámara digital, una netbook del plan Conectar Igualdad, un revólver y dos cuchillos criollos de plata y oro.
Entre otros aspectos, se destaca la declaración de un amigo de Castillo, considerada como importante: “me mandé una cagada…”, le dijo el acusado.
Entre otros aspectos, se destaca la declaración de un amigo de Castillo, considerada como importante: “me mandé una cagada…”, le dijo el acusado.
“Estaba mamado, me mató la cabeza el Jona (por Morales), pero yo no le pegué, solamente le tapé la boca…”, le aclaró.
Y también fue relevante la declaración de una vecina de Contreras que, en la tarde previa, vio pasar a Castillo y otros dos por la casa de la víctima. (lanueva.com)
Y también fue relevante la declaración de una vecina de Contreras que, en la tarde previa, vio pasar a Castillo y otros dos por la casa de la víctima. (lanueva.com)