La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, aseguró que los argentinos “no quieren más atajos ni caminos fáciles” ni “un líder” sino “un equipo de toda la política y todos los argentinos”, al participar este mediodía de un almuerzo organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP).
“Si hace tres años les hubiera dicho que en el 2023 no iba a haber más barones del conurbano; que íbamos a hacer que toda la policía y los políticos bonaerenses tengan que presentar sus declaraciones juradas públicas; que íbamos a hacer una reforma como nunca antes en el sistema carcelario, que es muy profunda; que las madres pobres iban a dejar de ser sujeto del clientelismo de organizaciones políticas que las extorsionaban; que todas las guardias de los hospitales iban a funcionar; que cada bonaerense iba a tener una ambulancia si le pasaba algo en la calle, ¿hubieran creído que era posible?”, planteó Vidal.
Según la mandataria, “está hecho, fue posible. No es algo que va a pasar, es algo que ya pasó, que se hizo con transparencia, diálogo, honestidad, con los intendentes de todos los espacios políticos y en conjunto con el Gobierno Nacional. Por primera vez en muchos años, un presidente y una gobernadora trabajan en equipo”.
“La Argentina que cree que esto se resuelve con un líder, es la que fracasó los últimos 80 años”, prosiguió, y manifestó que “tenemos mucho que hacer todavía. La Provincia que viene, a la que apuesto, es una provincia conectada, donde los chicos tengan una educación de mejor calidad, donde las obras hidráulicas se terminen, donde se hagan obras productivas. Esta es una provincia enorme, llena de posibilidades”.
Vidal subrayó que los argentinos “no quieren más atajos ni caminos fáciles. Quieren un equipo de toda la política y todos los argentinos”, y remarcó que “empezamos y terminamos 1800 obras en los 135 municipios de la Provincia. Es un eje que vamos a seguir defendiendo no sólo por cómo le cambia la vida a la gente, sino porque las obras significan trabajo”.
“El crecimiento de la economía o la inflación puede hacer subir o bajar la pobreza, pero se combate de manera mucho más profunda. Es multidimensional, tiene que ver con el consumo, la violencia familiar, una madre sola con cinco hijos, con embarazo adolescente, con escuelas que no siempre están preparadas para sostener a los chicos en el secundario. Es mucho más que sólo ingresos”, finalizó la gobernadora.