El único móvil policial con el que cuentan las fuerzas de seguridad en Orense se quedó sin combustible mientras realizaban actuaciones en la casa de una de víctima de robo.
El hecho ocurrió durante el pasado fin de semana en una vivienda ubicada en la intersección de las calles 25 de Mayo y Alvear, donde reside Yanel Caraballo y su marido, a quienes sujetos desconocidos les robaron dinero en efectivo y distintos elementos aprovechando su ausencia.
Para entrar, los ladrones barretearon la puerta del frente. Una vez adentro del inmueble, se llevaron un monitor, un televisor de 39 pulgadas y dos computadoras, además de 3000 pesos con los que el matrimonio tenía pagar distintos servicios.
Hasta aquí todo tristemente normal.
Hasta aquí todo tristemente normal.
Sin embargo, fue la propia Caraballo quien reveló en medios radiales que el móvil en el que habían llegado los policías tras el llamado al 101 tenía problemas de abastecimiento de combustible que le impedían realizar su trabajo con normalidad en la propiedad que había quedado a oscuras.
Ante tal situación, LA VOZ DEL PUEBLO consultó al subcomisario Leonardo Ríos, encargado operativo de las dependencias de esa región, quien confirmó que el patrullero se quedó sin combustible al llegar al lugar del hecho durante el inicio de las actuaciones por “robo”.
“Fue una casualidad. Justo el móvil había tenido que trasladarse hasta la dependencia de Policía Científica en Tres Arroyos y por eso no tenía combustible. Nosotros tuvimos que hacer cuatro viajes. Los fuimos a buscar a Tres Arroyos, hicimos las pericias y volvimos a llevarlos, son cuatro viajes. Son más de 300 kilómetros”, argumentó.
La situación
En Orense se carga en un surtidor que funciona en el Corralón Municipal que existe en la localidad, al igual que en Claromecó, donde hay dos móviles, aunque en la actualidad funciona solo uno porque el restante se encuentra en un taller.
Las dos delegaciones costeras, a pesar de tener una distinta densidad demográfica y edilicia, cuentan con 18 efectivos en Orense y 20 en Claromecó, con uno y dos móviles, respectivamente.
Sin embargo, en esta época del año, la policía en Claromecó asegura que hay un 60 por ciento de las viviendas deshabitadas, lo que dificulta notablemente el mantenimiento de la seguridad, ya que al haber menos vecinos, el contacto preventivo también se reduce.
“Con un solo patrullero, se nos dificultó muchísimo hacer las recorridas preventivas. Si tuviéramos más movilidad, podríamos cubrir un espacio más grande”, observó Ríos, quien suele rotar el uso de móviles de Lin Calel y San Francisco de Bellocq cuando se juntan los problemas técnicos, que dicho sea de paso, son resueltos siempre con mecánicos locales.
“Con un solo patrullero, se nos dificultó muchísimo hacer las recorridas preventivas. Si tuviéramos más movilidad, podríamos cubrir un espacio más grande”, observó Ríos, quien suele rotar el uso de móviles de Lin Calel y San Francisco de Bellocq cuando se juntan los problemas técnicos, que dicho sea de paso, son resueltos siempre con mecánicos locales.
Buscar esa atención en Tres Arroyos, con los mecánicos de la Policía, demoraría mucho la normalización del servicio en las localidades afectadas, a riesgo de que los efectivos queden a pie, una circunstancia que ya se habría dado en otras oportunidades.
Por el momento, a raíz del hecho denunciado por Caraballo, se iniciaron actuaciones judiciales por “robo” en la UFI Nª16, a cargo del fiscal Gabriel Lopazzo.
