Platería, cuchillería, tejido, esculturas, cuero, madera, vitrofusión, herrería, indumentaria y chocolatería. La nómina de rubros fue ubicada en un carteles preparados por la Municipalidad, en el sector donde se desarrolló entre el viernes y ayer la 20ª Feria Nacional de Artesanos.
La carpa instalada sobre avenida Ituzaingó y el salón de usos múltiples de la Escuela Técnica fueron los lugares donde se distribuyeron los stands de artesanos locales y provenientes de diversos lugares del país. Dos espacios unidos, que vecinos recorrieron desde su apertura para tomar contacto con los expositores, observar lo que hacen y valorar su trabajo.
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Hasta avanzada la tarde, como informó LA VOZ DEL PUEBLO en su edición de ayer, habían concurrido aproximadamente 4500 personas. Los datos definitivos surgirán de la venta de entradas, aunque se debe tener en cuenta que los menores de diez años y personas con discapacidad accedieron de manera gratuita.
La Feria se concretó en un contexto económico nacional muy complicado. De todos modos, este diario conversó con parte de los artesanos y la evaluación del nivel de ventas era en general positiva. La continuidad de esta iniciativa, que integra el calendario anual de Tres Arroyos, tiene relevancia por la posibilidad de congregar a quienes llegan desde distintas ciudades, así como mantener un ámbito para la tarea de quienes realizan artesanías en nuestro medio.
La convocatoria tuvo una tendencia creciente con el paso de los días. Desde la tranquilidad del viernes, jornada en la que suele registrarse un movimiento limitado, más actividad el sábado y un movimiento mayor aún el domingo, con un buen cierre ayer que incluyó la presencia de familias en el predio por el festival del Día del Niño (ver aparte).
La Dirección de Cultura y Educación indicó que llegaron 85 feriantes. Se pusieron a la venta igualmente alimentos, para tener la opción de hacer una pausa y compartir el menú elegido en dependencias de la Escuela Técnica.
Un motivo de alegría haber recibido nuevamente a emprendedores, que a través de su oficio y conocimientos generan artículos pensando en los requerimientos de eventuales compradores. Veinte ediciones, con circunstancias que han ido cambiando y una actitud por parte de los expositores que trasciende a los obstáculos o dificultades que puedan surgir. El año próximo, volverán a estar para seguir siendo protagonistas de una práctica que los identifica.