El pasado día jueves, en instalaciones de El Agropecuario se llevó a cabo una charla en conjunto con la firma Bioceres/Rizobacter. Se presentaron novedades en inoculación de soja de alta tecnología, nueva presentación de cebo para control de bicho bolita Clartex xtra, fertilizante microgranulado Microstar CMB y portfolio de variedades de soja de Bioceres, con la gran incorporación del gen HB 4 de resistencia a sequía.
A cargo de las disertaciones, que fueron seguidas por productores y técnicos asesores, estuvieron los ingenieros Pablo San Román, Karen Kiehr y Martín Pascualetti.
Gen HB4
Un grupo de trabajo público privado dirigido integrado por investigadores de la Universidad Nacional del Litoral, el Conicet, e Indear, la empresa de I+D de Bioceres, desarrollaron la tecnología HB4 que permite obtener semillas más tolerantes a la sequía y con mayor productividad.
El HB4 es una tecnología desarrollada a partir del gen Hahb-4, que confiere a los cultivos tolerancia a la sequía y la salinidad, mejorando a su vez su productividad entre un 1 y un 25% sobre las variedades comerciales actuales. A diferencia de otros productos, este gen mejora la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés, sin afectar su productividad.
En 2002, luego de trabajar más de diez años en el estudio de la respuestas de las plantas al estrés, el equipo de trabajo de la Dra. Raquel Chan encontró que el gen Hahb-4 en girasol tenía como función activar los mecanismos de respuesta de las plantas ante el estrés abiótico (agua y sales) y biótico (otros organismos). Después de aislarlo y probar su efectividad en la planta modelo Arabidopsis thaliana, en 2004 la UNL y el Conicet patentaron el gen y lo licenciaron a la empresa argentina Bioceres para que transforme especies de interés agronómico y realice las pruebas a campo. En 2012, se extendió la patente original y se patentó el gen denominado HB4 modificado, que hoy se aprueba para ser comercializado en la variedad de soja.
Microstar CMB
En pos de una agricultura sustentable, la investigación y las nuevas estrategias de fertilización son clave para lograr mayor productividad. En esta línea, Rizobacter amplió su portfolio de microgranulados: a la ya probada mezcla química de nitrógeno, fósforo, azufre y zinc de Microstar PZ, introduce una nueva fórmula que complementa su desempeño.
Los fertilizantes microgranulados, provenientes de Europa, han abierto camino en una industria que no había tenido grandes novedades en las últimas décadas. Haciendo punta, Rizobacter comenzó a trabajar para posicionarlos como una herramienta eficiente para enfrentar los nuevos desafíos productivos. Progresivamente, su uso se fue adaptando a las distintas estrategias de fertilización ya existentes. Así, de la mano de la francesa DeSangosse, en 2012 introdujo al mercado Microstar PZ; y hoy lanza Microstar CMB como parte de una estrategia de ampliación de la oferta según necesidades nutricionales.
En numerosos casos, estas tecnologías reemplazaron a los tradicionales commodities. Debido a la alta eficiencia de uso generada por la posibilidad de aplicarse junto a la semilla, lo que -sumado a la virtud de ser rápidamente disueltos- asegura una gran disponibilidad de nutrientes en un momento de alta criticidad para la planta y el cultivo.
También se han destacado por vehiculizar nutrientes que poseen dos características bien marcadas: por un lado, la poca movilidad en el suelo y, por otro, la complejidad de dosificar para que estén disponibles en forma temprana y cuya respuesta sea cada vez más notoria.