El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, consideró este miércoles que los diez rugbiers detenidos por el homicidio de Fernando Báez Sosa, el sábado a la salida de un boliche de Villa Gesell, “tuvieron la intención de matarlo” y aseguró que aguardan para la semana próxima el resultado de un peritaje “clave” que comparará las marcas que quedaron en el cuerpo de la víctima con las zapatillas secuestradas en la causa.
Los diez jóvenes oriundos de la ciudad de Zárate que permanecían este mediodía detenidos por el hecho, tras la liberación del último aprehendido, Pablo Ventura (21), están imputados por el delito de “homicidio agravado por concurso premeditado por dos o más personas”, que prevé una pena de prisión perpetua.
Dos de los acusados, Máximo Thomsen y Ciro Pertossi, fueron imputados por la fiscal del caso, Verónica Zamboni, como “coautores”, mientras que el resto está acusado de ser “partícipe necesario”, por haber “impedido que los amigos de Fernando pudieran ayudar”, dijo Escoda.
“Teniendo en cuenta la cantidad de personas que agreden, el carácter de los golpes, la forma, y la violencia nosotros sostenemos por ahora desde la fiscalía que la intención claramente era dar muerte”, señaló al canal TN y radio La Red.
El fiscal consideró que a partir de que “a un persona que está prácticamente desvanecida y se la sigue golpeando”, se sostiene la existencia del “dolo homicida”.
Escoda señaló además que en el momento en el que fueron detenidos, los jóvenes acusados fueron sometidos a exámenes de alcoholemia, los cuales dieron resultado negativo. (DIB) FD