Por Rodrigo Márquez, de la agencia DIB.
Rubén Magnano, campeón olímpico con la Selección Argentina de Básquet en Atenas 2004, dijo una vez, en un campus para chicos en Córdoba: “Ese es el club hoy: un molino de viento ante la tempestad”. En tiempos de coronavirus, esos molinos, la célula madre del deporte argentino, debieron cerrar sus puertas y muchos corren el riesgo de no poder volver a abrirlas.
Instituciones todopoderosas no le escapan al crudo contexto y por ejemplo Barcelona redujo el salario de sus futbolistas profesionales para “minimizar el impacto económico que la crisis del coronavirus está provocando”. Lo mismo hicieron Bayern Múnich y BorussiaDortmund, en Alemania, y Juventus, en Italia. Si a ese nivel el golpe se siente, que queda para aquellos que viven de la cuota social de un puñado de socios.
Hasta ahora, las disposiciones del Gobierno nacional priorizaron con lógica la cuestión sanitaria y a los sectores de la población más vulnerables. Sin embargo, las entidades de bien público como lo son los clubes todavía no recibieron la caricia de alguna medida que los ayude a paliar los efectos de la tormenta. “Al día de hoy no hay ninguna resolución que nos mitigue, aunque sea en parte, la pérdida económica que estamos teniendo”, le aseguró a DIB José Mariano Pérez, presidente de Huracán de Tres Arroyos. “Estamos a la espera de algún enunciado de las autoridades acerca de la situación de los clubes”, expresó por su parte Marcela Fernández, presidenta de Deportivo La Plata.
En el marco de esta dura realidad, nueve asociaciones de básquet de la provincia de Buenos Aires elevaron una nota a la Federación para poner a disposición sus instituciones afiliadas y canalizar a través de ella la solicitud de una serie de medidas.
La Plata, Bahía Blanca, Esteban Echeverría, Chivilcoy, Partido De La Costa, Necochea, Tres Arroyos, Mar del Plata y Punta Alta firmaron el documento para así intentar, en conjunto, visibilizar una situación que no está siendo atendida. En el caso de La Plata, además, envió el mismo petitorio a las autoridades municipales de la ciudad.
Las medidas que solicitan implementar son la compensación mínima del 50% de los haberes de los empleados de cada institución y el medio aguinaldo por los próximos tres meses; la reducción de cargas sociales al 50% por 180 días a partir de que se recupere la actividad; que se reprogramen los vencimientos bancarios, impositivos (nacionales, provinciales y municipales) y de servicios (luz, agua y gas) en un plazo de 180 días a partir de que se recupere la actividad; la disponibilidad de líneas de crédito blandas en todas las entidades bancarias del país; que se eleve un cuadro de necesidades y urgencias de las instituciones; que se canalicen por medio de la Federación el otorgamiento de subsidios.
“Hago hincapié en los clubes de barrio. Esos clubes que, por más pequeños que sean, albergan sueños e ilusiones de crecer. Ahí se necesita contención. Hay que darles fomento y cuidarlos”. Las palabras de Magnano invitan a no olvidarnos, en estos tiempos difíciles, de esas instituciones que son formadoras de personas y también el primer eslabón de todo deportista.
Distintos lugares, mismas necesidades
La crisis provocada por la pandemia del coronavirus impacta en diferentes lugares del mundo. En la provincia de Buenos Aires, los ecos retumban en distintos rincones, sin distinción.
“La situación de los clubes en Mar del Plata es igual que en toda la Provincia y toda la Nación. Son entidades que necesitan ingresos para poder subsistir y lamentablemente muchos de ellos no están cobrando la cuota de varias disciplinas”, contó Jorge Dasso, presidente de la Asociación Marplatense de Básquetbol. Por su parte, Marcelo Pallotti, máximo dirigente de la Asociación Bahiense de Básquetbol, afirmó: “En Bahía las instituciones tienen diferentes dificultades de acuerdo al sector donde se encuentran, pero el común denominador es la pérdida de ingresos y de la posibilidad de mantener estructuras y crecimiento”.
En Tres Arroyos los clubes permanecen cerrados desde hace 15 días y buscan salir delante de manera conjunta. “Las asociaciones estamos realizando un planteo con la idea de poner sobre la mesa la cuestión sobre la situación actual de los clubes, sobre todo las dificultades que van a tener que afrontar hacia adelante. Hemos presentado esta iniciativa junto a algunos sectores de la sociedad civil, como por ejemplo la liga de fútbol, para hacer una gestión colectiva. Expusimos la problemática frente a los concejales de nuestra ciudad y ante el secretario de deportes”, manifestó el titular de la Asociación Tresarroyense de Básquetbol, Martín Goizueta.
En Bahía la premisa también consiste en unir fuerzas ante un enemigo en común. “Formamos un grupo de trabajo deportivo entre básquet, fútbol, rugby y hockey donde la acción está enfocada en recaudar fondos para la realización de los análisis de portabilidad del virus. El mismo grupo trabaja en el desarrollo de un plan de contingencia para presentar al Municipio”, explicó Pallotti.
Las dificultades, como lo dice Dasso, pasan por “el pago de sueldos, cargas sociales, alquileres y demás obligaciones en lo económico”. Es por ello que las instituciones deportivas necesitan atención y así, en un futuro, poder reabrir sus puertas y ser actores clave en el proceso de reconstrucción.
Futuro Incierto
En Argentina es casi seguro que la cuarentena se extienda y los especialistas dicen que lo peor está por venir. En ese contexto, el futuro de los clubes de barrio es una incertidumbre.
“Sería muy triste para cualquier ciudad encontrarse con un club cerrado después que pase todo esto. Pero no lo sabemos así que no podemos arriesgar una opinión”, expresó Jorge Dasso. El presidente de la Asociación Marplatense de Básquetbol agregó que es “sumamente importante” que las entidades de bien público “salgan ilesas” ya que son “necesarias para la vida y el día a día de los ciudadanos”.
Desde Tres Arroyos, Martín Goizueta ofreció su punto de vista: “No sabría decir si puede llegar a estar en riesgo alguna institución de no reabrir las puertas, pero sí creo que se requiere de algunas medidas para que esto no suceda”. Su colega de Bahía Blanca, Marcelo Pallotti, sentenció: “No lo debemos permitir como sociedad y todos tenemos que colaborar”.
Deportivo La Plata: “Panorama desalentador”
Deportivo La Plata, al igual que la mayoría de las instituciones de barrio, vive “de la cuota social más la de cada disciplina”, como lo afirma Marcela Fernández, su presidenta. Con las puertas de las instalaciones cerradas, afrontar las obligaciones monetarias se vuelve una odisea.
“El panorama es realmente desalentador. Al estar suspendidas todas las actividades no podemos tener ningún ingreso. Nosotros sumamos la cuota social más la de cada disciplina y después eso lo usamos para el pago de los sueldos y hacernos cargo de los impuestos”, contó Fernández.

José Mariano Pérez
Huracán de Tres Arroyos: “Un 80 % de los ingresos se han visto afectados”
Uno de los clubes que más sufrió la suspensión de actividades por la pandemia del coronavirus es Huracán de Tres Arroyos. “Un 80 % de los ingresos se han visto afectados”, informó a DIB su presidente, José Mariano Pérez.
“Tenemos sueldos, servicios, cargas sociales, aportes previsionales, cuotas de moratorias y cuentas a proveedores que pagar, lo que será cancelado con dinero ahorrado para otros fines, como por ejemplo reparaciones o mantenimiento de infraestructura”, aseguró Pérez, y agregó que hasta el día de hoy “no hay ninguna resolución” que ayude a mitigar el golpe. (DIB)