Señora directora:
El coronavirus: ese que no conocemos, a qué vino, por qué en el mundo y no “en algunos países” ¿Casualidad? ¿Tiene estrategias morales el coronavirus?
Estoy convencida que nos interpela fuertemente. Interpela nuestra construcción moral. Qué poderoso es nuestro enemigo invisible!!!
1. “Nos mueve muy fuerte”, o nos aquieta-paraliza, nos insta a trabajar junto a “ese otro que está ahí” (ese que siempre estuvo, pero… ¿lo vimos, lo miramos?)
2. Destruye certezas, es incierto. Y por esta misma razón destruye falacias. Por ejemplo, cuando debo comprometerme con la norma en favor de todos. Acá, entonces, no puedo recurrir a la falacia muy común “porque sí…” o sea no hago algo porque sí. Tampoco puedo recurrir a la falacia “porque todos lo hacen” , o sea si él/ ella no se comprometen ¿por qué tendría que hacerlo yo? Tengo moralmente que comprometerme porque es “bueno para todos”
3. Permite des-idealizar. Permite, ver a los líderes desde “el lugar de lo humano”. Ya no idealizado, sino viéndolos, a muchos de ellos como grandes líderes… payasos.
4. Permite ver quién se pone al frente liderando, quién intenta estar a la altura de las circunstancias, y quiénes no lo están. Se nota, se nota en el discurso cauteloso, en las ojeras. Y se nota quiénes no tienen esta fuerza. Se nota.
5. Permite, repito, interpelarnos: ¿qué puedo hacer desde mi lugar? ¿por qué unirnos? ¿ por qué nos “sopapea” la mezquindad en su máxima expresión? Entonces , ¿tiene moral el coronavirus? ¿ nos enseña algo? No se sabe… Sí sé que nos da la oportunidad de aprender… para algunos ( aunque suene terrible), la última oportunidad. Sí sé que podemos tener compasión. Y a propósito no digo empatía. He leído una definición interesante de una autora.
Empatía: ponerse en el lugar del otro. Pero…dice…los torturadores, cuando torturan, se ponen en el lugar, les gusta que sufran. Por tanto uso el término compasión. Tenemos una gran oportunidad de aprendizaje. Cuando se vuelva a las aulas se podrá trabajar infinidad de veces con herramientas que nos ayuden a ser autónomos, sin necesidad de policía por cada habitante, etc.
Tenemos oportunidad.
Por último, aplaudo de pie a quienes nos están cuidando, a médicos, enfermeros, paramédicos, personal de limpieza en salud, recolectores de basura y todos aquellas/aquellos que están en la cadena de producción.
Por un mundo mejor, donde todos tengamos lugar para vivir.
Elisabet Luján Brusatori