A los 76 años, Carlos Prieto se destacó en el Gran Fondo 7 Lagos
Salió segundo en su categoría, en una competencia de 110 kilómetros de recorrido que realizó por primera vez. Expresó que “no es un milagro, siempre me entrenó en serio y con respeto, porque lleva mucho esfuerzo”. Daniel Ravella lo convenció de participar
El domingo pasado se llevó a cabo una nueva edición del Gran Fondo 7 Lagos, la competencia de mountain bike, bici de ruta y e-bike que une las ciudades neuquinas de San Martín de los Andes y Villa La Angostura. Carlos Prieto participó por primera vez, a partir de una propuesta que le realizó Daniel Ravella, y vivió una experiencia muy valiosa.
Se trató de un verdadero desafío, porque el trayecto a cubrir es de 110 kilómetros en un paisaje de montaña, con características muy diferentes a nuestra región. “En Tres Arroyos no tenemos la altitud para entrenarnos y las lomas que se necesitan para preparar una carrera de estas características”, explica Prieto en un diálogo con La Voz del Pueblo.
Tiene 76 años y desde hace tres que no competía. Daniel Ravella, quien lo acompañó en la entrevista y también participó en la carrera, lo invitó e insistió hasta convencerlo: “Me dijo ‘tenés que ir, aparte si vas haces podio’ -cuenta Carlos Prieto-. Al poco tiempo me lo volvió a proponer, me pidió que lo hable con mi familia. Son más de 3000 competidores, no sabía si iba a resistir. Pero cuando empecé a entrenar me sentí muy bien y tomé la decisión de sumarme”: Inició su preparación a mitad de año y en muchas ocasiones salió a practicar junto a Daniel Ravella, sobre lo cual valora que “es importante tener un grupo o alguien que te exija. Yo estimaba tardar cuatro horas y media, tardé 4 horas 12 minutos, es un motivo de satisfacción”.

En su categoría hubo 17 ciclistas y finalizó segundo, “a cinco minutos del primero. Me gustó mucho la carrera, me sentí muy bien. Pese a los 76 años, me sirvió como experiencia de vida, hubo gente muy linda que me encontré. No solamente se disfruta de la carrera, sino de toda la actividad previa y posterior, los encuentros con tus pares, conocer personas y lugares”.
Para acceder a más información sobre el recorrido, observó videos de ediciones anteriores. Puntualiza, a modo de ejemplo, que “hay un tramo que se sube caminando, con la bicicleta a cuestas. En otro se avanza a muy poca velocidad. Y los últimos 17 kilómetros bajas con mucha rapidez, pura adrenalina. La mountain bike la sentí cómoda, no tuve inconvenientes”.
Considera clave estar bien entrenado. “De lo contrario, no corro. Trato de llegar al 100 por ciento si es posible”, indica. La falta de competencia en los últimos tres años constituyó una dificultad, porque “si tenes cinco o seis carreras previas, sabes cuánto podes exigirte. Yo hice la mitad del Gran Fondo 7 Lagos tranquilo y en la segunda parte di el resto, podría haber arrancado un poco más fuerte desde el principio pero lo planifiqué de esa manera porque no estaba seguro”.
El deporte y la vida
Es un encuentro que tiene alcance internacional. Daniel Ravella comenta que “llegan participantes desde países limítrofes, algún español también intervino. En distintas categorías, hubo otra gente de Tres Arroyos que corrió, como lo ha hecho años anteriores, y la performance que tenemos en ciclismo es muy buena. No contamos con lomas en nuestra zona, pero sí el viento que es constante y sirve para entrenar”.
Es la quinta vez que intervino y sentía mucha confianza en la capacidad de su amigo. “No estaba preocupado, pero sí ocupado en que Carlitos pudiera llegar, no le pasara nada y tuviera el desempeño que yo sabía que podía conseguir”, señala.
En su análisis, admite que “si bien no conozco mucho de ciclismo en Tres Arroyos, entiendo que hubo excelentes ciclistas, mucho mejores que Carlitos, pero no con la vigencia a través del tiempo que logró él”. Y subraya que “la actitud lo hace todo, en forma independiente de la edad. La actitud y la disciplina para cada orden en la vida, pero sobre todo en lo deportivo, te va a llevar bien lejos”.
En este sentido, Carlos Prieto afirma que “la actitud en el deporte es la misma que tenés en la vida. Doy hasta el máximo siempre, yo soy así. No es porque empecé a correr en bicicleta, antes y en otros ámbitos también fui igual; competí en duatlón, maratón, di todo y soy muy disciplinado para entrenar”.
Le gustaba mucho jugar al fútbol y formó parte de planteles de El Nacional hasta los 29 años. En inferiores, tenía los partidos el sábado y el domingo corría en bicicleta. “Desde los 29 y hasta los 39 años hice un impasse, nacieron mis hijos. Iba al gimnasio, me cuidaba, pero tiempo para salir a entrenar no había. Esos diez años no corrí y tampoco cuando fui presidente de la Asociación de Ciclismo, entre 1990 y 1998, no correspondía ser dirigente y competir”, argumenta.
Relata con precisión los inicios del rural bike en el distrito, “junto con el Paisano Ramírez. Se corría desde el puente faraónico o desde la zona de Anselmo hacia abajo. Ahí se hacían las carreras con bicicletas de hierro -menciona con una sonrisa-. Pesaban 20 kilos”.
Corrió en Necochea, Mar del Plata, Olavarría, Tandil, entre otras ciudades. “En el rural bike gané más de cien carreras, no solamente acá sino en toda la provincia de Buenos Aires. No lo digo por nada, es la verdad. Cualquiera que viajó conmigo -porque nunca manejé un vehículo, siempre me llevaron- lo sabe. No me interesó figurar, mientras se enteraran mi familia y mis amigos que me apoyan para mí estaba bien”, sostiene.
Son triunfos que generaron orgullo “porque yo represento a Tres Arroyos. Me siento bien con lo que hice. Tuve la suerte de ganar, a veces se necesita porque no te caes o no sufrís una pinchadura que te puede dejar afuera. Sufrí algunos accidentes bastante duros, pero es parte del deporte”.
Su oficio con un comercio de bicicletas le permitió estar “rodeado de ciclistas. Me encanta dar consejos, no importa si después los toman o no, mucha gente que iba a comprar bicicletas me preguntaba cómo era mejor empezar, la alimentación y otros aspectos. Decían que la adquirían para andar, pero no iban a correr; después se entusiasman, una vez que probas, no paras porque te hace bien”.
Al respecto, dice que “es muy lindo no solamente la competencia sino como te sentís, con la mente despejada. Te levantas muy bien a la mañana. Un tipo que anda en bicicleta a los 70 u 80 años es porque anduvo toda la vida, yo hago los mandados en bicicleta. Nunca tuve un vehículo, me podría haber comprado aunque sea un Fiat 600. Pero me encanta andar en bicicleta, al aire libre, me la paso saludando gente. Es mi manera de vivir”.
Acompañamiento
Define a su mujer Marta como “una santa. No solamente me aguanta, sino que me apoya. Prepara la comida, la ropa, todo. Si hay resistencia o desacuerdo en fu familia no se puede; tengo acompañamiento, enseguida me dijo que vaya al Gran Fondo 7 Lagos”.
Deja en claro que “siempre tengo pensado ganar, ahora después si gana otro mejor lo felicito. Hasta el minuto final dejo todo, incluso a un ciclista de una categoría menor, le quiero ganar igual”. Vuelve a sonreír y expresa que “soy competitivo, me pasas en bicicleta en la avenida San Martín y yo te corro. Lo he hecho, me ha pasado un pibe en una mountain bike, yo voy en la de mujer con la que hago los mandados, y me pongo a la par”.
En un mensaje a los chicos que se inician en el ciclismo, destaca que “no es un milagro poder competir a los 76. No soy un ser humano diferente. Sí lo que hice en mi vida es ser respetuoso con lo que hacía, porque lleva mucho esfuerzo. Entrenar en serio, tener la oportunidad de ganar y sobre todo, beneficiar la salud. Es una actividad para disfrutar”.
En ocasiones, toca estar “con el viento en contra, a menor velocidad. Es un esfuerzo grande, a su vez meritorio. Y una alegría para mi cuerpo por el contacto con lo más maravilloso que tenemos que es la naturaleza, que no la pagamos, no nos cobran nada”.
Con énfasis, hace un pedido e invitación: “¡Salgamos a disfrutar de la vida! No nos encerremos a mirar televisión. Si vivimos mal, aunque lleguemos a tener muchos años, en nuestra vejez estaremos hechos bolsa, no podremos subir una escalera o ir a hacer un mandado. Denle a la bicicleta, es realmente lindo”.

Para no olvidar. Daniel Ravella y Carlos Prieto hablaron sobre las vivencias en el Gran Fondo 7 Lagos
“Es un logro grandioso”
La palabra de su amigo. Expresa, con mucha alegría, que “estaba seguro que le iba a ir muy bien”
Daniel Ravella elogia la actitud de Carlos Prieto. “Quedó demostrada no sólo la capacidad física, sino la cabeza que tiene para competir. Corrieron 17 en su categoría, independientemente de que es meritorio el segundo puesto, hubo gente que tardó tres horas más que él”, explica.
Le otorga relevancia a que “el tiempo que hizo Carlitos, de 4 horas 12 minutos, está dentro de los rápidos. Quien menos tardó fue tres horas, un ciclista joven entrenado que está corriendo a nivel nacional. Yo necesité 3 horas 26 minutos y hay una diferencia de edad superior a 20 años con Carlitos”.
En su descripción de la jornada de la carrera, comparte una anécdota: “Cuando llegamos, no lo habíamos visto porque hay aproximadamente 3500 corredores. Y Carlitos no usa teléfono celular. Habían pasado más de seis horas desde la largada y seguíamos esperándolo. Resulta que se encontraba atrás nuestro, llamándonos por parlante”.
Entre quienes formaron parte del grupo, señala que “con nosotros fue Esteban Cerri” y dice de inmediato que “de Tres Arroyos tuvo una actuación destacada Diego Valcarce, es la primera vez que corrió en este encuentro e hizo un tiempazo. Anduvimos todos bien”.
Para Daniel Ravella, que haya intervenido Carlos Prieto es lo más importante. “No podía no permitirme el privilegio de poder dar una mano en logística, de que él pueda ser protagonista en la carrera, sabía que iba a estar a la altura de las circunstancias. Incluso si hubiera tardado más, pero que disfrute de esta propuesta multitudinaria. En uno de los lugares más icónicos de la ruta 40”, afirma.
Es una actividad “de nivel internacional” con una organización que cuida todos los detalles. “Hay ambulancia, seguridad y el tránsito queda cortado. Dispone de gran tecnología en todos los dispositivos y equipos que se utilizan -enumera-. Es una carrera que está creciendo a pasos agigantados”.
Así lo refleja la presencia de ciclistas de élite, como ocurrió el año pasado con la inscripción del sanjuanino Nicolás Tivani. “Van los mejores y Carlitos alcanzó un tiempo excelente. Es un logro grandioso. Sé las estrategias que tiene, lo estudioso que es y estaba seguro que le iba a ir muy bien, como finalmente sucedió gracias a Dios”, concluye.
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