“Al mar no hay que temerle, hay que tenerle respeto”
El jefe de Guardavidas de Dunamar, Germán Castro, analizó lo que fue la primera quincena en su sector de la playa claromequense y valoró el trabajo realizado por los encargados de generar la seguridad en la costa
Pasó la primera quincena de enero, y hasta la fecha no ha sido un verano muy cálido, obviando lo que fue el mes de diciembre, con una temperatura baja, mucho viento y precipitaciones. En cambio, enero fue una ensalada de condiciones climáticas, con días espectaculares, para despertarse, ir a la playa y quedarse hasta que se va el sol, pero también con varios días frescos y de lluvia.
Los guardavidas son los ojos de la playa. Ellos están los mejores días y los peores, entonces para conocer cómo viene la temporada hasta el momento, Germán Castro, el jefe de Guardavidas de Dunamar, dio su punto de vista.
En primer lugar, destacó la coordinación de las playas: “Desde que arrancamos esta temporada, el 15 de noviembre con la coordinación de Marcelo Di Francesco, realmente es un aporte súper positivo, un tipo de mucha experiencia, que aportó un montón de herramientas para que podamos afrontar esta temporada, como hace muchos años, de la mejor manera”.
Comenzando desde lo que fue el inicio de la temporada para los guardavidas, tuvieron que afrontar un mes de muy poco movimiento turístico, como lo fue diciembre: “El clima no nos acompañó casi para nada en el primer mes de trabajo. Recién a fines de diciembre y la primera quincena de enero tuvimos algunos días muy buenos de playa, y otros días fue muy variable el clima”.
Con la baja actividad turística y el mal clima, el cuerpo de Guardavidas de Claromecó y Dunamar aprovechó para seguir realizando prácticas y entrenamientos en la playa: “Viendo el mal clima que teníamos, nos sirvió mucho en esta temporada las prácticas y los entrenamientos, aprovechamos los días feos para hacer foco en eso”.
Los días tan cambiantes hacen que un día pronosticado como feo esté con la playa tranquila, pero cuando se sabe que vendrá un día de sol y calor para la costa, el trabajo para los guardavidas se intensifica: “Los días de trabajo tenemos mucho trabajo, porque la gente se vuelca masivamente a la playa. En el caso de Dunamar, tenemos un dibujo costero en la zona de baño, para el lado de la bajada vieja, donde tenemos canales y canaletas que están trabajando mucho, entonces tuvimos bastante trabajo en lo que es rescate. En esta primera quincena tuvimos algunos accidentes en los médanos, que nos tuvimos que trasladar, y con respecto a lo náutico también hemos asistido a un par de motos de agua con accidentes de sus tripulantes y también los kayaks. Son rescates normales para nosotros, pero dio la casualidad que tuvimos bastante actividad”.
Playa distinta
En Dunamar la playa es distinta, ya que la zona de baño no cuenta con una gran extensión, por eso también extienden la cobertura con puestos móviles: “Tenemos un plantel de 10 guardavidas a la mañana y 11 a la tarde, los viernes, sábados y domingos que no hay francos. Después en la semana somos un 20/30 % menos, así está distribuido el personal. Nuestro diagrama de trabajo son dos puestos fijos, en Kuyem y Borelli, y dos puestos móviles donde tenemos la moto de agua, que va moviéndose según el lugar donde pueda operar mejor, y el otro puesto móvil es la camioneta, donde tenemos todos los elementos de primeros auxilios, la tabla rígida y todo lo que necesitamos para trabajar”.
Hay situaciones donde tienen que realizar un salvataje por fuera de la zona de baño: “Nos ha tocado algunas situaciones esta primera quincena, y salimos con el móvil terrestre, con cuatro guardavidas y la moto de agua para resolver las situaciones que se planteen”.
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De las herramientas más útiles con las que cuenta el equipo de Guardavidas son las motos de agua: “Fue muy importante el aporte de las dos motos de agua con sus camillas, nos da una mano grandísima a la hora de solucionar y afrontar diferentes rescates, ya que en Claromecó y en Dunamar no solamente resolvemos una situación de bañistas, sino que también damos una mano y ayudamos mucho a lo náutico”.
Al turismo, para que tengan precaución y puedan disfrutar de la playa con suma tranquilidad, Castro le recomendó “que vengan a la zona de baño, porque ahí es donde vamos a estar atendiéndolos y cuidándolos. Siempre en la zona de baño van a estar más protegidos, informados, y también estamos nosotros cerca para que nos vengan a hacer las consultas que sean necesarias. Y si van afuera de la zona de baño, con mucha precaución, no hay que tenerle miedo al mar, sino hay que tenerle respeto”.
Tenerle respeto al mar es fundamental, porque hay que entender, tanto para aquellos que lleven años disfrutándolo, y los que se acercan por primera vez o en un lapso menor de tiempo: “Todo lo que es el frente costero de Dunamar hasta el caracolero, tenemos unos canales que están trabajando mucho y hay que tener cuidado con eso. Nosotros conocemos y agradecemos a la gente local que también nos da una mano, porque cuando ve a familias que vienen por primera vez, y se bañan en la famosa piletita, que es la boca del canal o la Canaleta, los acomodan. Eso también nos es un apoyo para nosotros, porque estamos focalizados en la zona de baño”.
Para finalizar, hizo hincapié en cómo interpretan el mar los guardavidas, teniendo en cuenta que la peligrosidad del mismo tiene que ser considerada para todo el que se meta: “Hay un montón de detalles que nosotros pensamos a la hora de hacer prevenciones y la gente de a pie no la sabe. Hay distintos criterios, pero no siempre se piensa en un adulto. Muchas veces pensamos en lo que le puede hacer el mar a un niño de 10 años y no a un adulto, que tiene más herramientas y puede estar el mar bueno, pero para un niño es peligroso porque está bajando o porque las canaletas están trabajando. Hay que trabajar en prevenir”.
Además, agradeció a todo el cuerpo de Guardavidas y valoró el esfuerzo que realizan todos a lo largo de toda la temporada. Y remarcó la importancia de tener a mano el número que entrelaza la seguridad de toda la localidad, conecta a Bomberos, Prefectura, Guardavidas y al Hospitalito de Claromecó. Un teléfono que permite un rápido accionar de los servidores públicos de la localidad balnearia: 2983 46 30 80.