Campeones ayer, hoy y siempre, con Gregorio García, arquero consagrado de Atlético Tucumán
Gregorio García fue al arquero de Atlético Tucumán en aquel campeonato que ganaron en Tres Arroyos, por penales, frente a El Quequén. 64 años después de su obtención, la AFA lo oficializó, y bordaron la estrella sobre el escudo del Decano. Recuerdos imborrables que Goyo compartió con La Voz del Pueblo
Por Juan Falcone
Finalmente, después de 64 años de espera, se confirmó una noticia que fue disruptiva en el mundo deportivo. En el Aniversario número 122 de Atlético Tucumán, el presidente de la AFA Claudio “Chiqui” Tapia, confirmó que aquella Copa de Campeones que jugó y ganó hace 64 años en Tres Arroyos, tiene valor oficial.
La final mencionada se disputó el 30 de enero de 1960 en la cancha de El Nacional, y si Atlético Tucumán tiene su estrella, en nuestra región también tenemos motivo de alegría, ya que la AFA reconoce aquella histórica participación de El Quequén en la Copa de Campeones, tiene validez oficial, por lo que el club cuenta con un subcampeonato nacional.
Claramente, el paso del tiempo es duro, y gran parte de los planteles de ambos clubes no pudieron presenciar este emotivo momento, pero algunos jugadores de aquella gesta estuvieron presentes en la celebración de este campeonato.
Ya lejos de ponerse los guantes, con mucho camino recorrido, y una familia formada, Gregorio García, arquero de Atlético Tucumán, se volvió a sentir futbolista nuevamente, y pudo celebrar el título junto a los hinchas del Decano, que un participante de aquel equipo logre disfrutar de esta estrella que se borda sobre el escudo del conjunto albiceleste no tiene precio.
Y Gregorio, mejor conocido como Goyo, hoy en día cada vez que se va a acostar, ve aquellas imágenes del campeonato ganado y se puede ir a dormir con el sabor a gloria, que, a partir del 27 de septiembre del corriente, su nombre está escrito con letras doradas en la historia grande del equipo tucumano.
Pasaron 64 años, pero los recuerdos aparecen como si hubiera sucedido ayer para Goyo, que en diálogo con La Voz del Pueblo detalló la emoción con la que vivió este hecho: “No lo puedo explicar porque me emocionó mucho. Fui un jugador simple en mi intimidad, tuve mi momento bueno, pero en este momento, que tengo 90 años, recordar un partido jugado 64 años atrás, a esta altura viene semejante homenaje y la gente me pedía fotos. A esta altura, que tengo 90 años, es una página que vuelve a tener su color después de 64 años. Algo muy emotivo de parte mía”.
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El partido
Nos trasladamos al 30 de enero de 1960, salen al terreno de juego los dos conjuntos, y bajo los tres palos de Atlético Tucumán se encontraba Goyo, que según trascendió en aquel momento, se atajó todo: “Tuve la suerte de que las cosas nos salieron bien, El Quequén era un equipo bien plantado, que venían de eliminar a una gran cantidad de equipos que representaban la zona, no era cualquier cosa. Hubo varios remates de Gamero que pude atajar”.
El Decano se puso en ventaja de manera temprana, pero el encuentro con el pasar de los minutos se les puso cuesta arriba: “Hicimos un gol a los 7 minutos de comenzado el partido, Alberch lo hizo en una pelota no tan peligrosa, pero que le picó mal a Bosich, por el estado del terreno de juego”, declaró.
Aun así, el empate le llegó a El Quequén en el segundo tiempo, cuando corrían 25 minutos en el cronómetro, García explicó como vivió aquella jugada: “Temprano, en el segundo tiempo, con una pelota pasada al segundo palo, empató el partido Villar, que definió de palomita”.
Más complicado se tornó el partido para el conjunto tucumano cuando por una lesión se quedaron con un jugador menos en la cancha: “Nos quedamos con diez jugadores porque Hugo Ginel -que también estuvo presente en la cena del aniversario- se desgarró y no podía seguir jugando. Entonces el director técnico bajó a Tejerina a que cubra la plaza del número tres”, marcó.
Goyo remarcó que El Quequén después del empate fue superior, y tuvo varias chances, pero “viste como es el futbol, cuando no es un defensor, es el arquero, sino un offside, y no lograron superar ese uno a uno”.
Hasta que llegó el momento de la gloria, la tanda de penales. En aquella época, los penales los ejecutaba solo un jugador por equipo, siendo Ochoa el encargado para el conjunto oriental y Martín Canseco para el equipo tucumano: “Cuando Canseco metió sus cinco penales, era el turno de Ochoa, y tenía la versión de que él, con la diestra, iba a apuntar hacia mi pierna derecha. Tal es así que el primer penal que me pateó fue a ese lado, y alcanzo a manotearlo, pero no pude vencer la velocidad de la pelota y entró igual”, marcó García.
Pero Goyo insistió con ese costado, y seguía tirándose a su lado derecho, y en una búsqueda similar a la actual, comentó su estrategia para que Ochoa no se sienta cómodo a la hora de patear: “Todos los penales que pateó, yo no me quedaba parado. Yo me movía de un lado para el otro, y buscaba desorientar al que pateaba. Y cuando llegó el cuarto penal, Ochoa lo desvió y le pegó al palo, y con eso pudimos triunfar nosotros”, explicó.
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La celebración
Desde el momento de la obtención, ese título para la comunidad de Tucumán significó mucho. Fue un antes y un después para la carrera de Gregorio: “Esa final causó un montón de cosas, en mi personalidad, en mi vida y en todo. Yo era un jugador amateur, el futbol de Tucumán era amateur, no cobrábamos ni teníamos un estatus profesional, porque los equipos profesionales estaban en Buenos Aires”.
Incluso este triunfo revolucionó a la gente en Tucumán, no solo por la presencia de políticos al momento de la final, sino por el recibimiento que tuvieron cuando llegaron a la capital: “Ya de por sí, el gobernador de Tucumán, don Celestino Gelsi, asistió al partido para darnos un apoyo. A medida que ganábamos, la efervescencia del público tucumano iba en aumento. Cuando llegamos a Tucumán, el avión no podía aterrizar por la gente que había en la pista, estaban todos enloquecidos con lo que había pasado”, señaló.
Y es que no era el mismo Atlético Tucumán que hoy en día, que milita en Primera División, en aquella década el futbol del interior no tenía la misma fuerza: “Era algo impensado, éramos amateur, la repercusión que tuvo eso enteramente deportiva fue maravillosa para nosotros. Subimos a un micro con el plantel y tardamos 4 horas para llegar al estadio de la cantidad de gente que había”.
Ayer, hoy y siempre
Luego de que la AFA durante años les niegue la posibilidad de reconocer como oficial aquel título, en la celebración del aniversario del club finalmente se confirmó, y fue como volver a revivir la obtención de aquel campeonato: “Yo me río, no es normal que me pidan fotos a mi, después de tantos años. A los artistas se los admira, pero no estaba previsto que la gente venga y nos pidan fotos a mí y a Ginel”.
Goyo resaltó que es una emoción muy grande, porque “eran aguas que ya estaban frías”, pero con este reconocimiento vuelven a tener esa calidez, y a recibir el cariño por lo jugado: “Arriba de mi cama tengo la foto de los penales que sacó El Gráfico, dos por tres la veo y, son gratos recuerdos. Eramos equipos del interior, un equipo madre de Tucumán, no teníamos mucha prensa, pero hoy rebalsó el vaso y se cayó lleno de fama, a dónde voy me preguntan del partido, hay gente que me aplaude y yo lo tomo como una recompensa de lo que uno jugó, nada más”.
Gregorio, el 1 de aquel equipo que pasó a la historia, concluyó que a pesar del paso del tiempo, estos recuerdos y esta celebración lo hacen recordarlo como si hubiera sido ayer: “Es mucha emoción, pero ha pasado mucho tiempo para seguir emocionando, se han enfriado esas aguas. Sin embargo, ahora volvieron a salir, con el motivo de esta fiesta, y volvemos a hablar como si hubiésemos jugado ayer, pero es muy lindo”, concluyó.
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Años pasaron de aquel campeonato, hasta que el 27 de septiembre de 2024 la AFA lo oficializó