“Capacidades diferentes no tienen que ser oportunidades diferentes”
Esa es la forma de trabajar y el perfil de lucha que tiene Claudio Cristaldo, donde con su trabajo en la bajada accesible semana tras semana en Claromecó con los baños asistidos, ayuda a que personas con movilidad reducida o discapacidades físicas a que también puedan disfrutar del mar
Claudio Cristaldo desde hace años que protagoniza grandes esfuerzos para que la playa de Claromecó sea apta para todo el mundo. Para que aquellas personas con movilidad reducida o discapacidades físicas puedan tener el mismo disfrute sobre la arena y adentro del mar. Cristaldo dialogó con La Voz del Pueblo, y explicó que su objetivo es “siempre luchar porque las personas con capacidades diferentes, con movilidad reducida, puedan tener la misma oportunidad de disfrutar de la playa y del agua”.
Todo comenzó cuando Claudio era presidente de una institución, y empezaron a buscar que Claromecó tenga una bajada accesible: “En el 2016, mediante una institución que yo formaba parte, pudimos lograr realizar la primera bajada accesible. Y ahí fue el comienzo de los baños asistidos, yo formaba parte del equipo asistiendo”.
Hace cuatro temporadas que Claudio Cristaldo está al mando de los baños asistidos, en la bajada ubicada en avenida costanera y calle 30. Su trabajo consiste en que “cuando llegan a la playa, me solicitan si se pueden bañar, los acomodo en la silla, los aseguramos con los cinturones de seguridad, para que la persona se sienta segura. Y después ingresamos al agua, siempre de manera lenta y progresiva, para que no vaya a sufrir ningún susto la persona que se baña. Y después vamos hasta donde la persona esté a gusto”.
Además, algo que destacó fue que no es algo común la presencia de bajadas accesibles y de sillas anfibias en los balnearios que hay a lo largo del país: “No es común, y me gustaría personalmente que esto siga creciendo, avanzando y replicándose y que con el tiempo sí sea común, y que estén disponibles en todos los balnearios, que todo el mundo tenga la posibilidad de contar con este servicio. Lentamente va creciendo, pero no es común”.
Este servicio gratuito trabaja todos los días, en horario corrido desde las 11 hasta las 18, pero con posibilidad de extenderse según el clima: “Nosotros estamos desde las 11 hasta las 18 en un día normal, y si el día está bueno, que es un muy lindo y largo día de playa, estamos hasta las 20”.
El significado de ayudar
Esta vocación, de luchar para que la playa sea apta para todos, y dedicarse hace cuatro veranos consecutivos a ayudar a que las personas con discapacidad puedan bañarse en el mar y disfrutar de la playa en plenitud es algo que para Cristaldo genera “una satisfacción enorme, porque para mí no hay precio que lo pague, más que la satisfacción de ver a la persona cuando la estás ayudando, mientras está entrando al agua y ver como disfrutan. Yo disfruto igual que ellos o incluso más. Lo vivo con pasión, lo hago con muchas ganas y siento la misma satisfacción que siente la persona que estás bañando”.
Y cada historia, cada persona que descubre que puede disfrutar del mar en Claromecó y Dunamar con todas las comodidades y medidas de seguridad correspondientes, es emocionante. Cristaldo recuerda algunas historias de ellas, pero marcó que “emotivos son todos los baños que hago, porque todos los días vas teniendo experiencia nueva. Hace unos poquitos días llegó un chico de Quilmes de 38 años, que no conocía el mar. No había entrado nunca, no había tenido la oportunidad de conocer el agua ni de bajar a la playa. Y esa fue una sensación difícil de olvidar, porque cuando empezamos a avanzar en el agua, el disfrute de ese pibe fue algo difícil de olvidar y muy satisfactorio”.
Cristaldo explicó que su objetivo es “siempre luchar porque las personas con capacidades diferentes, con movilidad reducida, puedan tener la misma oportunidad de disfrutar de la playa y del agua”
Para tener en cuenta
Las personas con discapacidad tienen la posibilidad de disfrutar del acceso a las playas del distrito tresarroyense, con bajadas adecuadas y la propuesta de baños inclusivos.
En Claromecó, con la intervención de la Oficina de la Secretaría de Desarrollo Social y la colaboración permanente de Playas Limpias en el mantenimiento y Claudio Cristaldo en la atención de todo lo relacionado con descenso, silla anfibia y baños adaptados. Además, el balneario situado en Dunamar también cuenta con el servicio brindado por el parador.
En Balneario Orense, el equipo a cargo de Daniel Civetta realizó significativas mejoras en la bajada accesible del Balneario.
En cuanto al Balneario de Reta, este medio se comunicó con el Delegado Diego Zynchenko “En todos los paradores hay, además de la que está en bajada de La Albufera. También hay sillas anfibias en los paradores Walter´s y Rako´s”.
La discapacidad puede ser permanente o temporal, una persona con muletas por ejemplo requiere una bajada accesible. Tener estos espacios permite que todos puedan llegar hasta la playa, son fundamentales para las personas con discapacidad y sus familiares.
En definitiva, implica fortalecer el camino de la diversidad y la convivencia.