Comprobado: hacer “home office” con nuestra mascota reduce el estrés
Nuestros amigos de cuatro patas ya son parte de la familia. Y estudios recientes aseguran que la presencia de las mascotas mientras trabajamos aumenta nuestra capacidad productiva. ¿Qué más podemos pedir?
Por Florencia Mascioli
El “home office” es una modalidad de trabajo remoto en el cual un trabajador desempeña las mismas tareas que podría desarrollar en una oficina, pero desde la comodidad de su hogar.
Lo interesante de todo esto es que de acuerdo a varios estudios realizados en diferentes países del mundo, trabajar acompañados por nuestros perros o gatos podría mejorar nuestro rendimiento de modo tal que aumenta nuestra capacidad a la hora de trabajar.
Una investigación desarrollada en la Virginia Commonwealth University, demostró que aquellos que trabajan teniendo un perro al lado, experimentan menos estrés. Ahora bien: ¿cómo se comprobó? Los investigadores tomaron muestras de saliva de los trabajadores de una empresa y las conclusiones fueron contundentes: quienes tenían contacto durante más tiempo con sus mascotas, presentaron niveles muchos bajos de cortisol (la hormona del estrés) que aquellos que no tenían animales.
Además, de acuerdo a otro estudio desarrollado en México, quienes conviven con un perro o un gato en su espacio de trabajo sienten menos estrés en comparación con aquellos que no lo hacen. Y esto, sin dudas, mejora nuestro clima laboral porque aumenta la motivación, la interacción y la sensación de felicidad en las personas.
Cuando estamos frente a una computadora y tenemos cerca a nuestra mascota, tenemos la posibilidad de hacerle un mimo o una caricia entre mate y mate, y la jornada laboral se hace menos agobiante. ¿Qué mejor que mirar para el costado y tener a nuestro perro acurrucado mirándonos con ternura o a nuestra gata a upa ronroneando?
Trabajar de forma remota es más divertido y menos tedioso cuando se nos sube a upa nuestro animalito y nos pide cinco minutos de caricias. No hay nada como ir a calentar la pava para renovar los mates y que nos siga, detrás, nuestro perro moviendo la cola. Ni hablar de levantarnos temprano a la mañana y que el frío tresarroyense no sea tan sacrificado porque podemos hacerlo con nuestro amigo de cuatro patas subido a nuestra falda.
Y ojo: que el beneficio no es solo para nosotros, sino para nuestras mascotas también. Porque cuando nos vamos a trabajar quedan muchas horas esperándonos. Pero cuando estamos con ellos, pasan menos tiempos solos y el bienestar emocional es compartido.