Dellarciprete había dejado la medicación psiquiátrica y se negaba a internarse
El autor del triple crimen y posterior suicidio no podía trabajar bien a raíz de las somnolencia que le producía el medicamento. No obstante, de los testimonios recogidos ayer en la Fiscalía, no se desprende la existencia de actitudes que hayan permitido imaginarse el trágico desenlace
El autor de la tragedia más grave de la historia local era una persona muy querida en su entorno, tranquilo, pero psiquiátricamente enfermo.
Fernando Dellarciprete (40) había tenido que dejar su trabajo en Maltería Quilmes debido a que, el cumplimiento de un tratamiento para superar un trastorno paranoide que padecía, le impedía cumplir con los horarios rotativos que tenía en la firma.
Según pudo saber LA VOZ DEL PUEBLO a través de fuentes judiciales cercanas al expediente que ayer siguió profundizándose con la declaración de la psiquiatra y la psicóloga que atendían a Dellarciprete, además de sufrir esta patología, el autor de la muerte de su propia familia, había empezado a dejar de tomar la medicación como estaba prescripto y también habría hecho caso omiso a la idea de internarse en el área de Salud Mental del hospital Pirovano.
Sin embargo, a pesar de todo, nadie jamás llegó a imaginarse que esta situación iba a decantar en semejante desenlace.
Así, Dellarciprete finalmente había dejado la Quilmes hace seis meses, oportunidad en la que adquirió un camión con el dinero de la indemnización. Sin embargo, una falla seria en su motor, le habría impedido desarrollar su sueño y, si bien, el dinero había llegado a ser una preocupación importante en su vida, nunca le hizo pensar a nadie en lo crítica que era su situación económica.
Tal como indicaron fuentes del caso a este diario, como parte de su patología, él aseguraba que se sentía amenazado o víctima constante de distintos episodios acerca de los que creía que eran dirigidos a él.
El peor final
Así, en la mañana del miércoles, comenzó el raid criminal asesinando a su propia esposa con un corte en el cuello que terminó desangrándola. Luego, retiró a los chicos de los distintos establecimientos educativos a los que asistía, Tiziano en la Escuela Agropecuaria y Francesco en el Jardín N°903, y tras emprender un viaje con destino incierto por la ruta 228, terminó estrellando el auto de su esposa contra unas plantas, antes de ahogar a los chicos en un lecho de agua cercano al punto donde posteriormente se arrojó a las ruedas de un camión que viajaba desde Necochea hacia Tres Arroyos.
Ayer, en ambos centros educativos no se dictaron clases e incluso, en el Jardín 903, se realizaron reuniones de padres para orientarlos en la comunicación con sus hijos al respecto sobre el tema.
Al mismo tiempo, en otro colegios se habló del tema para informar a los padres sobre cómo encarar la realidad.
En la faz estictamente judicial, la doctora Ramos asumió la totalidad de las causas. Por un lado, el femicidio y, por otro, el “doble homicidio calificado y suicidio”.
Por el momento, sólo restaría abrir los teléfonos de ambos, para analizar lo que Ramos considera “las últimas medidas” antes del cierre de la causa, en el marco de las cuales, además, ayer también se realizó la autopsia de los cuerpos en Necochea y la posterior entrega a sus familiares.