Diez años de la labor transformadora de Huellas al Futuro
La Asociación Huellas al Futuro cumple una década desde su creación, consolidándose como una pieza clave en la comunidad de Tres Arroyos. Lo que comenzó como un sueño impulsado por la preocupación por la malnutrición infantil, hoy es una realidad que ha cambiado la vida de cientos de niños y sus familias
Con un enfoque en la nutrición, la educación y el empoderamiento, la Asociación Huellas al Futuro ha demostrado que el compromiso y la solidaridad son el camino para construir un futuro mejor. En este aniversario, celebra no solo los logros alcanzados, sino también la promesa de seguir dejando huellas profundas y duraderas en la vida de quienes más lo necesitan.
A pura alegría
Para conmemorar una década de trabajo comprometido, Huellas al Futuro decidió celebrar junto a los verdaderos protagonistas: niños, niñas, docentes y auxiliares de los Jardines asistidos que día a día construyen esta historia. Cada jardín se vistió de fiesta como si fuera un cumpleaños, con tortas, velas, globos, guirnaldas y sorpresas para todos. Los festejos estuvieron cargados de risas, canciones, juegos y delicias como sándwiches, alfajores y muffins. “Cantaban el feliz cumpleaños a un compañero imaginario, pero ellos eran los más felices”, compartió una de las voluntarias.
Las emociones de quienes forman parte de esta iniciativa no tardaron en aflorar. “No existe mayor satisfacción que ver la sonrisa de un niño”, expresaron. “Cuánto amor y dedicación puesto en este proyecto, y ellos nos han respondido con el corazón”, agregó otra “Huellera”. Las vivencias de estos días fueron un recordatorio del valor incalculable de cada pequeña sonrisa. “Me llenó el corazón ver esas caritas felices”, fue una de las frases más repetidas entre las voluntarias, quienes no pudieron ocultar la emoción de haber compartido un momento tan especial con quienes son el motor de Huellas al Futuro.
El origen de un sueño
La historia de Huellas al Futuro comenzó con conversaciones entre amigos, sueños aparentemente inalcanzables y una profunda preocupación por los niños de Tres Arroyos que sufrían de malnutrición.
“No fue fácil diseñar un modelo que pudiéramos escribir en un papel y que fuera posible de plasmar en acciones concretas. Hubo muchas charlas, idas, venidas, hacer, deshacer para volver a hacer y sumar gente que aportará ideas,” escribió en el cuaderno de memorias una de sus fundadoras, María Marta Naveyra.
El proyecto nació de la necesidad de nutrir a los niños pequeños, cuyas carencias nutricionales afectan su desarrollo cognitivo, en un entorno donde, paradójicamente, se producían alimentos en abundancia.
Inspiración y primeros pasos
El 2 de abril de 2014, la visita de Margarita Barrientos, una reconocida activista por su trabajo social, fue un catalizador crucial para el proyecto. “Hablar con ella y conocer su majestuosa obra fue totalmente inspirador. Nos grabó a fuego la idea de la transparencia en la gestión. Si se trabaja honestamente, la gente cree y es muy solidaria,” señaló Naveyra. Esta conversación reforzó en los fundadores la importancia de la transparencia y la honestidad en la gestión, elementos esenciales para ganar la confianza y solidaridad de la comunidad.
En julio de 2014, un grupo de personas se reunió con la intención de formalizar una institución que ayudará a alimentar a los niños menores de cinco años de los jardines más vulnerables. Así nació la Asociación Civil “Huellas al Futuro”, una entidad sin fines de lucro y apolítica, con la firme decisión de evitar la influencia de donaciones políticas directas.
Objetivos claros y acción decidida
Huellas al Futuro se estableció con tres objetivos principales:
-Por qué: La asistencia alimentaria estatal era insuficiente, especialmente en cuanto a nutrientes esenciales.
-Para qué: Proveer a los niños la oportunidad de alcanzar su potencial genético y mejorar su calidad de vida.
-Para quiénes: Dirigido a niños menores de cinco años, quienes no son alcanzados por los comedores escolares.
Logros y crecimiento
Desde su inicio, Huellas al Futuro se ha financiado a través de cuotas de socios, aportes de empresas y eventos de recaudación de fondos. Su primer gran logro fue la entrega de alimentos al Jardín 916 en octubre de 2014.
En 2015, entendiendo que la educación es la base del cambio, la asociación organizó talleres de cocina y nutrición para la comunidad. Con el tiempo, ampliaron su alcance a otras localidades, diversificando su ayuda con alimentos ricos en proteínas y vitaminas, y asegurando una entrega constante y semanal de estos recursos durante todo el ciclo lectivo.
Consolidación y nuevas iniciativas
Para 2019, Huellas al Futuro había crecido significativamente, atrayendo a más voluntarios y organizando eventos para recaudar fondos y apoyar diversas actividades educativas. Esto llevó a la creación de “La Escuelita”, dentro del espacio cedido por la ONG “Un Mundo divertido con vos”. Un ambiente para ofrecer apoyo escolar integral, ayudando a personas de todas las edades a mejorar sus habilidades académicas. De igual modo otra escuelita para los niños del barrio Villa Italia, funcionó en el Hogar de Ancianos.
Durante la pandemia, la asociación se adaptó a las nuevas necesidades, financiando la conexión a internet para estudiantes que lo necesitaban, asegurando así la continuidad de su educación. También implementaron cursos de peluquería, cocina y pastelería para capacitar a las familias, con el objetivo de romper el ciclo de pobreza.
Impacto en la comunidad
Huellas al Futuro ha impactado profundamente en la comunidad, no solo a través de la asistencia alimentaria, sino también mediante la educación y el empoderamiento. Ejemplos conmovedores incluyen enseñar a leer y escribir a personas adultas que, a pesar de su edad, nunca habían tenido la oportunidad de aprender.
En jardines y escuelas
Actualmente, Huellas al Futuro continúa su misión asistiendo a varios jardines y escuelas en diferentes barrios. Entre ellos se encuentran el Jardín 916 en Villa Italia, el Jardín 911 en el barrio Benito Machado, el Jardín 920 en el barrio Virgen de la Carreta, el Jardín 902 en la Escuela 18, el Jirim 8 en La Horqueta, y el apoyo en la localidad de Orense en Jardín 904 y Escuela 47.
Las tres ideas fuerza
La labor de Huellas al Futuro se basa en tres ideas fuerza fundamentales:
-Fomentar la solidaridad: A través de la participación de socios, donaciones y la colaboración de instituciones como el Colegio N. Sra. de Luján, Colegio Holandés y la EATA.
-Alimentar para educar.
-Educar para crecer en valores: Esto condujo a la creación de “Las Escuelitas”, cuyo objetivo es brindar apoyo escolar desde una perspectiva más integral y enriquecedora.
La premisa
La premisa principal de Huellas al Futuro es “ir despacio pero a paso firme”. Esto significa que, cuando la asociación asume el compromiso de ayudar a un jardín, esa ayuda se mantiene con la entrega de alimentos una vez a la semana durante todo el año lectivo. Las meriendas permiten reforzar la alimentación de estos niños y niñas con queso port salut, milanesas de carne, huevos duros, bananas y masitas dulces.
Las milanesas se han convertido en el alimento distintivo de la asociación, tanto por su valor nutricional como por su aceptación entre los pequeños.
Cambio y esperanza
Huellas al Futuro es un testimonio de cómo la solidaridad, la educación y la perseverancia pueden transformar vidas. Su compromiso inquebrantable con la transparencia y la mejora de la calidad de vida de los niños, las niñas y sus familias sigue siendo un ejemplo inspirador de lo que se puede lograr cuando una comunidad se une para enfrentar desafíos comunes.
-Texto adaptado por Dolores Pérez Müller, basado en las memorias que redactó María Marta Naveyra
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