El Maserati de Francisco de la Cal: una máquina que pide pista
El tresarroyense Francisco de la Cal trabaja de lleno en su taller para finalizar la construcción de un Maserati 300S. Compartió su experiencia con La Voz del Pueblo
Francisco “Kiko” de la Cal es un apasionado de los autos. Un tresarroyense que se desempeñó como acompañante y piloto en distintas competencias de automovilismo deportivo a nivel local, regional y nacional.
Supo dedicar su vida a la parte instrumental de los autos especialmente en materia de electricidad y tableros, legado que siguió de su padre y que hoy sigue llevando a cabo en menor medida. El presente lo tiene activo, ya que actualmente en su taller está ultimando detalles para culminar la construcción de un Maserati 300S.
En un diálogo con este diario, el protagonista de esta historia manifestó que “estoy haciéndola porque yo compré lo que es la carcasa (carrocería) en el Museo de Juan Manuel Fangio (Balcarce) un día que fui de visita. Es un auto que usó el ídolo argentino en sus carreras en Europa. Son réplicas hechas en Argentina, me entusiasmó la idea de poder armar una y encaré el proyecto en 2019”.
Y agregó que “Luis del Canto me dio una mano con el chasis, recuerdo que en el museo nos dieron todos los planos del auto para arrancar desde cero. Es un trabajo que lo hice tranquilo y a largo plazo, el cual está próximo a terminarse luego de muchas horas de dedicación. Faltarán dos meses aproximadamente para tenerlo listo y en marcha paseando por la ciudad. Quiero agradecerle a Luis porque fue quien me empujó a encarar este sueño”.
Con entusiasmo, reconoció que tiene en mente estos días probar el chasis y analizar su comportamiento general para luego “colocarle la carrocería y terminar con los accesorios finales”.
Además, contó que fueron muchas cosas las hechas “a mano”, como por ejemplo “el copiado de la cerradura de puertas, el capot, lo instrumental, es decir, hice todo lo más parecido posible. Te diría que tiene un 95 por ciento de similitud con el original, obvio que hay cosas que no las pude hacer por el valor de las piezas, pero lo que estuvo a mi alcance lo hice. Muy contento por el resultado”.
Sobre las características principales que presenta este importante vehículo, dijo que “la mecánica es toda Fiat 125. Lo preparé y lo reformé un poco porque el motor es muy similar, nada más que las tapas de válvula van con tuercas cromadas. Me hubiera gustado ponerle un motor Maserati pero sale una fortuna (risas)”.
Por último, “Kiko” se refirió a las tareas finales que le restan para ponerlo en marcha y salir a la calle. “Me queda hacer la instalación eléctrica a nueva, esto es prueba y error. Estoy feliz porque en breve podré ponerlo en marcha a rodar”, concluyó.