Esperando la Nochebuena en el Hogar de Ancianos
Cómo se preparan los abuelos del Hogar tresarroyense para pasar la Nochebuena. La felicidad de poder reemplazar seres queridos por nuevas amistades y experiencias
Por Enrique Mendiberri
Los retratos de su vida muchas veces nos permiten asociarlos con el olvido o el desamor. La llegada de las Fiestas, en no pocos casos, no basta para cambiar las cosas.
Sin embargo, en el Hogar de Ancianos de Tres Arroyos existe una atmosfera propia.
La mayoría de los internos se queda a pasar la Nochebuena por voluntad propia y, entre el cariño de sus cuidadoras y la calidez de sus instalaciones, no se hace difícil entenderlo.
Esther Di Croce es la directora del Hogar de Ancianos desde hace casi 35 años. En la actualidad, la institución ubicada en Olivero Duggan 513, tiene 48 internos, de los cuales, Di Croce, asegura que, “no sé si llegamos a diez los que se van. Hay gente que no tiene a nadie, pero sienten que su casa es esta. Ellos están contentos”.
Con la lógica de la tercera edad, la realidad de los abuelos encuentra inevitablemente su límite al llegar la noche, “la mayoría está esperando la cena para acostarse y no quieren esperar hasta las 12 de la noche”, dijo Di Croce, antes de reconocer que algunos otros mantienen vivo el “espíritu navideño”, “el día que armamos el arbolito estaban ahí, todos contentos. Incluso, en una de esas, hasta viene Papa Noel”, comentó con infantil expectativa, antes de recordar: “como en 2023, cuando una abuela de la Comisión y su nieto, trajeron regalos para todos en nombre de Santa”.
Para esta noche, donaron un catering que hará las delicias de los abuelos, quienes recibirán sus porciones de manos de Liliana Rodríguez, la cocinera y “nochera” oficial del Hogar, ya que hace cinco años que cubre el turno más difícil de ocupar en Nochebuena, pero hoy le tocó compartir con su familia y su lugar lo ocupará por primera vez Jimena.
Sin embargo, esta noche, Liliana no se irá del edificio sin antes racionar los manjares del copetín y los tripes de miga entre los abuelos, “la mayoría se queda y los que se van, vuelven a eso de las 12, para ir por la mañana del 25 a almorzar con sus familias”, explicó con simpatía.
Liliana es la más indicada para desterrar un fantasma de nostalgia que intente abrirle las puertas a la tristeza en una noche de Navidad, “porque están todos juntos. Generalmente comen en sus piezas o por separado. Pero mañana (por hoy), los traemos a todos al comedor y comen todos juntos”. Sus palabras suenan emocionadas y cumplidas con el anuncio de lo que viene, “nosotros le llevamos la sidra y el cariño que necesitan para sentirse en familia”, mencionó la mujer que, en tiempos de pandemia del Covid19, ganó un par de medallas sosteniendo a la población de riesgo y hasta, como regalo, le gestionó una videollamada con su hija a una interna.
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Por siempre joven
María Esther Pérez, va a cumplir 101 años en abril. Impecable, sentada en una mesa con tres colegas, asegura que maneja el celular y es amiga de la tecnología, “me arreglo sola, me hago todo sola”, dice antes de recordar que hace seis años que está como una más en el Hogar, “estoy muy contenta con estar acá”, comenta feliz mientras se dispone a comer.
En la otra punta del salón, uno de los más nuevos es conocido como “el cantante”. Se trata de Nelson Diez, un cantante de tango que hace poco más de dos años reside en el Hogar y hoy no duda en afirmar que, “es divertido pasar la nochebuena en el Hogar, se nota que es una noche distinta”.
“Es hermoso. En Navidad la pasamos re lindo”, dice antes de responder un pedido para cantarle a sus colegas en Nochebuena, “mañana (por hoy), sino me echan, canto”, prometió, antes de compartir unas estrofas en un imperdible video que se puede apreciar a partir de hoy en las redes de La Voz del Pueblo digital.
Pasar la Nochebuena en el Hogar de Ancianos puede tener una carga emotiva triste. Pero si llega a sentirse, desaparece al tomar contacto con los preparativos.
Una actitud por la que, según la directora del Hogar, muchas personas, a pesar de llegar en soledad a la tercera edad, valoran el hecho de disponer de un espacio de este tipo con más de 100 años de antigüedad, “tenemos gente con capacidades diferentes a la que se le ha muerto toda la familia, pero antes de morir, su familia hizo todo para que estén acá. Porque, una pensión se puede cerrar, pero no una institución con más de 100 años de trayectoria”, destacó en el cierre. Convencida de que sus abuelos, esta noche también tendrán a Papá Noel en sus sueños de Navidad.