Felipe Yané, “El Principito” logró coronarse en San Cayetano, tras quedar primero en Mar y Sierras B
Felipe Yané no para de crecer dentro del mundo del automovilismo. Parece ayer cuando con 16 y 17 años salía bicampeón de Minicross, pero hoy, con muchas más carreras en la espalda, con la experiencia del cambio de categoría, el joven piloto levanta otro título, esta vez de Mar y Sierras B.
Dando otra demostración de calidad conductiva, el principito no se bajó del trono desde que comenzó la jornada, siendo el primero de las clasificatorias, venciendo en series y semifinales y siendo el AS de la final.
Tuvo una de las maniobras del día en las series, cuando el chivo de Damián Colón lo superó en la largada, y en el sector de la “S”, Felipe lo buscó por el exterior, se puso por delante y se aferró con uñas y dientes a su primer puesto.
En la final, quizás el coche de Yané no estaba con el ritmo necesario para mantener el “1”, parecía que Matías Erpelding y Fabrizio Girado corrían con ventaja para liderar en la primera fila, y Felipe lo notó en la pista: “Tuve un buen fin de semana, fue todo muy redondo. No sé si estábamos para ganar, por ahí estábamos más para salir terceros con comodidad, porque Fabrizio venía más rápido y Matías también, venía peleado entre ellos y justo se tocan. En ese momento lo que quise hacer es girar y mantener la distancia lo que más podía”.
Con Agustín Caparros fuera de carrera, el campeonato ya tenía la firma de Felipe Yané. Con mucha alegría, Felipe explica lo que significa para el obtener este título, tras un año de mucho esfuerzo, donde destaca una de las mayores complicaciones que se presentan en este deporte, el presupuesto: “Siempre lo que nos frena en nuestro caso es la parte económica, yo tengo muchas publicidades que me ayudan muchísimo, los chicos del taller que dejan horas con su familia para poder estar con el auto. Pero siempre el sacrificio, horas y horas para poder bajar el presupuesto, de que podamos hacer las cosas. Buscamos la vuelta en todo lo que podemos, hacemos todo en casa y eso nos deja tranquilos”.
Fue un fin de semana ideal para él, pero desde su punto de vista lo afrontó con templanza. La tranquilidad fue necesaria tanto para el cómo para su equipo, sabiendo que necesitaban de consistencia y regularidad más que de riesgos. Además, en un lugar que ya se le da bien, como lo es el Parque Independiente: “Lo que queríamos hacer era llegar bien tranquilos a la final, por suerte teníamos el auto para andar bien. Todo el año nos anduvimos bien acá y por suerte pudimos repetir”.
El futuro de Yané apunta alto, y Felipe tiene claro el objetivo, “tratamos y tenemos la esperanza de poder correr a nivel nacional, pero siempre la parte económica como es lo que nos frena. De todos modos seguiremos en Mar y Sierras, de pasar a la A”.
Para concluir, el campeón agradeció a todo su equipo y a cada uno que lo acompañó, sea cerca o lejos del asfalto: “Más que agradecido con la mano que me dan, tanto la gente que va a La Peña, que hacen sacrificios para apoyarnos. A los chicos del taller, que son muchísimos. Agradecerles a todos, el campeonato lo ganaron ellos”.