Hablar de suicidio ayuda
En el país crecen las estadísticas negativas, y según la Directora de Neuropsicología y Rehabilitación Cognitiva de INECO, Teresa Torralva, “es la segunda causa de muerte entre adolescentes de 10 a 19 años”. En una entrevista con La Voz del Pueblo sugiere cómo la sociedad puede tratar el problema, y también dio a conocer qué programas existen para abordarlo
Por Fernando Catalano
Las muertes por suicidio siguen teniendo un lamentable aliado, el silencio. El no hablar del tema porque existen cuestionables mitos que afirman que -al hacerlo- se fomenta el riesgo a imitar conductas suicidas, viene provocando que no se tome en cuenta cómo la sociedad se puede organizar para dar respuesta a uno de los problemas de la salud mental en el que crecen las estadísticas negativas.
La neuropsicóloga, Teresa Torralva, contó a La Voz del Pueblo que “el suicidio es una preocupación creciente y constituye la segunda causa de muerte violenta en el país”. De hecho sostiene que las estadísticas de suicidio en Argentina vienen aumentando durante los últimos años.
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Entre 2010 y 2019 se registraron 31.847 muertes por suicidio, lo que equivale a un promedio de 3.185 muertes por año. En 2022, se reportaron 3.955 suicidios, y se estima que en la actualidad se superan los 4.000 suicidios anuales.
Explicó además que la franja de edades con la mayor tasa de suicidios es la de los jóvenes de entre 15 y 24 años. “Esta tendencia es preocupante, ya que el suicidio es la segunda causa de muerte entre adolescentes de 10 a 19 años; y por cada muerte por suicidio se estima que hay 20 intentos”, sostuvo.
Respecto a la tasa de suicidios en adolescentes entiende, apoyada en información de UNICEF, que ese grupo etario es especialmente vulnerable ante la falta de apoyo emocional y social, el abuso de sustancias y problemas de salud mental no atendidos.
“La pandemia de COVID-19 y las restricciones asociadas también han exacerbado estas condiciones, aumentando los niveles de estrés y ansiedad entre los jóvenes debido a factores como el aislamiento social, el aumento de enfermedades mentales y el estrés económico”, afirmó la Licenciada en Psicología.
Desde la Fundación INECO – Instituto de Neurología Cognitiva- consideran que abordar el problema del suicidio “con sensibilidad y cuidado puede ser vital para ayudar a un ser querido a encontrar el apoyo que necesita”.
Es más, incluye a los medios de comunicación como parte de la solución. “Pueden ayudar a aumentar la conciencia, sensibilización y comprensión de la comunidad respecto del suicidio”, apuntó citando a la Organización Mundial de la Salud.
Socialmente
La OMS declaró que cada 10 de septiembre será el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, pero es necesario saber de qué manera se puede abordar –todos los días del año- la temática en grupos de familia, amigos y compañeros de trabajo, por ejemplo.
En esa misma línea Torralva dio a conocer algunas pautas que pueden ser de utilidad como “buscar un lugar tranquilo y un momento en el que todos puedan estar concentrados y sin distracciones para poder hablar con franqueza y calma, usando un tono calmado y directo, sin sensacionalismos ni dramatizaciones”.
La especialista recomendó “escuchar activamente, es decir, dejar que la persona hable sin interrumpirla siempre validando sus sentimientos y con empatía. Es importante preguntar directa y sinceramente si está pensando en suicidarse. La pregunta es directa: si ha pensado en quitarse la vida”, sostuvo.
Además indicó que es clave evitar juzgar o minimizar los sentimientos de la persona a la que se intenta contener. No son de utilidad frases como “No deberías sentirte así”.
Siempre se debe ofrecer apoyo y comprensión reafirmando que uno está ahí para apoyar y que esa persona no está sola.
Otro aporte es sugerir la consulta con un terapeuta, un consejero o médico, y brindarle ayuda con líneas de ayuda o servicios de salud mental.
Programas
En reacción a la problemática desde el gobierno se implementó el Plan Nacional de Salud Mental 2021-2025 para abordar estos problemas. Contó Torralva que este plan incluye acciones como la ampliación de servicios de salud mental en el primer nivel de atención, la inclusión social de personas con padecimientos mentales, y la creación de programas de prevención del suicidio.
INECO también tiene un recurso para trabajar sobre el tema. Se trata del Programa de Promoción de Salud Mental Adolescente y disminución de factores asociados a la conducta suicida que logró implementar en municipios Hasenkamp (Entre Ríos), Lincoln, Ayacucho, La Madrid y Lobería (Buenos Aires) y Malargüe (Mendoza).
Los medios
Directora del Departamento de Neuropsicología y Rehabilitación Cognitiva de INECO planteó que existen algunos mitos o falsas creencias que dificultan un abordaje adecuado del suicidio en los medios de comunicación.
“Es necesario comenzar a derribarlos para alcanzar una mejor comprensión en torno a la temática. Según la OMS, uno de esos mitos es que quienes hablan de suicidio no tienen la intención de cometerlo, cuando en realidad esa podría ser la forma en la cual estén pidiendo ayuda y apoyo”.
Otra de las falsas creencias es que “la mayoría de las muertes por suicidio suceden de manera repentina y sin advertencia”, cuando en realidad los hechos muestran que los suicidios suelen ser precedidos por “señales de alerta verbal o conductual”, y que “quien ha intentado suicidarse alguna vez, nunca dejará de hacerlo”, siendo esa afirmación falsa ya que muchas veces son puntos de partida para comenzar un tratamiento de salud mental o pedir asistencia.
Por último, otro de los mitos más frecuentes es que “hablar del suicidio es una mala idea y puede interpretarse como un estímulo” cuando, en cambio, es necesario conversar acerca de este tema, para poder brindar ayuda y escuchar al otro.
Torralva sugirió que los medios pueden informar evitando brindar cualquier detalle sobre los métodos de suicidio, especialmente cuando son inusuales o novedosos; y que puede resultar positivo presentar ejemplos de personas conocidas que compartan sus experiencias de recuperación satisfactoria tras superar problemas de salud mental o pensamientos suicidas.
Aconsejó evitar llegar a titular una noticia anunciando un suicidio, y en su lugar mencionar el fallecimiento y en el cuerpo de la nota nombrar el por qué, utilizando expresiones como ´muerte por suicidio´, en vez de términos como ´se quitó la vida´ o ´se suicidó´, que ponen el foco en la voluntad de la persona.
Por último llamó a estar atentos a las ‘señales de alerta’ porque hablar con la persona de manera abierta y sin juzgar, alentarlos a buscar ayuda profesional y mantenerse presente y solidario puede marcar una gran diferencia. Aseguró que es importante conocer y tener a mano los recursos locales de crisis y líneas de ayuda para emergencias relacionadas con la salud mental.
Señales de alerta
Las señales de alerta (o “red flags”) del suicidio son indicaciones de que una persona puede estar con un alto riesgo suicida. Es importante reconocer estos signos para poder intervenir a tiempo y ofrecer ayuda.
Algunas de las señales más comunes incluyen:
1-Hablar sobre el suicidio: mencionar querer morir, sentir que la vida no vale la pena o hablar explícitamente sobre planes de suicidio.
2-Buscar métodos para suicidarse.
3-Retraimiento social.
4-Cambios en el estado de ánimo que exceden las esperables para su etapa evolutiva.
5-Desesperanza.
6-Cambios en los hábitos de sueño y alimentación.
7-Aumento del consumo de sustancias como un mecanismo de escape.
8-Conductas arriesgadas sin preocuparse por las consecuencias.
9-Regalar posesiones o frases de despedida inusuales.
10-Pérdida de interés en actividades.
11-Aumento de síntomas físicos sin una causa médica clara.
12-Desempeño académico o laboral deteriorado.