Huracán apunta al Federal
Este 2024 quedará escrito en las páginas doradas del básquet de Huracán. Un año en el cual hicieron un pleno de títulos, obteniendo los cuatro posibles a nivel local. El PreFederal no era obligación, ya que era la primera vez que participaban, pero el Globo dio el batacazo y obtuvo el ascenso a la Liga Federal
Suena trillado decir que el Globo voló alto, pero los dirigidos por Damián Beitia hicieron valer esta frase. Copa Ciudad, Apertura, Clausura y Campeonato del año a nivel local, y para sumar más, este mismo año habían anunciado la participación en el PreFederal, para aumentar el roce y como compromiso para seguir mejorando. El resultado no era la obligación, pero partido a partido tomaron confianza, y Huracán finalizó la primera fase puntero. La segunda vuelta fue cuesta arriba, pero aun así consiguieron asegurarse los playoffs, done enfrentaron a Estudiantes de Olavarría.
Una serie al mejor de tres. Ganar equivalía a ascender. Huracán se hizo fuerte en el Mario Pérez, y tras una dura derrota en el segundo encuentro, todo se definía en el tercer juego. En Olavarría, tan solo un día después de caer 82 a 52 con el local. Y en el último cuarto el Globo dio el batacazo. Remontó el partido y se aseguró un lugar en la Liga Federal 2025.
A modo de balance, de lo que fue un año que quedará escrito en las páginas doradas del club, dos de las figuras del plantel, Ulises Otero y Bautista Besmalinovich, dialogaron con La Voz del Pueblo para analizar esta temporada para el recuerdo.
El ascenso
Un partido que Otero describió que lo vivieron con “una adrenalina muy grande. Las palpitaciones aceleradas a mil por hora. Creo que jugamos un partido muy inteligente, entendimos muy bien los momentos de cada uno, fuimos inteligentes a la hora de defender, y creo que resolvimos el partido en el último cuarto. Además de que animicamente estábamos muy bien, físicamente estábamos mejor que ellos”.
Estudiantes en Olavarría es un rival duro. Una cancha imponente, con jugadores de experiencia, con roce en las máximas divisiones del básquet nacional. Besmalinovich definió al Bataraz como “un equipo fuerte. La cancha de ellos es más grande que la nuestra, eso se notó en el primer partido, las referencias te llevan para otro lado. El primer partido (en Olavarría, el segundo de la serie) no pudimos controlar el juego de ninguna forma. Que eso era lo que planteamos en el tercer partido, ir palo a palo hasta el final, hasta poder dominarlo”.
Otero añadió que desde dentro de la cancha se notaban superiores a su rival: “Defensivamente, nos mantuvimos todo el partido muy bien, en el tercer cuarto nos sacaron 7 puntos, pero en ningún momento nos fuimos de juego, y eso fue lo más importante. Entender que si nosotros estábamos conectados al final iba a ser nuestro. Más allá de que nos sacaban ventaja, estábamos arriba nosotros anímicamente. Cuando nosotros salimos del entretiempo, se notaba en las caras la energía y la actitud de cada uno, ellos estaban cabizbajos, y creo que eso nos potenció porque nos dimos cuenta de que era un partido totalmente distinto”.
La ilusión
Bautista recuerda cómo eran las sensaciones antes de inscribirse al PreFederal, e hizo hincapié en el partido vs. Kimberley, donde el grupo hizo un clic y empezó a creer en el sueño del ascenso: “Creo que acá contra Kimberley, que les hicimos partido siendo el rival más complicado, le jugamos de igual a igual. Ahí nuestra cabeza hizo un clic, y dijimos que acá nosotros somos iguales a ellos, tenemos las mismas condiciones. Después va en cada juego ganar o perder, pero competir podíamos competirle a todos”.
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Historia
Un valor agregado que tiene este ascenso, que se le suma al mérito deportivo, es el sacrificio que realizaron tanto los jugadores como el cuerpo técnico para obtenerlo. Sumado a la doble competencia, ningún integrante del equipo se dedica profesionalmente al básquet: “Bajando un poco a tierra, después de todo lo que pasó, ver las copas ahí y el ascenso que se nos dio, no es solo un año para la historia del club, sino para cada uno de los chicos, que nos rompemos el lomo todos los días entrenando y con muchísima disciplina, entrenando hasta los domingos para jugar las finales”, destacó Otero.
Pusieron la búsqueda de la hazaña como una prioridad más en su día a día, además de las obligaciones laborales o estudiantiles, y esa dedicación para lograr este sueño fue muy valorada por Ulises: “Todos jugamos por amor a la camiseta y al club al que representamos. Eso creo que se diferencia de muchos otros equipos, que han llegado muy lejos, pero tal vez con jugadores pagos, y no estoy comparando, pero esto creo que vale el doble porque somos todos chicos de Tres Arroyos que lo hacen por amor a la camiseta”.
Besmalinovich subrayó que este grupo hizo historia, pero no solo para Huracán, “también de Tres Arroyos. Creo que en toda la historia somos el tercer equipo, lo jugó Costa Sud, Argentino, y ahora nosotros. Que fuimos un grupo de todos chicos del club, menos Guzmán, Mati García y yo, pero es una locura. No podía creer cuando se logró todo esto, si me preguntaban al principio de año si lo podíamos hacer, yo te iba a decir que no”.
Y finalizó valorando el trabajo en conjunto que tuvieron tanto los jugadores, como de la subcomisión: “Con el grupo que armamos y con la gente del club, que hicieron un laburo tremendo, sin ellos tampoco lo hubiéramos podido hacer. Es un conjunto, nosotros venir todos los días acá, dar lo máximo y también de ellos que laburaron todo el año para nosotros, que quieren la camiseta, que sienten el club y eso es espléndido”.