Huracán se quedó con el clásico y el pase a la final
Otro clásico y una nueva final para Huracán.
El Globo, y repitiendo lo que viene sucediendo en los últimos tiempos, volvió a ganarle con autoridad e inteligencia a Quilmes, esta vez por 69 a 58, victoria que depositó al equipo de Beitía en la definición de la Copa Ciudad de Tres Arroyos, donde enfrentará a Alumni de Orense, el viernes próximo desde las 21 horas en el Polideportivo.
Muchas fueron las cosas que se reflejaron como en un espejo de los últimos enfrentamientos. El Cervecero arrancó el match sin dudas para buscar el gol, con inteligencia para mover la pelota ante una liviana marca alba, e intensidad para defender y luchar los rebotes en ambos tableros, más los triples de Perticarari, que le permitieron estar 13-4 arriba en 6m30s de juego. Pero las pérdidas (22 en total contra 15 del local) comenzaron a asomar como una preocupación hasta transformarse en un problema cuando el local aprovechó un par para irse al descanso 7 puntos abajo.
La segunda porción del clásico, que en todo momento se vivió con “clima de tal”, comenzó con un tinte parecido; el Cervecero dominaba pero su goleo comenzó a bajar, aunque no el trajín para marcar el posible tiro de 3 del Albo que en los primeros 20’ anotó 6 de 20 y 10 de 33 en el juego contra 7 de 23 del perdedor. Pero bastó que Iraola apareciera como solución en la pintura, que Pedro luciera su inteligencia y oportunismo y que Falcone con 3 de 4 en triples aprovechara las ventajas que un perímetro, ahora lento para marcar. Entonces, ante el primer momento de zozobra, Quilmes mostró sus limitaciones para salir de esa situación, y para colmo, Perticarari perdió un par de pelotas y cometió un técnico, sumándole al contexto general de la visita una marcada impotencia.
El descanso le trajo un poco de alivio aunque ya no volvió a ser el mismo, ese armado no tuvo creación y la pelota “durmió” mucho tiempo en las manos de quienes la tenían, además sufrió la falta de gol de Muñoz; pero como contrapartida, Huracán, que no había jugado bien, se fortaleció, y mucho gracias al rival. Así encontró el camino para cortar al aro por el eje central, tuvo tiros cómodos y de no haber sido por su baja efectividad, la diferencia pudo haber sido mayor, con un Pedro determinante. Los 7 puntos de ventaja que tuvo al iniciar el último cuarto le dieron a Huracán la posibilidad de jugar cómodo ante un rival ya quebrado, el 7-0 del inicio no dio lugar a ninguna reacción de un Quilmes que fue de mayor a menor, ante un Globo que fue elevando su vuelo para llegar a otra final.
HURACAN (69): Otero 9, A. Bayúgar 2, Falcone 19, Guzmán 7 y Mortensen 5 (fi); Fanego 4, Pedro 15, Iraola 8, F. Bayúgar, Uribe y Morán. DT: Damián Beitía. Libres, 9 de 22.
QUILMES (58): F. Franssen, Perticarari 10, Muñoz 7, Carbonetti 12 y Pérez Vázquez 8 (fi); Lofrano 3, Baccey 9, M. Franssen 2, San Román 5, Bottoni 2, Canan y Lazarte. DT: Martín Lucha. Libres, 11 de 18. Fue descalificado, Perticarari.
Parciales: Huracán 11-Quilmes 18, 33-31 y 54-47.
Dirigieron: Lucas Bianco, Sebastián Ebbens y Sebastián Anta.
Estadio: Huracán.