El padre Roberto Buckle, de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, expresó que “la obra que el papa Francisco ha hecho, los pasos que él ha dado, los vamos a valorar nosotros y los que nos sigan, porque en la historia las personas grandes hacen una sombra muy larga. Se prolonga por muchos años”.
En una conversación con este diario, el padre Roberto habló del legado trascendente que dejó Francisco. En este sentido, dijo que “ha marcado opciones profundísimas. La iglesia siempre ha tenido por el mandato y el corazón de Cristo, una mirada hacia los más pobres. Ya se ha hablado hace unos años, sobre todo en la iglesia latinoamericana, de la intención preferencial no excluyente por los pobres. Francisco ha sido un faro universal, ha llevado esa enseñanza de Cristo”.
Argumentó que este camino se encuentra reflejado “en el capítulo 25 del evangelio de San Mateo. Cuando Jesús expone una parábola y dice ‘tuve hambre y me diste de comer. Estaba preso y me visitaste’. Ante la pregunta ‘¿Cuándo Señor lo hicimos?’, responde ‘cada vez que lo hiciste con uno de estos mis pequeños’, en referencia a quienes parecen pequeñas personas, muchas veces marginadas”. Al respecto, recordó que “para Francisco, ese párrafo y las bienaventuranzas son el corazón del Evangelio”.
Por momentos, el padre Roberto habló en presente de Francisco, como un reflejo de la huella que ha quedado por su andar. “Siempre he admirado en él esa disponibilidad que tiene para con Dios, porque desde que era jovencito Dios le ha pedido cosas difíciles, él nunca le ha dicho que no. Nunca se ha considerado una persona especial, sí ha tenido una gran confianza que genera en estas circunstancias valentía. Pero no es una confianza en su fuerza personal, sino en que Dios lo va a poder asistir”.
La carrera de Jorge Bergoglio fue notable. “Cuando tenía 34 años lo nombraron Provincial de los jesuitas, lo pusieron a conducir a cientos de religiosos mayores que él. En ese momento enfrentó la tarea y a comienzos de la década del ’90 fue elegido obispo. Yo estaba en el seminario”. En este contexto, observó que “nos preguntábamos quien era, porque lo conocían los jesuitas, pero no era tan habitual su figura en el interior de la Iglesia”.
Posteriormente, lo designaron obispo auxiliar y en la instancia siguiente, arzobispo de Buenos Aires. “Su experiencia nos hace tener presente al gran rey David de Israel, fue llamado por Dios a través del profeta cuando estaba pastoreando las ovejitas, era el más chiquito y débil de sus hermanos, fue llevado por Dios de una manera misteriosa a conducir una tarea de muchísima responsabilidad”, afirmó.
En su análisis, reiteró que “de Francisco me ha impactado y edificado personalmente su confianza, si Dios le pide algo, lo va a sostener para que lo pueda hacer”.
Del mismo modo, subrayó que “está convencido, quienes lo conocen así lo destacan, jamás ha hecho nada por complacer las expectativas de otros. Solamente porque siente que Dios se lo pide, no ha sido nunca un hombre preocupado en decir algo para quedar bien o frases que puedan ser las que se esperan escuchar. Ha tenido la convicción de serle fiel a Dios, aunque sea difícil”.
De puño y letra
En su labor religiosa, Roberto compartió una misa a la que asistió Jorge Bergoglio “en la ordenación de quien ahora es obispo de Azul”, en la catedral de la mencionada ciudad. Fue el único encuentro.
No obstante, tuvo “un acontecimiento personal que me lo hizo conocer cuando él todavía no era cardenal”.
Relató que “yo estaba en Coronel Suárez, era sacerdote recién ordenado, había un grupo de mujeres que luchaban por el campo que se llamaban las Mujeres Agropecuarias. Fueron a verlo y una señora me dijo ‘me haces el favor de escribir una cartita, porque no quiero que el obispo piense que yo soy simplemente una mujer política, que sepa que soy una mujer de parroquia’. Le hice una carta de presentación, que nunca se responden”.
En este caso, la actitud de Bergoglio lo sorprendió. “A los 15 días recibo una carta, que tengo guardada como un tesoro, de monseñor Bergoglio escrita a mano y con una tarjeta, incluyendo una frase de consideración, para agradecer la carta que le había mandado”.
En ese momento, el padre Roberto pensó “el obispo tiene mil sacerdotes a cargo, se hace el tiempo para contestar una carta que no se responde habitualmente. Este hombre tiene que ser especial”.
Misas
Todos los días de la semana, en la misa de las 19 horas en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, se pedirá por el papa Francisco y “seguramente el día del funeral, la misa será más solemne todavía”.
Asimismo, en la catedral de Bahía Blanca, el arzobispo Carlos Azpiroz Costa ceebró una misa especial este lunes con la participación de muchos sacerdotes.