La pasión de entretener a los chicos
Por Juan Falcone
Me tocó ir a ver El Reino Encantado de no me acuerdo, una obra que está pensada para entretener a los más chicos, pero que también logra conquistar a aquellos que los acompañan
En Quelaromecó Espacio de Arte los niños también tienen un lugar para divertirse y creer en la magia. Una propuesta muy divertida y participativa tanto para los chicos que asistan como para sus padres.
El Grupo de Teatro para Niños bajo la dirección de Andrea Pinto, trae El Reino encantado de no me acuerdo, una historia sobre encantamientos, que con la ayuda de los pequeños espectadores intentarán resolver los hechizos que una malvada bruja le hizo a los protagonistas de la historia.
Andrea Pinto, directora del Grupo de Teatro Infantil, habló con La Voz del Pueblo y explicó como surgió esta propuesta para que los más chicos disfruten: “en el año 1994, yo estaba en otro grupo porque hago teatro desde chica, y buscamos gente como para que hiciéramos una obra. Y ahí empezó, dimos varias como ‘La bella y la bestia’, y a través de los años fuimos haciendo obras, hace unos años que estamos siempre los mismos, pero mucha gente pasó por el Grupo de Teatro para Niños”.
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El Reino Encantado de No me acuerdo, es una de las mas recientes creaciones de Pinto. Ella comentó que “esta obra la preparamos en pandemia con otro personaje, nos costó bastante prepararlo porque pasaron varios centauros, hasta que salió. Y lo convocamos a Fabián, que nos salvó la temporada, porque la persona que había hecho de Centauro se tuvo que ir de Claromecó. Fabián se animó y lo hizo, él no hacía teatro para chicos, Inés sí hacía, y para Flor también era la primera vez, ella antes cuando era chiquitita nos venía a ver a nosotras y ahora es parte del elenco nuestro”.
El teatro infantil es todo un desafío. Lograr encarnar un personaje que tiene que saber impactar y hacer ruido en la mente de los pequeños espectadores, que se van a ilusionar y van a intentar ayudar a sus protagonistas a cumplir el sinfín de aventuras que planteen sobre el escenario. Convivir con la efervescencia de los chicos puede ser complicado, pero Pinto señaló que: “ya estamos acostumbrados, a veces te sacan un poco de la obra, por eso hay que tratar de no irse del libreto, porque a veces te vas y no podes volver, pero tenemos un asistente de dirección que está preparada con el libreto por si nos perdemos”.
La Bruja
Verónica Iané interpreta a la Bruja, la antagonista de esta obra. Un rol muy difícil, porque sabes que los niños te van a tener de enemiga, no suele haber empatía para los malos en las obras de teatro. Para Verónica, ser la mala de la obra le resultó “maravilloso, disfruto mucho del personaje, debe ser un poco mi personalidad porque estos personajes me tocan bastante seguido, de mucho empuje y mucha fuerza, pero tratamos de hacerla un poco divertida, por momentos disparatada, un poco mala por otros, para que los nenes no se asusten. También depende de las edades, nos ha pasado en ocasiones que por ahí se pone más negativa la bruja y los nenes se asustan”.
Para la participación del público, Iané explica que hay una conexión super intensa con los pequeños espectadores, pero también con sus padres, que los ha notado divirtiéndose junto con sus hijos: “los hacemos participar, pero tratamos de no hacerlo tanto porque hay grupos que son muy participativos, incluso los padres, parece que están calladitos pero los ves que se ríen y se divierten, así que la pasamos muy bien y después a la salida, con las fotos y los agradecimientos, la verdad se siente súper linda la conexión que se genera”.
El Sabio
Silvina Beigbeder toma parte del sabelotodo, que incluso parece avasallante, por momentos hasta con el ego de ser El Sabio, que todo lo sabe y siempre te va a interrumpir para demostrar su sabiduría. Silvina lo describió como: “a quien recurren todos para ver qué tienen que hacer en las circunstancias que surgen, que están todos muy perdidos, y yo les doy la solución a los problemas”.
Comienzan a aparecer las encrucijadas, donde los propios niños con la aparición del sabio se desesperan por ayudarlo a encontrar las soluciones que hacen falta para la obra. Ante la intensidad del publico por colaborar, Beigbeder mencionó que: “hay que estar muy concentrados, hay que darles alguna respuesta porque si no te avasallan, pero también a través de sus respuestas seguir con lo que uno tiene que decir. Es muy lindo porque ellos también son se sienten parte, entonces te quieren explicar, es muy lindo”.
Silvina contrasta ambos públicos, ya que forma parte de una obra para un público más adulto, con Maté un tipo, y aquí se ve una faceta completamente diferente, para la que hace falta mucha versatilidad: “Es un desafío, me encanta hacer esto y están buenas las dos partes. En la otra podes desarrollar algo más dramático, que también es una comedia. Pero en este, esa interacción con el público, que te hablan y jugar con ellos es un flash, la verdad que está buenísimo. Es el primer año que estoy haciendo teatro para niños y para mí es una experiencia fantástica”.
El Centauro
Fabián Rodrigo interpreta a El Centauro en esta obra, una experiencia diferente donde pasa de buscar un humor más de dobles sentidos y con una improvisación más adulta, a orientar su característico humor para el público infantil, y lo logró de muy buena manera. Rodrigo explicó que con sus comentarios busca “compartir con los chicos y con los grandes, yo miro siempre a todo el público, y los padres están tan enganchados como los chicos y se matan de risa porque los chicos te hacen interactuar sí o sí, te avasallan”.
Fabián explicó que dudó mucho en comenzar con esta propuesta, ya que era incursionar en un mundo completamente diferente. “Para mí fue un desafío, porque yo no hacía teatro para chicos. Andrea me convocó y entre idas y vueltas le dije que sí. Ahí entendí cómo era tratar el lenguaje con los chicos, es muy diferente, nada que ver con los dobles sentidos, con Armando Kilombo es otra cosa, todo público mayor, pero me encantan los chicos y ver sus caras, sus reacciones, aparte te hacen agregar cosas útiles al desarrollo de la obra porque te pones a hablar con ellos y ellos te contestan. Yo feliz, me encanta hacer esto y le doy las gracias a Andrea y a todo el grupo, porque es un grupo maravilloso”
Manu
Florencia Rens representa al personaje de Manu, un niño que aparece en escena para ayudar a la Reina desmemoriada, y es el encargado de hacer reír a carcajadas a los mas chicos, con mucha energía y mayor nivel de interacción. Florencia explicó que “me encanta, me gusta mucho el público infantil, trabajo mucho también con niños, entonces tengo ahí esa niña interna, En esta oportunidad me tocó un nene, que la verdad fue un desafío porque yo ya había hecho teatro infantil, pero nunca me tocó en el rol masculino. Fue un desafío nuevo y lo disfruté muchísimo, lo jugué mucho hasta que encontré el personaje”.
Al tener tanta interacción con los pequeños espectadores, Florencia detalló como es darle soltura a su personaje, quizás hasta escapándose un poco del libreto. “Al principio me agarraba bastante del guión, pero después cuando empecé a jugarlo y a estar más cómoda dentro del personaje, ahí me di la libertad de hacer otras cosas, otros movimientos en el escenario, también la interacción con los chicos te lleva a que te salgas del libreto y después retomarlo”.
La Sirena
Inés Martín interpreta a La Sirena, uno de los personajes encantados por la Bruja. Inés con el Teatro para Niños siempre tiene una búsqueda muy marcada que es “hacer reír a los nenes, con cosas quizás más básicas pero desde lo más pavo que te puedas imaginar es lo que le causa gracia. El teatro para chicos tiene una magia especial, porque la gente grande te puede decir ‘si divino, me gustó’ y pensar otra cosa, el chico te dice lo que ve, si le gustó o si no le gustó, la devolución de ellos es lo más genuino que puedas encontrar”.
Inés es una de las pioneras en el teatro infantil en Claromecó, y ella explicó que se mantiene como una de sus pasiones porque es su cable a Tierra: “Tengo un hijo de 27 años, y yo empecé a hacer teatro para chicos antes de tener hijos, así que es una pasión que te revitaliza, puedo venir durmiendo poco, agotada que cuando termino salgo de acá renovada”.
Pindolfo
Néstor Castro interpreta a uno de los encantados por la bruja, de nombre Pindolfo, y contó cómo el teatro ha llegado a su vida para quedarse: “En esto hace 35 años que estoy, he estado casi permanentemente trabajando en teatro. Esto de los personajes siempre es un desafío, porque hay que encontrarlo y hay que tratar de interpretarlo y bueno es un trabajo que tratamos de hacer durante el año, que cuando te subís al escenario con la adrenalina que genera, lo disfrutas”.
Néstor también forma parte de Armando Kilombo, y es un paralelismo difícil de hacer, pero “son situaciones distintas, me gustan mucho las dos. En esto tenes que buscar la manera de ver cómo llegas a los chicos, te convertís en uno, yo lo busco desde ese lado, ser mucho más caricaturesco, buscar que todo lo que pase sean cosas que le causen impacto a los chicos y se diviertan”, dijo al describir cómo compone a su personaje.