Con un temario centrado en ocho presentaciones relacionadas con medio ambiente, en el corto plazo volverán a realizarse en establecimientos educativos el ciclo de charlas de educación y concientización ambiental, una propuesta de la Subsecretaría de Gestión Ambiental y que está a cargo de Julia Farizano, una especialista en la materia.
Se trata de una actividad que comenzará a transitar su tercer año de desarrollo. “Es muy importante que, de a poquito, vayamos cuidando al ambiente con todas las acciones que hagamos, por más mínima que nos parezca”, sintetizó.
Farizano es técnica en Gestión Ambiental. Se graduó en el CRESTA, tras haber cursado la carrera de la Universidad Provincial del Sudoeste (UPSO). Las charlas se dictan a partir de la convocatoria hecha desde los establecimientos educativos, desde jardines a entidades que ofrecen el nivel Terciario. “Tenemos a disposición un temario de ocho charlas. Por lo general, la que más solicitan los colegios o los docentes es la de separación de residuos o compostaje”, expresó.
Las propuestas temáticas para llevar contenidos de concientización, y que pueden ser requeridas por las escuelas o jardines de infantes, giran en torno a efecto invernadero y calentamiento global; contaminación ambiental; sostenibilidad en la casa y la escuela; agroquímicos y OGM; plásticos y océanos; y agua virtual, huella hídrica y huella de carbono. “En todos los factores hay bastante diversidad. De todas formas, si un colegio nos solicita alguna que no tenemos dentro del temario se puede armar algo, dependiendo de los temas que estén trabajando en las aulas”, manifestó.
Tras el camino recorrido hasta el momento con la implementación de este programa, Farizano dejó en claro que el interés sobre las temáticas ambientales ha ido en aumento, sobre todo en los alumnos de menor edad.
“Ya desde el jardín vemos cambios de comportamientos. Los nenes ya no dicen ‘el basurero’ o ‘el camión de la basura’. Ya dicen el camión recolector o hacen referencia a la separación. No dicen basura. Dicen residuos”, expresó.
En tanto, la técnica hizo mención a un aspecto no menor. “Lo que también veo es que el rango etario laboralmente activos tiene menos interés. Eso pasa porque es un sector de la población que a lo mejor tiene otras preocupaciones”, sostuvo.
En tanto, la especialista puso de relieve lo que incorporó, más allá de los conceptos teóricos adquiridos durante su formación universitaria, en la carrera. “Tengo más conciencia del cuidado y la importancia de preservar algo que, en general, se ve como ajeno, tal como es el ambiente”, indicó.
Y agregó: “Se ve al ambiente como algo separado a las personas, pero es algo que nos atraviesa a todos porque somos parte del ambiente, no somos un agente externo. Toda acción que nosotros hacemos, buena o mala, va a repercutir en él”.
“Entonces, cualquier cosita que podamos hacer para que ese ambiente tenga el menor efecto negativo posible en los años siguientes, sirve de mucho. Uno vive una determinada cantidad de años pero tiene hijos, sobrinos o nietos que van a seguir viviendo acá. Por lo tanto, tenemos que dejar todo más o menos en condiciones para que ellos tengan una buena calidad ambiental que nosotros”, señaló.
En tal sentido, remarcó: “A los más chicos ya se lo ve con una conciencia diferente a la que nosotros teníamos antes. Es algo que se tiene que mantener en el tiempo. Suele pasar que uno aprende cosas en el colegio y de grande las deja de tener presentes”.
