Masacre: un vaso de agua y un arma
En el expediente que quedará radicado en la UFI Nª6 de Tres Arroyos, a cargo de la doctora Natalia Ramos, todavía quedan citas dramáticas por evacuar.
Entre ellas, una versión que señala la aparición de Dellarciprete en un campo cercano a la zona donde fue hallada la Renault Duster, donde luego de pedirle un vaso de agua a los moradores, solicitó que le presten un arma de fuego para quitarse la vida. Ante la lógica negativa de los sorprendidos habitantes del establecimiento rural, el hombre se habría retirado sobre sus pasos hasta un costado de la banquina del kilómetro 75 de la ruta nacional N°228, donde aguardó el paso del camión para tirarse bajo sus ruedas cuando pase junto a él.
La acción provocó una maniobra brusca por parte del chofer, que viajaba desde Necochea hacia Tres Arroyos, quien además quedó en profundo estado de shock.
Por jurisdicción, la policía de San Cayetano realizó las primeras actuaciones y, lo que comenzó a investigarse como un “homicidio culposo”, terminó derivando en una de las mayores tragedias de la crónica policial de Tres Arroyos y la región.