Narcomenudeo: la madre de una vendedora trabajaba en la Secretaría de Seguridad
La madre de una de las menores aprehendidas en la madrugada del sábado con drogas para vender y dinero en efectivo, trabajaba hasta hace pocos días en la Secretaria Municipal de Seguridad. La mujer cumplía funciones administrativas en el edificio de la calle Castelli al 700, mientras se desarrollaba la investigación que culminó con seis personas mayores de edad arrestadas luego de la realización de varios allanamientos en el marco de una investigación por “comercialización de estupefacientes”.
Según pudo confirmar LA VOZ DEL PUEBLO a través de fuentes cercanas al caso, se trata de una mujer cuyos datos filiatorios no pueden informarse ya que revelarían la identidad de la menor involucrada en un hecho delictivo, quien fue ubicada por el personal de Drogas Ilícitas, en forma prácticamente simultánea con el arresto de su hija, durante el allanamiento en una de las viviendas donde se incautó marihuana, cocaína, elementos de corte y otros que a los investigadores le permiten presumir el consumo de sustancias de presencia poco frecuente en Tres Arroyos, como paco.
Al mismo tiempo, también pudo saberse que la progenitora de la menor aprehendida, sería dueña de otra de las casas allanadas, donde no se hallaron drogas, pero se confirmó la residencia de Nora Rens, una de las detenidas, junto a su marido Adolfo Santos, sus hijos Braian y Eric, además de Manuela Ivon Santos y Nahuel Degue; quienes se hallaban en calidad de aprehendidos, pero en las últimas horas, el Juzgado de Garantías, a cargo de la doctora Fabiana Brandolín, les dictó la conversión en detención de su situación judicial.
Escandalo interminable
La escandalosa situación no se termina ahí. Ya que según pudo saber este diario, la madre de la dealer, es a su vez, hermana de una policía que reviste en la Comisaría Primera, quien además sería propietaria de otras de las casas allanadas.
En ese sentido, una fuente del caso, subrayó la precariedad de las documentaciones de propiedad de los inmuebles, por lo que no descarta la existencia de dificultades para comprobar una titularidad real. No obstante, los celulares de la uniformada y su hermana, fueron enviados a la Asesoría Pericial en Bahía Blanca, donde se aguarda el resultado de su observación para analizar la posibilidad de una ampliación de la investigación en su contra.
Según el expediente que es instruído por la UFI N°16, en los listados telefónicos de los dealers figuran vecinos de distintos niveles socioeconómicos de Tres Arroyos, revelando una vez más que el flagelo de la droga atraviesa a toda la sociedad, sin importar su nivel cultural. En ese sentido, fuentes de la investigación dejaron trascender que existen profesionales de distintos ámbitos, comerciantes, civiles, jóvenes y adultos, expuestos al consumo de sustancias de procedencias “nefastas”, tal como se escuchó decir.
“No trabaja más”
Consultado por LA VOZ DEL PUEBLO sobre la presencia de la madre adicta de una sospechosa de vender drogas en la plantilla de trabajadores de la Secretaría de Seguridad, el titular de esa cartera municipal, Juan Eduardo Apolonio, dijo que la mujer fue separada del cargo apenas supieron de su vinculación con la sonada causa.
“Esa persona ya no trabaja más en la Secretaría de Seguridad. La decisión de separarla fue luego que se supo todo, no puedo decir nada más porque forma parte de la investigación”, indicó.
En diálogo telefónico, el funcionario municipal compartió su impresión del caso y no pudo asegurar que la mujer haya usado su presencia en el cargo para conspirar con su responsabilidad, “no sé si utilizaba la Secretaría para hacer algo. Es más, toda la investigación la realizó Drogas Ilícitas sin contacto con nadie de la Secretaría de Seguridad, como para decir que una persona de cualquier ámbito pudiese obstruir la investigación”, dijo.
Más adelante, el titular del área de Seguridad municipal, reconoció que, como parte de las tareas previas a la incorporación de personal en “áreas sensibles”, investigan a quién van a llamar a trabajar, “los que van a trabajar en áreas sensibles, como puede ser Monitero, establecemos los antecedentes, firman un convenio de confidencialidad y antes de ingresar, se los investiga. Además, no pueden usar teléfono en el lugar de trabajo”.
Sin embargo, al ser consultado sobre la presencia de adictos en instituciones tresarroyenses, Apolonio fue contundente con una comparación, “hemos visto integrantes del poder judicial que han estado involucrados en el tema del narcotráfico. Un poder que supuestamente es el más alto de la pirámide. De ahí para abajo, ocupan un lugar todas las personas que han tenido algo que ver con la seguridad”, y, para finalizar, comentó: “lo importante es que nosotros le metemos para adelante con el tema del narcotráfico. No tenemos ningún problema con que vayan cayendo varios al costado del camino”.