28|11|20 21:02 hs.
Por Horacio Arbasetti
Maradona lo hizo. El jueves, en otra gambeta más a la incredulidad, logró que la Plaza de Mayo se transformara en la cancha de Mayo. Así se podría definir lo visto durante el velorio en esa zona que rodea a la Casa Rosada... Sólo faltaba el pasto.
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Las imágenes que obtuvo Lucas Chillemi para La Voz del Pueblo sintetizan lo que se pudo vivir en una jornada que ningún argentino -perdón, ningún mortal- olvidará. Camisetas de todos los clubes y hasta que los barras nos robaron la despedida de D10S, un evento pacífico y conmovedor.
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La emoción les pegó a todos, incluso los que trabajaban para los medios, al punto tal que cuando se cantó el Himno el silencio que se producía ante cada estrofa demostró que a Maradona nadie lo va a olvidar. Ni aún los que muchas veces se sintieron tocados por sus declaraciones.
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Además de la conmoción, lo que se podía percibir en la cancha de Mayo era la incredulidad de que Diego se había muerto. Todavía hoy parece mentira. Como el sublime gol que les hizo a los ingleses…