Sociales

Mientras vacaciona en Marisol

Martín Rodríguez Blanco recuerda el Camin y Cosquín

31|01|21 19:24 hs.

El bailarín y coreógrafo tresarroyense, Martín Rodríguez Blanco, está viviendo un enero diferente. En nada se parece a los catorce anteriores ya que en esta fecha y durante casi todo el mes su vida ha estado transportada a la provincia de Córdoba.


Hoy la realidad lo ubica de vacaciones en Marisol pero haciendo paralelamente algunas otras actividades con la danza como la que llevó a cabo el viernes 22, en el espacio La Caja Negra, de los Gitanos de Adelante (de calle 9 entre 26 y 28), en Claromecó. 

En comunicación telefónica con La Voz del Pueblo Martín, cuenta que “esto surge a través de unos amigos que están haciendo la movida en los Gitanos de Adelante. Una sandwichería que tiene ese nombre y funciona enfrente a la Escuela 11. En el 2020 instalaron arriba un espacio que llamaron La Caja Negra, se trata de un lugar de arte donde hay gente que da cursos de platería, como los chicos de Joyería Marítima; tatuadores que van a realizar sus trabajos, entre otras cosas. También tienen una sala de música y un saloncito adelante donde invitan a profes; yo empecé a ir con ellos a partir de agosto-septiembre donde fui haciendo mis clases. A este espacio voy a volver en febrero, el viernes 5 para dar una nueva clase de danza contemporánea”. 

Esto se suma además al que desarrolla el ballet de folclore claromequense y la idea de Martín Rodríguez Blanco es de volver a hacerlo durante el resto del año “con al menos uno o dos encuentros mensuales. Así, de esta manera, que el espacio siga creciendo porque es bastante nuevo”. 



Un año sin Cosquín 
Esta pandemia a Martín le imposibilitó el haber ido como en años anteriores a Cosquín para participar con el ballet Camín. 

“Se extraña un montón, eso para nosotros fue un golpe tremendo porque hace añares que venimos pasando nuestro veranos en Córdoba. Estamos como desorientados”. 

La costumbre de juntarse con gente con la que hace varios años comparte escenario este Covid-19 no lo ha permitido pero “con la mayoría estamos en contacto a través del Whatsapp. Vos imaginate que desde 2007 que estoy, primero fue en Jesús María y ahora en Cosquín”. 

Si bien el no haber podido hacerlo en este 2021 para él no que extraña “más que nada es la experiencia que me da Cosquín a mi como bailarín. Pero del otro lado uno busca herramientas porque ya me puse en contacto con los profes para que estén en Tres Arroyos. Eso me lo permite Cosquín, tomar clases con ellos y además están buscando alternativas como nosotros para poder seguir trabajando. Una de estas es traerlos a nuestra ciudad y poder desarrollar algún tipo de seminario a El Caldén o también algún taller tipo intensivo. Que vengan una vez por mes, es buscarle alternativas para no quedarnos, creo que este año se va a poder empezar de a poco con todos los protocolos”. 

Reconociendo que para los bailarines fue un año “parado”, por ello van a tener que hacer como en toda disciplina que pone mucho de lo físico en juego una pretemporada. Por ello van a tener que “acostumbrar los cuerpos para no rompernos”. Porque más allá que hayan realizado un entrenamiento solo no es lo mismo si se trata de la verdadera situación por la que pasa el bailarín durante todo el año teniendo una actividad plena. 

Vuelve a reiterar que “las exigencias del presencialismo no es lo mismo que la que propone una plataforma virtual”. 

“Fue durísimo en lo personal y psíquico pero también el en tema corporal, de entrenamiento y salud corporal. Buscando esas herramientas que yo quiero que estén dando clase a El Caldén; de los confirmados tengo a Alexis Mirenda que es el director de Pucará un ballet ganador de Cosquín y que hoy en día es referente a nivel nacional. Después hay un profe cordobés que es de los que yo me he formado desde 2006, Hugo Pedernera, y estamos viendo con la gente del ballet de La Costa. Estamos en contacto con Osvaldo Uez y Julio Medina diagramando encuentros que sean potables para ambos elencos”.

Son estos algunos de los proyectos a desarrollar durante este año en la Academia El Caldén. 

Remarca que “lo importante de este año es que El Caldén va a tener una restructuración. La pandemia de este año sirvió para que se replanteen algunas cosas. El Caldén va a tener una vuelta de página, se van a venir cosas nuevas, se van a cambiar algunas estructuras. Eso va a costar trabajo también el implementarlas, tanto en el staff como en la parte dirección pero bueno se trata de buscar el cambio y trabajar para que se cumpla”.