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Samoa apunta a una nueva construcción

Ignacio “Nacho” Frugoni y Adela Pedone son los actuales concesionarios del Balneario Samoa de Claromecó desde hace tres temporadas, y dueños de la Heladería Pinocho desde hace 10 años. Nacho nació en Uruguay, y en dialogo con La Voz del Pueblo contó cómo fueron los inicios de ambos emprendimientos que lleva adelante con Adela, los proyectos a futuro y también realizó un análisis como comerciante y residente de Claromecó. 

“En España conocí a Adela y nos vinimos acá hace diez años, allá trabajé como electricista y en una heladería durante 10 años”, describió en sus primeras palabras. Continuando con el detalle de cómo llegó a la principal localidad balnearia de Tres Arroyos, agregó: “Vinimos de vacaciones en enero de 2010, en noviembre de 2010 nos vinimos a quedar y el 24 de diciembre de 2010 abrimos la Heladería Pinocho”, ubicada en una de las esquinas más transitadas del balneario en calle 9 y esquina 28. 
“Vinimos con experiencia y con los nenes”, contó en relación a sus dos hijos Avril y Juan Ignacio.
En relación a la concesión de Samoa, comentó que “la dejaban, era algo lindo y surgió. Siempre que vayamos cumpliendo, la concesión es por 15 años con opción a 5 más”. 
Comenta, además, que a partir de marzo o abril comenzaría la construcción del nuevo balneario: “La idea es hacer algo bonito, nuevo, y trabajar bien. Esto se tira abajo todo y se hace el proyecto que se hizo el primer día, todo en madera, pilotes en madera levantado sobre la costanera, la idea es durante marzo o abril, depende del tema de papeleo que no pase nada, poder comenzar”. 

Ignacio Frugoni aseguró que en los próximos días comenzará la obra del nuevo Samoa (Caro Mulder)

“La idea es hacer algo bonito, nuevo, y trabajar bien. Esto se tira abajo todo y se hace el proyecto que se hizo el primer día”

Con respecto a la nueva construcción señaló: “No sé si tenemos que tirar esto para edificar lo otro, si lo vamos a correr para la izquierda, para la derecha, la idea de un principio era correrlo 50 metros para el lado del faro, ahora nos dicen que no. Vamos a ver dónde nos dicen de ubicarlo, que nos sirva a nosotros, a ellos y que no tengamos problemas con los vecinos más que nada. Hacer algo bonito, trabajar y meterle para adelante”. 
El tipo de construcción no es un tema menor, y al respecto detalló que se ubicaría “sobre el murallón a una altura de un metro y medio o dos metros para que corra la arena, ahí contra el murallón la arena que pega va a quedar ahí, asique eso hay que ver. Es como los refugios de los guardavidas que no junta arena al estar elevados”. 
La acumulación de la arena contra el murallón es un problema frecuente, y Frugoni reconoció: “Dependemos muchísimo de la Municipalidad para que venga a limpiar, sino sube la arena, se va para todos lados. La idea es trabajar en conjunto, Julián (Lamberti, delegado de Claromecó) nos da una mano, a él y a Politano los llamás y vienen enseguida”.

“Vamos a ver dónde nos dicen de ubicarlo, que nos sirva a nosotros, a ellos y que no tengamos problemas con los vecinos”

Un balance 
En un análisis de las tres temporadas que están a cargo de la explotación comercial en el Balneario, Frugoni manifestó: “El 2019 lo tuvimos abierto durante el invierno viernes, sábado y domingo y trabajamos muy bien, con gente de Tres Arroyos y de la zona. Después con el tema de la pandemia tuvimos que cerrar y abrimos a los ponchazos, con gente que le importaba muy poco y venía igual, y gente con miedo, y trabajamos. Pero el año que tuvimos abierto en el invierno hemos hecho cataciones de vino, cumpleaños, los fines de semana viene mucha gente de Tres Arroyos, y si está abierto es un servicio más, entre comer arriba en algún restaurant o comer acá, mirando la playa, es distinto”. 
El responsable de Samoa considera que el clima influye notablemente en el trabajo del parador. “Esa semana de tanto calor fue explosiva, fueron días muy buenos”, reconoció, y observa el cambio en el comportamiento de los turistas ante el cuidado frente al Covid: “Hay gente que no se anima a venir, que si ven que hay gente en el salón no entra. Sacamos dos mesas de un salón y dos mesas del otro, alrededor de 9 personas cuando se llena, y para comer afuera tienen que tocar 3 ó 4 noches como hace unos días, que comieron todos afuera, es una lotería, es el clima, acá en Claromecó tenés 40 días muy buenos y el resto son para atrás. Los primeros 15 días fueron malos y los otros relativamente buenos, ahí levanta, los días perdidos no los recuperas más”. 

Ignacio “Nacho” Frugoni y Adela Pedone hace 10 años que viven en Claromecó, son dueños de la Heladería Pinocho y concesionarios de Samoa (Caro Mulder)

Continuando con su análisis, Frugoni comentó: “Claromecó va creciendo día a día un poco más, va llegando gente de todos lados y va a estar bueno, pero en lugares para comer queda chico. Hay 5/6 restaurantes para un total de 400/500 personas, hace falta más restaurant para el verano, para el invierno estamos medio justos”. 
En lo que son los meses de verano, los de mayor trabajo, los describió: “Ya estamos en febrero y está vacío. Yo digo que el 2 ó 3 de febrero arranca y la gente de febrero gasta más que la de enero, no mira tanto, es más gastadora. Pero es más corto y el fuerte son los primeros 15 días, por el tema del inicio de clases, febrero es hasta el 15 ó 16 de febrero después se van todos.” 
Sin eventos
Habitualmente durante el verano una gran cantidad de eventos deportivos se realizan durante el verano, algo que este año no se pudo hacer por la pandemia mundial. En tal sentido Frugoni se lamentó: “Nos faltó el Seven, la Corvina, el Enduro… con esos eventos ganamos todos, trabajan los quioscos, los que alquilan, los restaurantes”. 

Ignacio “Nacho” Frugoni (Caro Mulder)

Sobre el servicio que brindan los comerciantes de Claromecó en general, indicó: “Lo hacemos entre todos, brindar un buen servicio en supermercados, panaderías, balnearios, yo creo que se hace un buen trabajo, todos apuestan al turismo, la gente los trata bien y se van contentos. Entre los comerciantes nos llevamos bien, hacemos un equipo, y tiramos todos para un mismo lado, todos dependemos de todos”. 

Adela Pedone (Caro Mulder)

Durante los diez años que lleva viviendo en Claromecó, Frugoni ha notado un crecimiento en todo sentido. “Ha crecido, todo el año hay mucha gente, el primer año en el invierno no venía mucha gente, estaba todo cerrado, nosotros mantuvimos la heladería abierta y parecíamos porfiados, abríamos un domingo y entraban 3 personas, pero siempre apostamos a mantener abierto incluso entre semana. Las obras van llegando de apoco, yo llegue en el 2010 y se inauguró la terminal, después el hospitalito, yo creo que por ahí somos muy exigentes nosotros. Han hecho el paseo del vivero, las pérgolas, todo hecho con gente de acá, a pulmón se han hecho muchas cosas, pero después para criticar estamos todos. Ninguno va y dice te doy una mano, porque si vos lo llamas a Julián y le decís ‘che te doy una mano, tengo dos horas en qué te ayudo’, y otro vecino hace lo mismo en media mañana entre todos lo dejá un lujo”, concluyo Frugoni.
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