31|03|21 12:30 hs.
La Fiscalía de Juicio pidió 15
años de prisión para José
Vespa, a quien considera
penalmente responsable del delito
“lesiones gravísimas agravadas por
alevosía” en perjuicio de un bebé
de 10 meses, hijo de su ex pareja.
El pedido de pena fue formulado
en horas de la mañana durante la
realización de los alegatos del juicio
que se inició el pasado jueves en la
sala de audiencias del Tribunal Oral
Criminal N°1, a cargo de manera
unipersonal de la doctora Fabiana
Brandolín, ante quien la Defensa
Oficial, a cargo de la doctora Laura
Pereyra y el doctor Germán Michelet,
solicitó la libre absolución
por no considerarse probada la
responsabilidad del imputado en
el hecho y, de manera subsidiaria,
la pena mínima para el delito de
“lesiones culposas”. Por su parte,
el doctor Michelet, adhirió al pedido
de absolución de su colega y,
además, pidió que no se considere
la existencia de la carátula de
“lesiones graves” en este caso, ya
que entiende que las lesiones que
padece el niño podrían ser recuperados
con distintos tratamientos de
rehabilitación.
Tras la extensa presentación
de fundamentos, sobre todo por
parte de la Defensoría Oficial, el
imputado repitió su voluntad de no
declarar antes de dar por cerrado
el debate.
La doctora Brandolín fijó como
fecha de lectura del veredicto el
próximo martes 6 de abril a las 11.
¿Por qué Vespa?
Según consideró la fiscal Natalia
Ramos durante sus alegatos, las razones
que motivaron el pedido de
esa pena están basados en el hecho
de que, según sus conclusiones, la
víctima no se recuperará más de las
lesiones padecidas en este episodio,
como así también la existencia
de fotos y mensajes previos de la
niñera a la madre del niño, donde
constaría que éste gozaba de buena
salud antes de entregárselo a
Vespa en la noche del 24 de julio
de 2018. También, la representante
del Ministerio Público, consideró la
actitud de Vespa en la clínica una
vez que el bebé fue internado y
distintas marcas en el cuerpo que,
según su teoría, no existían antes
de que éste tome contacto con él.
“¿Por qué Vespa?”, se preguntó
la fiscal antes de explicar las razones
que la motivaron a imputarlo
del delito por el que lleva más de un
año privado de su libertad, después
de constatar la existencia de lesiones
conocidas como "síndrome del
bebé sacudido", “el primer motivo
es porque las únicas dos personas
que estaban cuando ocurrió todo
eran ellos (por el imputado y la
víctima). Y el propio testimonio de
Vespa (en la instrucción), además
de la incorporación de las conversaciones
que (Vespa) tenía en su
celular. En esa pericia reconoce que
estaban ellos dos solos”, dijo.
Asimismo, entre las razones de la
pregunta inicial agregó, “las fotos
(de la víctima) dos horas antes del
hecho, indican que estaba bien,
que no tenía nada”, sostuvo, antes
de deslizar que, “existen estudios
de que el llanto del bebé irrita a la
gente” para referirse a la pericia
del celular de Vespa, donde observó
que, “un tema reiterado entre
Vespa y su pareja era si (el bebé)
lloraba o no”.
También destacó como segundo
punto clave, “la actitud de Vespa
en la clínica. No quiso acompañarlos,
hay incoherencias en su relato,
no le dijo a la enfermera ni a la
médica clínica que le hizo RCP al
bebé cuando notó que no respiraba
e intenta justificar los moretones
que tenía (el bebé) aduciendo que
le había hecho RCP, pero eran anteriores”,
comentó antes de sostener
que, “hasta que (la criatura) vivió
con el señor Vespa no había tenido
nada. Vivió con Vespa y empezó a
tener moretones y hematomas”.
Posteriormente, argumentó que,
“son lesiones irreversibles, son una
enfermedad mental y corporal
incurable. El niño va a necesitar
rehabilitación de por vida, y no
va a recuperar la visión de su ojo
derecho. No existe duda de que
las lesiones son gravísimas. No va
a recuperar la calidad de vida que
tenía antes del hecho”, describió
al referirse a lo que consideró, “el
fin de un proceso que se dio por un
maltrato de Vespa hacia el niño”.
“Vespa no quería matarlo, pero
si entiendo que no es posible creer
que si vos sacudís a un bebé no
podés no sospechar que le podés
provocar alguna lesión”, agregó
antes de mencionar jurisprudencia
al respecto y sostener que, “la
actitud de Vespa debe tenerse en
cuenta como dolosa”.
Así, luego de solicitar que el caso
sea calificado “lesiones gravísimas
agravadas por alevosía” y se le dé
la pena máxima para ese delito
(15 años de prisión más accesorias
legales y costas), defendió la
imputación afirmando que, “no
importa la pena, porque cuando
Vespa salga, (el niño) va a tener
que seguir rehabilitándose. Nunca
va a ser lo mismo”.

La doctora Natalia Ramos. La Fiscal de Juicio pidió el máximo de la pena por “lesiones gravísmas agravadas por alevosía”
Más sospechas
Por su parte, la Defensa Oficial
entendió que el grado de certeza
que sostiene la Fiscalía a la hora de
imputar a Vespa “no se ha podido
comprobar” y, sin acusarlas, consideró
insuficiente la investigación
realizada por el Ministerio Público
sobre la madre y la niñera, quienes
habían tenido a su cargo el cuidado
de la criatura antes que Vespa tome
contacto con él, mientras la madre
trabajaba en un geriátrico.
En esa línea, primero la doctora
Laura Pereyra y luego Germán Michelet,
pidieron la libre absolución
por no estar acreditada la responsabilidad
del imputado en el hecho,
“no hay prueba alguna de que José
Vespa actuó sobre ese niño para
provocarle esas lesiones”, dijo la
primera, antes de indicar que,
“subsidiariamente debe hablarse
de un delito culposo y por qué no
de un estado de necesidad. Fue
para salvarle la vida, un justificante
que quita de responsabilidad a las
personas”, al mencionar el hecho
de que las marcas en el cuerpo
del niño serían producto de los
intentos de Vespa por practicarle
RCP cuando notó que la criatura
no podía respirar.
“Trato de reanimarlo, no sabemos
si eso puede provocar algún
tipo de necesidad con el objetivo de
salvar la vida de ese bebé”, señaló
la defensora, antes de solicitar que,
de manera subsidiaria, se aplique
una figura culposa con el mínimo
de pena del delito de “lesiones
culposas”.
Como atenuante se mencionó
el hecho de que Vespa no tiene
antecedentes, también solicitó una
pena en suspenso, y que se considere
el hecho de que hace un año
y medio que está preso, “más alla
de las presiones mediáticas que ha
habido por parte de la familia, al
punto tal de que tuvo que actuar la
Asesoría de Incapaces para resguardar
la intimidad de un niño que
estaba expuesto en los medios de
comunicación”, concluyó Pereyra
en su alegato.