21|11|21 11:36 hs.
La profesora Karina Barci, vicedirectora de Nivel Primario de la EATA, disertó en el III Simposio Internacional ISO 21001. Esta actividad se llevó a cabo en forma virtual el sábado 13 y tuvo como tema “Integrando los sistemas de gestión de la calidad educativa”.
Es además jefa del Departamento de Informática de la EATA; auditora externa e interna de ISO 9001; auditora interna de ISO 21001; y capacitadora del proyecto Alfredo Hirsch.
En un diálogo con La Voz del Pueblo, puntualizó que “de las ponencias, fui la única de Argentina. Es un simposio que se realiza por tercer año, el tema ha ido cambiando”. Comentó que entre quienes se sumaron para observar esta actividad, “había mucha gente de nuestro país. También -entre otros lugares- de Colombia, Ecuador, Chile y por supuesto, la mayoría de Perú, que lo organizó”.
Al describir el marco en que se desarrolló el encuentro, Karina Barci recordó que “desde 2018, ISO tiene una nueva norma que es la 21001, específica de organizaciones educativas. Con anterioridad las escuelas generalmente certificaban 9001, una norma que se adapta perfectamente a cualquier organización. Pero la número 21001 se encuentra pensada y diseñada para la educación”.
La invitación surge porque “hace un tiempo que tengo contacto con una consultora en Perú, donde he hecho capacitaciones. Nos hemos encontrado en varias instancias y cuando organizan este evento, me convocan para compartir la experiencia en Argentina y específicamente en Tres Arroyos”.
En este sentido, indicó que “lo que compartí fue el proyecto Alfredo Hirsch, que coordinamos con Patricio Ferrario hace muchos años y del cual la EATA es la cabecera. Es una red de escuelas distribuidas en todo el país. Hay una en Misiones, otra en Corrientes, también en Córdoba, San Juan, Mendoza y varias en la provincia de Buenos Aires”, enumeró.
El simposio se extendió tres horas, hubo más de 300 participantes que “se mantuvieron conectados desde el principio hasta el cierre. Hice referencia a este proyecto vinculado al proceso de mejoras de las escuelas”.
Compromiso
En su análisis, Karina Barci le otorgó relevancia a “la EATA como cabecera de una red de escuelas. Es una de las que ha certificado no solo ISO 9001, sino 21001. El año pasado en plena pandemia, la EATA logró la certificación 21001”.
Dijo que se aprecia la incidencia positiva “cuando realmente uno encuentra la utilidad y los beneficios de trabajar con sistemas de gestión de calidad. Y cuando se logra el compromiso de todo el equipo. Abarca los distintos niveles de la escuela y a todos los sectores de la misma”.
“La calidad se construye y da respuesta a lo que cada una de las sociedades y contextos necesitan”
Este sistema es auditado de manera interna y también se realizan auditorías externas. Explicó que “todas las escuelas certificadas, tanto la EATA como las del proyecto Alfredo Hirsch, una vez al año tienen su auditoría externa. De certificación, recertificación o auditoría periódica, de acuerdo al ciclo”.
La certificación ISO cuenta con una duración de tres años. “Se mantiene con auditorías y cumplido un plazo hay que volver a recertificar. Esto obliga a sostener un sistema de gestión”, afirmó.
En el seminario intervinieron tres disertantes de Perú, dos de Ecuador y uno de Chile. “Realmente fue una muy buena experiencia y sobre todo poder compartir lo que se hace desde Tres Arroyos, en un proyecto que lleva más de 14 años en educación, lo cual no es menor”, valoró.
En Salta y Jujuy
Como parte del proyecto Alfredo Hirsch, se dará inicio a una tarea “con varias escuelas de Salta y una de Jujuy. Es un poco el objetivo para el año que viene”.
El trabajo está destinado a escuelas secundarias agropecuarias o agrarias, con una finalidad muy concreta: mejorar la calidad educativa. “Hay de todo tipo, públicas, privadas, laicas, religiosas, universitarias. Una característica es la diversidad. La calidad no es un atributo de un tipo de escuela. Se construye y da respuesta a lo que cada una de las sociedades y contextos necesitan”, argumentó.
Para Karina Barci, un aspecto muy importante es que “las herramientas de gestión de las normas ISO dan herramientas y caminos comunes para resolver conflictos, para gestionar proyectos. Unifica el lenguaje de la escuela”.
En una mirada sobre la labor que se concreta en el ámbito educativo, dijo finalmente que “estamos muy acostumbrados a enseñar, a transmitir conocimiento, pero las escuelas también tenemos que saber aprender. De las buenas prácticas, de los errores y a canalizar las alianzas estratégicas que nutren a las instituciones y a los alumnos”.