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Este lunes tuvo lugar la desaparición física de María Elena Bjerring, madre de la ex legisladora provincial Graciela De Leo y del senador bonaerense Andrés De Leo. Era abuela de María Cecilia Del Aguila, quien fue precandidata en primer término por la Coalición Cívica de Tres Arroyos en las últimas elecciones.
Vivió en Indio Rico en la infancia y cuando formó su familia con el doctor Carlos Alfredo De Leo, con quien tuvieron cinco hijos. Se desempeñó como profesora de Literatura y residía en Tres Arroyos desde hace más de 15 años.

Tuvo una activa y comprometida tarea política como concejal por la UCR en Coronel Pringles, presidió el Comité radical en Indio Rico, fue convencional nacional del partido, entre otros cargos que le fueron confiados y ejerció con entusiasmo.
Quienes la conocieron y tienen presente su labor, la vinculan de manera especial con los derechos humanos y la renovación democrática, en una etapa clave para la República Argentina en los primeros años de la década del ’80.

María Elena Bjerring se recibió en 2011, a los 74 años de edad
“Un ejemplo de demócrata”, subrayó Germán Christensen, quien expresó en la tarde de ayer sus sentimientos de dolor por el fallecimiento.
Entre muchos otros aspectos para destacar, María Elena Bjerring se recibió en 2011, a los 74 años de edad, de Técnica Universitaria en Gestión Cultural. Le entregaron el diploma en CRESTA, donde cursó la carrera que se dictó a través de la Universidad Provincial del Sudoeste (UPSO).
Germán Christensen recordó además que años atrás cumplió el sueño de viajar a Dinamarca.
Una mujer de convicciones, identificada con el radicalismo y en sus acciones, impulsora del diálogo como una manera de generar entendimiento y lograr avances.
Agradecimiento
En el diario El Orden, de Coronel Pringles, su publicó un texto que refleja el sentimiento de sus seres queridos. Indica lo siguiente: “La familia de Maria Elena Bjerring de De Leo agradece profundamente al personal de Terapia del Hospital que fueron muy atentos y humanos con ella y todos nosotros y destacar a todos los vecinos de Pringles que nos sorprendieron con tantos gestos y actitudes de servicio, a todos los familiares que esperábamos en la rambla frente al hospital (por no ser de Pringles esperábamos para turnarnos a acompañarla y cuidarla) que nos sorprendieron ofreciéndonos desde agua, baños, hospedaje, nos acercaban facturas, bizcochos.
“Todo Pringles nos ha atendido y tratado tan bien que hicieron que la estancia tan triste en Pringles estuviera tan llena de gestos lindos para nosotros y María Elena”.