16|03|22 10:34 hs.
Un matrimonio tresarroyense fue golpeado y torturado durante un violento asalto perpetrado en la mañana de ayer en una vivienda del barrio Residencial.
El hecho ocurrió alrededor de las 8 en el domicilio donde residen Daniel Pascal, de 65 años, y su esposa, Ana Sívori, de 59, quienes fueron brutalmente golpeados por dos sujetos encapuchados que estaban ocultos en una de las habitaciones, presumiblemente, confiados de que los moradores del inmueble no regresarían en el transcurso de la mañana.
Tal como le relató Sívori a LA VOZ DEL PUEBLO poco después de salir del hospital en un contacto con reja de por medio y el pedido expreso de no tomar fotos, no se descarta que los delincuentes hayan estado informados con un dato erróneo, ya que les exigían la entrega de dólares durante el difícil momento vivido.
Cabe destacar que este diario pudo constatar las secuelas del violento asalto en el rostro de la mujer, lleno de moretones, como así también los cortes y marcas en el cráneo de Daniel Pascal, quien en todo momento se mostró consternado por el hecho sufrido y con pocas intenciones de compartir lo vivido, a raíz del traumático suceso.
El atraco ocurrió alrededor de las 8, en una hora en la que el matrimonio no suele estar en su casa, ya que, en el caso de Sìvori, ya ingresó a trabajar en las oficinas de la Secretaria de Seguridad, mientras que su marido hace lo propio en su ocupación en un establecimiento rural.
“Nosotros tenemos una rutina, yo lo llevo a mi marido hasta la secretaría de seguridad todas las mañanas y él a veces vuelve”, dijo.
Casualmente, la mujer ayer tuvo que realizarse unos estudios médicos y, en esas circunstancias, volvió al domicilio y, después de decirle a su esposo que se iba a tomar un remis para continuar su rutina, decide ir a la cocina a tomar una medicación, mientras Pascal se dirige a los fondos del terreno a cerrar un portón, “en eso veo que pasa un muchacho corriendo como desde una habitación. Intento sacarle la capucha a uno de ellos y ahí me agarraron”, recordó la damnificada acerca del instante previo a la etapa más violenta de la dramática experiencia, cuando recibió golpes de puño y culatazos con el arma que tenía el delincuente que la había interceptado, “me pegaron trompadas en la cara y con un revólver (sic). Usaron el agua de un termo que tenía preparado para tirármelo en la cabeza. Verdaderamente quedé shockeada”, recordó acerca de uno de los tormentos padecidos durante la hora en que duró todo el episodio.
Mientras tanto, su marido también sufrió el ensañamiento de los ladrones que, no contentos con los elementos que podían llevarse de la casa, la emprendieron a golpes con el hombre, “él (por su marido) está con tres puntos y un traumatismo de cráneo”, comentó, “todo duró fácil una hora. Eran dos tipos de entre 30 y 40 años”, señaló la mujer que ya había comenzado mal el año con un robo en ese mismo domicilio en la noche del 31 de diciembre.
El botín
Si bien Sívori hace referencia a un castigo recibido con un arma de fuego, cabe destacar que los ladrones se llevaron dos armas no especificadas de la familia, además de los teléfonos celulares, algo de dinero que las víctimas tenían encima y las llaves de una camioneta suya que quedó estacionada frente a la vivienda.
En ese sentido, no se descartaba que el arma usada para golpear a la mujer haya sido una de las que serían robadas.
Después del hecho, el matrimonio fue asistido en el área de emergencias del Hospital Pirovano.
Según comentó la mujer, en ese sector de la ciudad no habría cámaras de seguridad.
El atraco sufrido por los Pascal despertó la atención de toda la cuadra del barrio que, desde temprano, pudo ver presencia policial y tránsito cortado en esa cuadra, ubicada a pocos metros de su intersección en la ruta 228.
A raíz de este hecho, se instruyeron actuaciones judiciales en la UFI Nª16 a cargo del doctor Gabriel Lopazzo, mientras que el personal de la SubDelegación de Investigaciones de Tres Arroyos, continuaba anoche realizando tareas investigativas que permitan identificar a los autores del episodio.