10|07|22 11:34 hs.
En una recorrida por el centro de la ciudad, este diario visitó diferentes negocios de variados rubros para conocer cómo atraviesan las adversidades. Las opiniones de los referentes de una ferretería industrial, una librería, un kiosco, un almacén de barrio y un bazar
Tras el turbulento cambio en el Ministerio de Economía de la Nación impulsado por la renuncia de Martín Guzmán y la asunción de su reemplazante Silvina Batakis, la Argentina está inmersa en una circunstancia política que tuvo y tiene de manera constante, sus efectos en el mercado y en la disparada del dólar, lo que representa un dolor de cabeza diario para todos los argentinos porque la inflación parece no tener techo.
En este sentido, La Voz del Pueblo hizo una recorrida por diferentes locales de Tres Arroyos para dialogar con los comerciantes sobre el impacto que tiene la crisis económica reinante y cómo afecta ésta a su labor diaria en diferentes rubros.
En primer lugar, el responsable de la ferretería industrial Simaqh Eduardo Iribarne, manifestó que “no es la primera crisis que estamos atravesando de este tipo. Por el momento, tenemos algo de estabilidad pero hasta cierto punto. Todavía se sigue entregando mercadería y si bien son los menos los proveedores que han dejado de entregar, el desfasaje de precios es tremendo. Nosotros acá hemos tenido aumento en una semana de hasta un 30 por ciento de un proveedor, subas de listas en dólares y sumado a eso cambiarle el valor de referencia del dólar, es tremendo. Normalmente importadores que trabajan a valor de dólar oficial te ponen dólar paralelo, un disparate total”.
Además, agregó que “el proveedor y sobre todo los importadores que traen artículos de afuera es entendible, aunque uno no sabe que es peor: que te digan no te vendo o que te pongan un precio por ponerte. La realidad es que la persona que te vende, te pone un precio no sabiendo tampoco si va a poder reponer. Hay problemas con los artículos importados y si bien se viene sobrellevando en nuestro rubro, hay faltantes. No entra con frecuencia, pero uno lo va llevando como se puede. Llega un punto que no sabes que hacer. Uno tiene la necesidad de seguir trabajando y los gastos fijos son los de siempre. Por eso tenés que abrir la ventana todos los días”.

La Voz del Pueblo visitó una ferretería industrial, una librería, un kiosco, un almacén de barrio y un bazar para conocer la opinión de sus referentes sobre la situación económica
En Simaqh los precios se actualizan a medida que los proveedores envían listas de precios nuevas, no hay una frecuencia determinada. “Hace unos pocos días hablé con un proveedor que aumentó por aumentar. Es una locura cómo se vive y es para todos igual. El tema está en el precio de reposición de las cosas que a uno le ponen. Hablo permanentemente con colegas de otros rubros y están todos en la misma. Es desgastante vivir así. El costo de vida que tenemos es tremendo, es muy alto y se ha ido por las nubes. Estamos con las cosas totalmente fuera de foco”, subrayó con énfasis.
Librerías
Alexis Campisi trabaja como encargado en librería La Papelera y también dio su opinión. Al respecto, señaló que “como en todo rubro, los precios han influido a consecuencia de la suba del dólar. La variedad de precios se ha modificado entre un 15 y un 25 por ciento aproximadamente. El movimiento acá en el local sigue siendo activo, los chicos siguen asistiendo a clases y eso nos da trabajo a nosotros. Suelo charlar con los clientes y realmente no saben lo que es caro y lo que es barato. Es la realidad”.
“Las ventas han bajado mucho y la situación económica que atraviesa el país está complicada. No hay rumbo”
Si bien la escalada rápida del dólar y la complicación que hubo en la economía del país fueron sobre fin de mes, “nosotros por allí ya teníamos algunas compras hechas que siempre las pasamos con tiempo. Por lo general te la despachan y hubo un parate donde no se entregaba mercadería. Ahí fue el problema. Tratamos de trabajar con los mejores precios del mercado y entendemos la situación del país. Los precios han variado pero todo en relación a la débil economía que tenemos. Sube el combustible, sube el flete, sube el dólar y así todo”, añadió.
Kioscos
Por su parte, Gustavo Framarini responsable de Maxikiosco Gustavo dio su parecer en este contexto. En base a esto, indicó que “los aumentos de precios desde hace algunos días que comenzaron con una variable de entre un 10 y un 15 por ciento pero no todo ha subido. Hay poca entrega, la demanda no entra toda porque hay faltantes. Por ejemplo, en tema de polirubro faltan chocolates y galletitas. El tema de los cigarrillos está normal porque el cigarrillo se maneja distinto con el tema de la inflación, es muy difícil que falte en este momento y no han aumentado”.

El aumento constante de precios, la baja en las ventas y la dificultad para reponer algunos artículos fueron puntos en común que todos los rubros mencionaron
También vende diarios y revistas. “Eso se ha movido pero no mucho, entre un 5 y un 10 por ciento. Las ventas se mantienen porque en mi rubro ya tengo mis clientes hechos y si bien no gastan tanto como solían hacerlo en otras épocas, generalmente tratan de acompañar”, remarcó Framarini.
Más voces
Uno de los responsables del almacén Los Querubines hizo hincapié en lo terrible que es vivir el día a día ante tanta incertidumbre. En tal sentido, destacó que “la gente, está asustada. Ha bajado considerablemente la venta, tenemos entre un 20 y un 25 por ciento menos de trabajo y hasta un 30 en algunos casos. Las ventas han bajado mucho y la situación económica que atraviesa el país está complicada. No hay rumbo”.
De hecho, hace pocos días con todo lo convulsionado que estuvo el mundo político y económico hasta pensó en bajar la persiana por la variación de precios. “Hoy compras a un precio y mañana cuando vas a reponer tenes el mismo precio de lo que lo vendiste y cuando a uno le vienen los gastos fijos, no recaudaste. Te descoloca de manera continua la situación. Sube el combustible, sube el dólar. Sube todo. Cuando baja el dólar, los precios no bajan. Yo obviamente tampoco puedo bajar los precios porque a mí me lo cobran ya con un aumento. En un mes, he tenido cuatro aumentos. Es un disparate”.
Remarcando la triste realidad, agregó que “mi idea es que si seguimos destruyendo la educación, estas son las consecuencias. La educación es el pilar más importante que tenemos. No hay un camino concreto por el cual seguir. No veo una salida pronta de todo esto lamentablemente”.
Bazares
Por último, el dueño de bazar El Mundial Juan Carlos Spinelli destacó la trayectoria de su negocio y no se alejó de la compleja realidad que vive el país. “Ni nuestros clientes ni nosotros mismos sabemos los precios de nada. No se sabe qué es caro y qué es barato. En relación a la mercadería que tenemos, el 60 por ciento es importado. Lo nacional ya queda poco y quién se va a animar a invertir ahora como para poner una fábrica en marcha. Tengo 90 proveedores, algunos dicen que cerraron las ventas y otros que no le dan los precios”, aseguró.
Sin embargo, dijo que recientemente no han hecho pedidos. “Debo tener como veinte pendientes y no sé si me los van a entregar. Respetar los precios, son muy pocos los distribuidores que lo hacen. Ahora no sabemos los precios de nada. Inclusive la modalidad de compra ha variado mucho. Ocurre que hay que pagar adelantado para que te respetaran los precios y venga la mercadería. Hemos pasado muchas de estas crisis económicas. Hay que seguir para adelante y espero que mejore la situación del país. Nos lo merecemos como argentinos”, concluyó Spinelli.